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Adaeze y Mark se agitaron en el sofá frente a mí en mi consultorio de terapia. Ella miró hacia su bolso al ritmo familiar de su teléfono vibrando. Era obvio que se sentían frustrados.
Nos habíamos reunido varias veces para abordar la desconexión sexual que habían experimentado en los últimos años. Era una historia que había escuchado muchas veces antes. Se amaban y tenían una buena relación sin grandes problemas, pero habían perdido la chispa que una vez disfrutaron.
Como muchas parejas, el sexo era caliente, divertido y sin esfuerzo al comienzo de la relación. Pero con los años, a medida que las demandas del trabajo y la familia se volvieron más grandes, Adaeze encontraba cada vez más difícil entrar en el estado de ánimo. Cuando tenían sexo, ninguno se sentía muy satisfecho. Habíamos probado algunas de las técnicas de terapia sexual más tradicionales para aumentar su libido, pero nada hizo mucha diferencia. "No importa lo que haga, parece que no puedo apagar mi mente", se quejó. "Siempre hay una lista de tareas pendientes".
Me di cuenta de que esta declaración (no puedo apagar mi mente) era una que escuchaba más y más a lo largo de los años. Mientras contemplaba su caso, empecé a preguntarme: ¿es posible que esto no sea un problema sexual, sino un problema de mente distraída?
Decidí contactar a mi primera supervisora de terapia sexual, Ruth Sherman, Ph. D., LMFT para preguntarle si este era un problema que recordaba de sus décadas como terapeuta sexual desde los años 70 hasta 2008. Llamé a Ruth específicamente porque se había retirado de ver clientes justo antes de que las redes sociales y los teléfonos inteligentes se apoderaran de nuestras vidas.
"¿Qué recuerdas de la capacidad de concentración de tus clientes?" Pregunté. "Honestamente, Emily, pasé algún tiempo pensando en tu correo electrónico y tu pregunta antes de nuestra llamada telefónica de hoy, y tengo que decir, en mis más de 30 años de dirigir una de las prácticas de terapia sexual más concurridas en Houston, no puedo recordar a un cliente que se quejara del tipo de cosa que estás describiendo. Claro, teníamos clientes que eran "vigilantes del orgasmo" o "vigilantes de la erección". “Teníamos clientes que se distraían por preocupaciones de imagen corporal. Pero no recuerdo a ningún cliente que sintiera que no podía calmar su mente".
Resulta que la distracción se ha convertido en un gran problema. El neurocientífico Adam Gazzaley escribe en su libro, The Distracted Mind, que "Parece que hemos perdido la capacidad de hacer una sola tarea... actuamos como si ya no nos interesara o pudiéramos permanecer ociosos y simplemente no hacer nada... donde solíamos leer, ahora rumiamos”. ¿Podríamos estar de manera similar rumiando a través del sexo, lo que resulta en que nos sintamos insatisfechos, desconectados y, en última instancia, desinteresados?
La multitarea causa estragos en nuestra capacidad de concentrarnos y aumenta significativamente nuestros niveles generales de estrés. Un estudio encontró que los empleados de oficina se enfocan por un promedio de solo 11 minutos antes de ser interrumpidos por un correo electrónico, una llamada telefónica o un toque en el hombro y que toma un promedio de 25 minutos para recuperar el enfoque en la tarea en cuestión.
Otro estudio de trabajadores de la información encontró que cuando el correo electrónico se retiraba durante cinco días, las personas realizaban menos tareas múltiples, se enfocaban más en las tareas y tenían una respuesta más baja al estrés físico, medido por la variabilidad de la frecuencia cardíaca (Mark, Voida y Cardello, 2012).
¿Cuándo fue la última vez que tuviste una comida completa sin revisar tu teléfono inteligente? ¿Te enfocas en tu cuerpo durante el ejercicio, o simultáneamente estás tratando de aprender de un podcast que se reproduce en tus auriculares? ¿Cuántos minutos de tiempo ininterrumpido pasas jugando con tus hijos? ¿Es culpable de responder a un mensaje mientras está parado en un semáforo en rojo? Incluso cuando estamos tratando de relajarnos frente a la televisión, muchos de nosotros navegamos periódicamente por Internet en nuestros teléfonos al mismo tiempo. Todos hemos pasado por eso.
Y pregúntate a ti mismo, asumiendo que tu respuesta a una de estas preguntas es sí, si hacer muchas multitareas durante todo el día, es razonable pensar que serás capaz de concentrarte (realmente enfocarte) durante el sexo?
Creo que a medida que la tecnología evoluciona, estamos entrenando nuestros cerebros para enfocarnos en muchas cosas a la vez, lo que hace que sea más difícil enfocarnos en cualquier tarea cuando queremos. Piensa en ti mismo como una computadora, cuantos más navegadores tengas abiertos, más lenta será tu velocidad de procesamiento.
Nuestras mentes distraídas hacen que sea difícil prestar atención a las señales sexuales, lo que a su vez hace que sea más difícil sentirse sincronizado con nuestra pareja. Esto inhibe nuestra capacidad de sumergirnos en los placeres sensuales del sexo. Además, el aumento de la respuesta al estrés que experimentamos como resultado de la multitarea hace que sea más difícil para las personas relajarse lo suficiente al final del día para incluso entrar en el estado de ánimo para el sexo.
Le pregunté a Adaeze cómo la distracción afectaba otras áreas de su vida. Por supuesto, admitió sentirse demasiado ocupada la mayor parte del tiempo. Decidí cambiar nuestro plan de tratamiento.
¿Qué hacemos?
La atención plena ayuda a algunas personas (Newcombe & Weaver, 2016; Stephenson & Welch, 2020). Cuando ocurren pensamientos intrusivos o distracciones, la atención plena nos enseña a responder sin juzgar. Esto disminuye la frustración que sentimos por las distracciones y nos ayuda a reenfocarnos en el placer y la sensación. Pero esto no es suficiente. No olvides la investigación citada anteriormente que destaca cuánto tiempo les toma a los trabajadores reenfocarse en una tarea después de ser interrumpidos. La mayoría de las personas ni siquiera tienen relaciones sexuales durante el tiempo que tomaría para volver a centrarse en ella después de una interrupción.
Tenemos que ir un paso más allá. Tenemos que minimizar el número de distracciones que entran. Esto comienza con cultivar una vida ininterrumpida
Si aún no has visto el documental "El Dilema Social", te recomiendo verlo. Casi todos los ex ejecutivos de redes sociales entrevistados para este documental desalientan el uso de las redes sociales. Por lo menos, desactiva tus notificaciones para el correo electrónico, redes sociales y cualquier otra aplicación que te pite. Cuando trabajes, concéntrate en el trabajo. Cuando hagas ejercicio, concéntrate en tu cuerpo. Cuando comas, saborea tu comida.
Le pedí a Adaeze que viviera así durante unas semanas y luego reevaluara cómo se sentían las cosas sexualmente. No fue fácil, pero hizo un esfuerzo concertado. Estoy feliz de informar que ella notó una gran diferencia. Se sentía más tranquila y generalmente más relajada. Notó que era más fácil concentrarse en las cosas que importaban. Y, lo más importante, ella y Mark se reconectaron de una manera que no había sucedido por mucho tiempo.
Imagen de Facebook: palidachan / Shutterstock
A version of this article originally appeared in English.
