Skip to main content

Verificado por Psychology Today

Castigo

Esto es lo que sucede cuando golpeas a tus hijos

Disciplinar físicamente a los niños tiene un impacto dramático tanto en los padres como en los hijos.

La estrella de la Liga Nacional de Fútbol Americano, Adrian Peterson, fue acusado recientemente de abuso infantil después de disciplinar a su hijo de 4 años golpeándolo con un interruptor. La paliza fue tan severa que dejó marcas en el cuerpo del niño, incluidos sus genitales. La acusación de Peterson ha desatado una tormenta de controversia sobre la conveniencia de golpear a niños como castigo por mala conducta.

Aquí hay siete cosas que deben tenerse en cuenta acerca de la disciplina física.

1. Honrar a los padres no significa hacer exactamente lo que hicieron.

Nuestros padres y abuelos aceptaron muchas cosas que ya no nos parecen aceptables hoy en día: como las leyes raciales en Estados Unidos, fumar y beber durante el embarazo, buscar candidatos para ocupar puestos laborales por género, y así sucesivamente. Hemos visto ya que muchas de estas tradiciones y creencias estaban equivocadas, y las rechazamos razonablemente. Es posible amar a los padres y rechazar sus tradiciones o creencias. Es posible aceptar que hicieron lo que creían que era correcto en ese momento y optar simultáneamente por no hacer o creer en esas cosas.

2. Golpear a los niños les enseña que los más fuertes predominan.

Los padres son físicamente más grandes y más fuertes que los niños. También saben más que los niños y, debido a que sus cerebros están completamente desarrollados, son capaces de un mayor autocontrol. Cuando un padre intenta que los niños se comporten mejor golpeándolos, les está diciendo que golpear a personas que son más pequeñas y débiles que tú es una forma aceptable de obtener lo que quieres de ellos. ¿Por qué deberían sorprenderse esos padres cuando sus hijos golpeen a niños más pequeños en la escuela o crezcan para convertirse en golpeadores de esposas?

3. Los adultos con frecuencia se descontrolan cuando golpean a los niños.

Darse permiso para disciplinar físicamente a los hijos aumenta el riesgo de convertirse en un abusador. Adrian Peterson no es un caso aislado de un adulto que pierde el control mientras inflige disciplina física. Como adultos, con frecuencia llegamos a casa frustrados, cansados y enojados. No tenemos la paciencia para lidiar con lo que nuestros hijos puedan estar haciendo. Una vez que se golpea al niño que está irritándolo, se experimentará un enorme alivio. Y ese alivio agradable puede conducir a golpearlo aún más, aún más duro. Peterson admite que se pasó de la raya. ¿Por qué creer que eso no sucederá?

Lo más probable es que se cruce esa línea. Muy pronto, se dará permiso para golpear a los hijos incluso por la más mínima infracción porque se creará adicción a ese alivio que se obtiene al golpear a alguien indefenso. Y será difícil enfrentar el hecho de que se golpea a los hijos porque se siente bien.

4. Golpear a los hijos puede detener su mal comportamiento, pero los dañará a ellos y a la relación padres-hijos a largo plazo.

Las personas que creen que «más vale una nalgada a tiempo» suelen descartar el enorme cuerpo de investigación que muestra que golpear a los niños los convierte en adultos enojados y resentidos con problemas psicológicos y emocionales. Un gran metanálisis de estudios sobre los efectos del castigo encontró que cuanto más castigo físico reciben los niños, más desafiantes son hacia los padres y las autoridades, más pobres son sus relaciones con los padres, y es más probable es que terminen golpeado a una pareja o cónyuge. También son más propensos a sufrir problemas de salud mental, tales como ansiedad, depresión y problemas de abuso de sustancias, y menos propensos a empatizar con otros o a internalizar normas de comportamiento moral.

Una persona racional cambia sus creencias cuando la realidad resulta contradecir esas creencias.

Los datos muestran que el castigo debe ser apropiado para la edad y debe utilizarse cuando corresponda. Las nalgadas leves pueden ser aceptables para niños de 2 a 6 años, los niños mayores deben ser disciplinados de manera no violenta, y los padres con problemas de ira o tendencias abusivas deben evitar por completo la disciplina física. Según las estadísticas nacionales (en Estados Unidos), cerca de 125.000 niños fueron víctimas de abusos físicos lo suficientemente graves como para justificar la atención médica en 2012, y el 42% de esas víctimas eran menores de 6 años.

Incluso cuando se usa el castigo físico en un niño pequeño, se debe estar seguro de que el castigo es realmente el adecuado para la circunstancia. Una vez vi a un padre y a un hijo pequeño (de unos cinco años) en bicicleta por una carretera transitada, el padre seguía al hijo. El padre estaba fuera de sí mismo y muy enojado porque su hijo simplemente no mantenía su concentración en el camino. Todo parecía distraerlo. El padre finalmente perdió el control, bajó a su hijo de la bicicleta, y lo aplastó con fuerza hacia el suelo. «Lo que estás haciendo es peligroso», gritó, «¡Te podrían matar! ¡Tienes que poner atención!» Lo que el padre no entendió es que su hijo pequeño no era capaz de ignorar todas esas distracciones. Su hijo estaba siendo castigado por no hacer algo que era incapaz de hacer. Un niño de esa edad es más capaz de seguir a alguien en bicicleta que de conducir. La razón de esto es biológica: el autocontrol y el enfoque es la función de los lóbulos frontales del cerebro, y los lóbulos frontales no están completamente desarrollados o completamente conectados con el resto del cerebro hasta principios de la edad adulta.

5. Es ilegal golpear a niños en más de treinta países en todo el mundo.

¿Por qué estamos tan atrasados en pensar que la agresión contra los niños acaba con la agresión a largo plazo? Si golpear a los niños es la manera más segura de reducir los delitos y fomentar el buen comportamiento, entonces ¿por qué en algunos países donde se golpea a los niños como Estados Unidos por ejemplo, existe la población carcelaria más grande del mundo?

6. El castigo físico NO es más frecuente en ciertas comunidades.

El ex estrella de la NFL Charles Barkley defendió las acciones de Peterson, afirmando : «Soy un tipo negro... Soy del sur... azotamos... hacemos eso todo el tiempo. Todos los padres negros del sur van a estar en la cárcel bajo esas circunstancias.»

Sin embargo, una encuesta reciente mostró que ocho de cada diez afroamericanos y siete de cada diez caucásicos aprobaron castigar físicamente a los niños. Hay un video de un juez blanco sureño golpeando a su hija adolescente mientras su esposa mira y aprueba. La buena noticia es que la misma encuesta mostró que las calificaciones de aprobación de castigos físicos disminuyeron del 84% en 1986 al 70% en 2012 (en Estados Unidos).

7. Hay formas más efectivas de obtener el comportamiento que desea.

Supongamos que, como padre, se está más interesado en dar forma al comportamiento de los hijos que en usar el castigo físico como un medio para ventilar la propia ira y frustración. El simple hecho de observar el propio enojo es suficientemente aterrador para un niño pequeño. No es necesario agravar el miedo mediante el castigo físico. Aquí hay una forma simple de lograr el objetivo:

Si haces X, serás castigado. Si haces Y en su lugar, serás recompensado. ¿Cuál eliges?

Mientras los comportamientos y sus consecuencias sean específicos y claros, este enfoque es un medio muy eficaz para dar forma al comportamiento. Permite a los niños sentir que tienen cierto grado de control sobre lo que les sucede y les enseña a buscar y considerar opciones. Incluso puede funcionar con el niño rebelde, niños particularmente desafiantes y difíciles de controlar.

Así que: es mejor utilizar el cerebro de adulto completamente desarrollado para descubrir formas inteligentes y no abusivas de hacer que los hijos hagan lo que se desea.

Derechos de autor Dr. Denise Cummins 19 de septiembre de 2014

28 de abril de 2016 - Actualización sobre lo que sucede cuando golpea a sus hijos: Cincuenta años de investigación que involucran a más de 160.000 niños demuestra inequívocamente que las nalgadas no solo son ineficaces como forma de disciplina, sino que son perjudiciales para la salud mental de niños y adultos.

A version of this article originally appeared in English.

publicidad
Acerca de
Denise Cummins Ph.D.

Dr. Denise Dellarosa Cummins, es autora de Good Thinking, The Historical Foundations of Cognitive Science, and Evolution of Mind.

Más de Denise Cummins Ph.D.
Más de Psychology Today
Más de Denise Cummins Ph.D.
Más de Psychology Today