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Verificado por Psychology Today

Relaciones

¿Tienes una imagen congelada de tu pareja?

Ver a tu pareja a través de un lente congelado vuelve imposible la intimidad.

Los puntos clave

  • Las palabras "nunca" y "siempre" son claves que muestran que tienes congelada a tu pareja en un lugar.
  • Sostener a tu pareja en una imagen congelada dificulta que se acerque a ti.
  • Reemplazar las palabras "siempre" y "nunca" con "a veces" es un buen paso para derretir una imagen congelada.
  • La curiosidad y asumir la responsabilidad personal son pasos importantes para descongelar a tu pareja.
Steven Lek, Wikimedia Commons
Fuente: Steven Lek, Wikimedia Commons

De todas las muchas formas de sabotear la intimidad en una relación, pocas cosas son tan destructivas como tener una imagen congelada de tu pareja. Simultáneamente la encierra en una imagen negativa en tu cerebro, la insulta y la aleja incluso cuando dices que quiere que se acerque.

¿Qué es una imagen congelada y cómo sabemos si estamos creando una? Aquí está una de las pistas más fáciles: Cada vez que comienzas una oración con las palabras "Tú siempre" o "Tú nunca" y terminas la oración con algún tipo de crítica explícita o implícita, las estás sosteniendo en una imagen congelada. "Siempre te callas cuando trato de hablar contigo". "Nunca me demuestras que te preocupas por mí". "Siempre me criticas". La lista es interminable. Los resultados son consistentes: Arrojas a tu pareja a una isla negativa y le haces imposible salir, incluso si quiere intentarlo después de escuchar tales declaraciones.

¿Por qué hacemos esto y cómo podemos detenernos? Hay varias razones por las que se pueden desarrollar imágenes congeladas en una relación, y se pueden arreglar cada vez más cuanto más tiempo permanezcan en su lugar. Por lo general, comienzan después de que sentimos que nos han lastimado de alguna manera: comienza como una forma de protegernos de más lesiones.

Si decimos que nuestra pareja "siempre" actúa de una determinada manera, o "nunca" de otra, al menos podemos sentir una medida de seguridad y control en la relación. Los conocemos y sabemos quiénes son, así que al menos no habrá sorpresas a ese respecto.

Pero imagina lo que es estar en el extremo receptor de ese tipo de proyección, o tal vez puedas recordar que a ti mismo te dijeron esas cosas. Puede causar confusión, enojo e incertidumbre. "Espera", podrías pensar. "¿Es eso realmente cierto? ¿Realmente soy tan malo?” La respuesta es no, no eres tan malo, tu pareja no es tan mala, y ninguno de nosotros es "siempre" o "nunca" de una forma u otra, ciertamente no en un sentido negativo.

¿Cómo derretir esas imágenes congeladas? ¿Cómo aprendemos a ver a nuestra pareja más plenamente? El primer paso es atraparte en el acto: Mantente atento a las palabras "siempre" o "nunca" que salen de tu boca cuando piensas o hablas con tu pareja. (Y sí, una imagen mental congelada que solo pensamos pero no decimos en voz alta también es un problema para nuestra relación.)

El siguiente paso es cambiar las palabras "siempre" o "nunca" por "a veces", como en "A veces te callas cuando trato de mencionar un tema difícil" o "a veces te retiras cuando digo que me gustaría hablar". Sentirás al usar la palabra "a veces" un ablandamiento por dentro, frente a una dureza con las palabras "siempre" y "nunca".

El siguiente paso es reemplazar tu certeza sobre quién es tu pareja con curiosidad y, con eso, hacer una pregunta en lugar de hacer una declaración definitiva. Como en "A veces, cuando quiero hablarte sobre un tema difícil, parece que empiezas a alejarte. ¿Es eso cierto?" ¿Puedes sentir cuánto más atractiva será para tu pareja cuando te acerques a ella de esta manera?

Y el último paso es asumir la responsabilidad personal: ¿Qué estás haciendo para que esto suceda y hay algo que puedas hacer para cambiarlo? "¿Hay alguna manera de que pueda plantear temas difíciles que te faciliten la respuesta? No quiero alejarte cuando mencione esto. Solo lo hago para que podamos estar más cerca".

Si tu objetivo es crear intimidad en tu relación, debes asegurarte de no hacer cosas para sabotearla. Prueba estos sencillos pasos y ve si marcan la diferencia. No estoy diciendo que "siempre" sea así, pero ciertamente lo es a veces.

A version of this article originally appeared in English.

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Acerca de
Josh Gressel Ph.D.

El Dr. Josh Gressel, es psicólogo clínico en el área de San Francisco Bay y estudiante de misticismo judío.

Online:
joshgressel.com
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