Skip to main content

Verificado por Psychology Today

Relaciones

¿Qué hago si siento que hay algo mal en mí?

Los pensamientos negativos nos han afectado a todos, esta es la forma de silenciarlos.

pixabay/pexels
¿Hay algo mal conmigo?
Fuente: pixabay/pexels

Todos hemos sentido que tenemos algo de malo. A menos de que nos educaran unos ñus amorosos en una isla desierta, es probable que durante nuestra infancia, adolescencia o vida adulta nos dijeran algunas de estas críticas:

¡No hagas eso!

¡Eres demasiado sensible/flojo/gordo/tonto/energético/callado!

¡¿Por qué no puede ser más como tal o cual?!

¡No deberías hacer eso! ¡Basta! ¡No te aplicaste lo suficiente!

¡Podrías haberlo hecho mejor!

¡Esa ropa no se te ve bien!

¡Deberías avergonzarte!

¡No te comas eso!

¡Es tu culpa!

¡Eres una niña mala!

¡Yo hago todo por ti y tú eres tan egoísta y malagradecido!

Conforme pasa el tiempo, el mensaje se va haciendo cada vez más fuerte y claro: Hay algo inherentemente malo en nosotros. Y desde entonces llevamos esa carga.

Estos son cuatro ejemplos de cómo tendemos a pensar que tenemos algo de malo:

  • Cuando una persona no quiere volver a salir con nosotros, nos preguntamos si hicimos o dijimos algo "mal". Padecemos de ansiedad durante las citas y estamos completamente seguros de que resultamos poco atractivos para nuestra cita.
  • Nos divorciamos y sentimos que fue porque estamos dañados y no se nos puede amar.
  • Cuando nos vemos en el espejo y ponemos hasta las arrugas más pequeñas bajo escrutinio.
  • Cuando no nos dan un trabajo y nos sentimos insuficientes.

Tal vez en algún momento sentimos que todo este sufrimiento es culpa de las personas que nos dijeron esas cosas y nos hicieron sentir mal. Es comprensible. Pero aunque nada excusa lo que dijeron o hicieron, me gustaría extender una invitación para que recordemos que a ellos también los educaron de manera que creyeron que había algo malo con ellos. Lo que dijeron e hicieron a fin de cuentas fue el resultado de su propio sufrimiento. No tuvo nada que ver con nosotros.

Tampoco es nuestra culpa haber interiorizado los mensajes negativos. No sabíamos que habían más opciones. Este proceso es parte de ser humano.

TODOS tenemos un crítico interno (nuestro ego) que ha perfeccionado los mensajes internos negativos, una especie de ansiedad y pensamientos oscuros que nos atacan y generan una mente angustiada. Gira una y otra vez, enfocándose con nuestro dolor percibido, fallas y fracasos. Se especializa en perseguirnos con ejemplos de cómo hay algo de malo en nosotros. Por esa razón, lo llamo el Ser Decepcionante.

El Ser Decepcionante

El Ser Decepcionante tiende a tener una mente propia. Con que le permitamos avanzar un centímetro, avanzará por su cuenta un kilómetro, lo que significa que a más creamos los pensamientos negativos, más pensamientos negativos habrán.

Cuando se trata de citas y relaciones, el Ser Decepcionante es responsable por todos esos patrones que nos llevan a callejones sin salida, desde criticar a nuestras parejas hasta miedo al abandono, no sentirse merecedor de la relación y ser sumamente demandante.

Lleno de experiencias y emociones reprimidas, usualmente desde la infancia, nuestro Ser Decepcionante intenta "protegernos" repitiendo patrones e ideas falsas, como si quisiera demostrarnos que son reales. Por ejemplo, si no nos consideramos dignos de ser amados, nuestro Ser Decepcionante buscará una experiencia que validará esa falsa creencia. Si inconscientemente tenemos miedo al compromiso o no creemos que merecemos amor de verdad, nuestro Ser Decepcionante nos encontrarán parejas que también le temen al compromiso. Cuando está en el asiento del conducto, es imposible lograr una relación saludable, atraemos constantemente al mismo tipo de parejas mientras que saboteamos el amor y la intimidad como una forma de protegernos a nosotros mismos.

No tiene que ser así. Es más fácil silenciar al Ser Decepcionante de lo que creemos. Solo tenemos que encontrarnos con su archienemigo.

Nuestra identidad Diamante

La identidad Diamante es nuestra identidad más apasionada, dinámica y llena de amor propio. En cada aspecto de nuestras vidas, se construye sobre todos nuestros éxitos anteriores. Es el "yo" que actúa de maneras que nos gustan, que disfrutamos, respetamos y admiramos, es la mejor versión de nosotros mismos.

Nuestra identidad Diamante viene de la intuición del corazón y de los pensamientos constructivos cuando nos relacionamos con nosotros mismos y con los demás. Aparece cuando nos afirmamos a nosotros mismos y a nuestras necesidades como importantes, trabajamos para superar nuestros miedos, nos volvemos más auténticos y pedimos lo que queremos y realmente necesitamos. Y ayudamos a los demás a hacer lo mismo. Cuando operamos a partir de nuestra verdadera identidad Diamante, tendemos a decir y hacer cosas que al final del día benefician a todos los involucrados. Tenemos completo acceso a nuestros dones, ya sea un sentido del humor peculiar, sensibilidad estética, habilidades analíticas, comprensión intuitiva de la gente, o cualquier cantidad de características.

Sin importar qué tan estancados estemos en nuestro sufrimiento por sentir que hay algo malo en nosotros, sigue siendo posible poner a nuestra identidad Diamante en el papel protagónico y reducir los patrones de sabotaje, autodesprecio y reflexión incesante. Solo se trata de elegir a qué le queremos dar nuestra atención.

Estas son algunas maneras para silenciar al Ser Decepcionante y ponerle fin al sentimiento de que hay algo malo en nosotros.

Visualizar la desaparición del Ser Decepcionante

Recordemos una imagen de nosotros en un momento en el que estábamos particularmente ansiosos, autocríticos, dudosos de nosotros mismos, invisibles, de poco mérito, rechazados, abandonados o no merecedores de amor, un momento en el que los mensajes negativos nos estaban asfixiando. Este es el Ser Decepcionante.

Luego, recordemos una imagen de nosotros mismos en un momento en el que nos sentimos sumamente vivos, felices y libres. Esta es nuestra imagen de identidad Diamante. Ahora, imaginemos que se la arrojamos a la cara al Ser Decepcionante. Observemos como destruye por completo al Ser Decepcionante.

Ahora, en repetición instantánea, imaginemos a nuestro Ser Decepcionante otra vez, la identidad Diamante le arroja una granada y lo hace explotar de nuevo.

Repitamos esta imagen muchas veces más, cada vez con mayor velocidad.

Hagamos esto hasta que ya no podamos formar una imagen clara del Ser Decepcionante. Cada que sea necesario sentirnos cómodos y tranquilos con nosotros mismos o alrededor de otras personas podemos repetir el proceso en cámara rápida.

Practicar la consciencia plena

La consciencia plena es la práctica de llevar nuestra atención hacia el presente. Por naturaleza, nuestras mentes tienden a ponerse en sobremarcha, desviándose hacia pensamientos obsesivos sobre el pasado o el futuro, lo que lleva a estrés y ansiedad. Todo esto alimenta al Ser Decepcionante. La práctica de consciencia plena nos permite separarnos de todos esos pensamientos, con solo permitirles entrar y salir de nuestras mentes sin que reaccionemos a ellos.

Intentemos esta técnica: Pasar algunos minutos solamente respirando, sentados en un lugar tranquilo. Con cada respiración, observemos nuestras inhalaciones y exhalaciones. Permitamos que fluya naturalmente. No hay que pensar en ello, simplemente hay que estar conscientes de la respiración. Cuando entren pensamientos a nuestras mentes (porque lo harán), solo dejemos que vaya y venga, como si cada pensamiento fuera una hoja que se lleva el viento, volando cada vez más lejos de nosotros.

De manera similar, cuando nos encontremos descendiendo hacia el Ser Decepcionante y empiecen a aparecer esos pensamientos y comportamientos críticos y negativos, no los juzguemos ni nos enganchemos con ellos, incluso los pensamientos sobre cómo hay algo malo en nosotros. Permitamos que esos pensamientos pasen sin tocarlos.

Dar mucho amor

Este es un pequeño secreto sobre el Ser Decepcionante: Es muy similar a un niño pequeño haciendo un berrinche para obtener atención y afecto. Cuando reaccionamos a nuestro Ser Decepcionante al enojarnos con nosotros mismos o engancharnos a todos los pensamientos negativos sobre algo relacionado con nosotros, solo empeoramos las cosas. Pero cuando atendemos cariñosamente a este aspecto de nosotros mismos, nos calma. Así que, la próxima vez que tengamos pensamientos negativos, enviemos amor hacia la parte de nosotros mismos que lo está pensando. A menos atención le demos a sus críticas, más silencioso se vuelve.

A version of this article originally appeared in English.

publicidad
Acerca de
Diana Kirschner Ph.D.

Dra. Diana Kirschner, psicóloga y experta invitada frecuente del The Today Show, autora del bestseller Love in 90 Days: The Essential Guide to Finding Your Own True Love.

Más de Diana Kirschner Ph.D.
Más de Psychology Today
Más de Diana Kirschner Ph.D.
Más de Psychology Today