Cómo decodificar tu uso de las redes sociales

Fuente: Gabrielle Henderson/Unsplash

El estado actual de nuestra relación con las redes sociales es complicado. El debate popular sobre si es inherentemente bueno o malo es inútil frente a la realidad de que, nos guste o no, han llegado para quedarse. Al pensar en las redes sociales, es importante reconocer que el contexto importa. Para entendernos a nosotros mismos en el panorama digital, tenemos que profundizar en los factores matizados que dan forma a nuestra experiencia.

La investigación muestra que las redes sociales contienen un potencial dinámico de impacto emocional positivo y negativo en el usuario, dependiendo de cómo y por qué las estamos usando en un momento dado (Bekalu et al., 2019). Un elemento clave del poder de las redes sociales es su capacidad para mantenernos usándolas en piloto automático, donde no nos damos cuenta del tiempo que ha pasado o incluso de cómo nos ha hecho sentir la experiencia. Para ayudar a las personas a tomar decisiones más conscientes en las redes sociales, hemos desglosado varios paradigmas de comportamiento en línea (a continuación se comparten tres ejemplos comunes). Al observar las formas específicas en que nos involucramos en línea, podemos aprender a hacer conscientes nuestros patrones inconscientes.

Navegar sin sentido

Imagina la sensación que te sobreviene a altas horas de la noche, justo antes de dormir. Tu mente está ocupada catalogando la lista de tareas pendientes de mañana y sientes una sensación de ansiedad. Con un reflejo tomas tu teléfono y sientes al instante que el estrés comienza a desaparecer. Los pensamientos que corren por tu mente hiperactiva se desvanecen en segundo plano a medida que te desplazas por tu feed. Este es un ejemplo del paradigma al que nos referimos como "navegar sin sentido". Es el equivalente de un chupón para adultos para los sentimientos incómodos que experimentamos (aburrimiento, agotamiento, estrés, soledad). Es una pausa reconfortante de contenido visualmente agradable diseñado para calmarnos y distraernos a pedido.

Si bien puede parecer lo suficientemente inofensivo, podemos convertirnos rápidamente en adictos a este mecanismo de afrontamiento. Cada vez que un pensamiento, recuerdo o emoción desagradable entra en nuestras mentes o cuerpos, nuestro centro del miedo (llamado la amígdala) nos dirige inconscientemente a usar nuestros teléfonos (Cozolino, 2020). Esto nos distrae de nuestro estrés y simula una sensación de homeostasis. Desafortunadamente, el alivio temporal que nos proporciona es solo una solución rápida, y los problemas que estamos tratando de evitar eventualmente nos alcanzarán.

Si te notas en este paradigma: haz una pausa, toma un descanso de 10 minutos de la tecnología y haz algo para darle a tu mente la oportunidad de volver a un nivel básico de excitación. Recuerda, cuanto más estresado estés, más probable es que te involucres de esta manera. Navegar sin sentido es una distracción efectiva, pero la atención plena es un recurso mucho más sostenible. Escanea mentalmente tu cuerpo para conectarte con tus emociones, en lugar de continuar evitándolas navegando.

La validación de lo que publicamos

Ahora, imagina que acabas de terminar las fiestas. A medida que examinas tu colección de fotos, aterrizas en una de tus favoritas: una fotografía improvisada en la mañana de Navidad. No es una imagen halagadora de ti, la casa es un desastre y tus hijos no se han bañado, pero la alegría en las caras de todos es inconfundible. Sonríes para ti sobre el dulce recuerdo. Justo antes de publicarla en línea, te encuentras con un pensamiento contradictorio: temes que una foto como esta no te dé los "me gusta" y los elogios que anhelas. Es un miedo ridículo e irracional, pero es lo suficientemente fuerte como para hacerte dudar de ti mismo. En su lugar, decides publicar algo más pulido. Nos referimos a este comportamiento en línea de búsqueda de aprobación como un paradigma llamado "validación de lo que publicamos".

Este paradigma es una extensión de nuestro deseo humano de ser aceptados y amados. Las redes sociales nos proporcionan un entorno donde podemos adquirir validación en forma de me gusta, comentarios, vistas y compartidos. La aprobación actúa como una moneda que usamos para medir nuestra autoestima. Este es el problema: cuando a tus seguidores "les gustan" tus fotos perfectamente seleccionadas, subconscientemente refuerza la idea de que tu verdadero yo (desordenado, imperfecto y a menudo contradictorio) no es suficiente. En lugar de aumentar nuestra confianza, esa codiciada validación nos hace entrar en pánico porque estamos tan desesperados por seguir el ritmo de la farsa.

Si te atrapas en este paradigma: comparte la foto. Nota y contrarresta activamente tu inclinación a acumular validación mostrándote en tus redes sociales como la versión más auténtica de ti mismo. Eso significa ir en contra del impulso de cambiarte para ser aceptado por los demás. Al final, la autenticidad es literalmente un requisito para una verdadera conexión y pertenencia (Brown, 2021).

El post de autoexpresión

Imagina que llegas a casa después de un largo día de trabajo. Tus días son agotadores, pero logras evitar el agotamiento volviendo a casa y participando en tu pasión creativa: la poesía. El agotamiento del día se contrarresta con la energía de conexión a tierra que obtienes al colocar el bolígrafo en el papel. Disfrutas el proceso, y cuando terminas, te encanta compartirlos en tu cuenta de TikTok. Esta salida ofrece espacio para explorar una nueva parte de ti mismo, expresar una pasión fuera de tu trabajo y vida diaria y conectarte con otros creativos. Has escrito poesía toda tu vida, pero ser parte de una comunidad virtual más grande te ha alentado a perfeccionar esta habilidad y apreciarla como una parte de tu vida que no está impulsada por otra cosa que no sea la expresión creativa. Este es un ejemplo de un paradigma al que nos referimos como "El post de autoexpresión".

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Los frecuentemente ignorados aspectos positivos de las redes sociales

A diferencia de los dos primeros paradigmas, este tipo de interacción tiende a tener resultados más positivos en nuestra salud mental. Esto se debe en gran medida a que obtenemos alegría y satisfacción de participar en el proceso, no del producto o los elogios de los demás. Para la mayoría de nosotros, la forma en que nos ganamos la vida está separada de las habilidades creativas y los intereses que tenemos. Las redes sociales proporcionan una plataforma accesible para que cualquier persona se exprese de maneras que no podría o no haría de otra manera. Este paradigma puede proporcionar una forma alegre y gratificante de involucrarte con tus pasiones y descubrir nuevas partes de ti mismo.

Si te encuentras en este paradigma: reconoce el efecto positivo que está teniendo en tu vida. Practica la gratitud por las amistades cibernéticas que has desarrollado y expresa lo mucho que significan para ti. Al reconocer el bien que este paradigma en particular aporta a tu vida, te orientas hacia la positividad y será más probable que te involucres en las redes sociales de esta manera, en lugar de uno de los otros paradigmas menos productivos.