Felicidad
¿Cuál es el problema del utilitarismo?
Utilidad y justicia
16 de noviembre de 2020 Revisado por Lybi Ma
Las consecuencias de nuestras acciones son importantes. Pero si el utilitarismo tiene razón, entonces las consecuencias son todo lo que importa. ¿Eso es verdad?
El principio central de la teoría moral utilitaria, el principio de utilidad dice que una acción correcta es aquella que produce la mayor felicidad general. John Stuart Mill adaptó la teoría de Jeremy Bentham y declaró que la felicidad es el placer y la ausencia de dolor. Sin embargo, Mill aclaró que hay placeres más y menos elevados. Los placeres más elevados son los placeres del intelecto y los placeres menos elevados son los placeres de los sentidos. El resultado es que, moralmente hablando, no es solo la cantidad del placer lo que importa al utilitario, sino también la calidad.
En el lado positivo, si aplicamos esta teoría a nuestras vidas, podríamos volvernos menos egoístas y muchos de los problemas a los que nos enfrentamos podrían aliviarse. Esto es porque la felicidad de todos cuenta igual. El prejuicio y la discriminación no tienen lugar aquí, porque cada individuo cuenta de la misma manera al calcular la felicidad producida por nuestras acciones. Mill luchó por los derechos de las mujeres, en contra de la esclavitud y a favor de la justicia laboral, lo cual es consistente con sus convicciones utilitarias.
Sin embargo, hay algunas debilidades en esta teoría. La debilidad principal del utilitarismo tiene que ver con la justicia. Una objeción estándar al utilitarismo es que podría requerir que violáramos los estándares de justicia. Por ejemplo, imagina que eres juez en un pequeño pueblo. Alguien ha cometido un crimen y hay algo de malestar social que resulta en lesiones, conflictos violentos y algunos disturbios. Como juez, sabes que si sentencias a un hombre inocente a la muerte, el pueblo se tranquilizará y la paz se restaurará. Si lo liberas, habrá incluso más malestar y habrá más daños al pueblo y a la gente. El utilitarismo parece requerir castigar a un inocente en ciertas circunstancias, como esta.
Está mal castigar a una persona inocente porque viola sus derechos y es injusto. Pero para los utilitarios, todo lo que importa es la ganancia neta de felicidad. Si la felicidad de la mayoría se incrementa lo suficiente, puede justificar hacer que una persona (o varias) sean miserables para beneficio de los demás. El utilitarismo requiere que uno cometa acciones injustas en ciertas situaciones, y debido a que esto es fundamentalmente defectuoso. Algunas cosas nunca deberían hacerse, sin importar las consecuencias positivas que podrían surgir.
El razonamiento de moral utilitario es prevalente en nuestro diálogo político y moral. Las consecuencias tienen su lugar y deben considerarse, pero también debemos pensar sobre otros principios morales, las virtudes relevantes, derechos humanos y lo que nuestras elecciones y juicios dicen sobre nosotros. Las consecuencias importan, pero no son todo lo que importa. La moralidad se trata más de las consecuencias para nuestras propias acciones.
Estoy en Twitter.
A version of this article originally appeared in English.