Redes sociales
¿Qué es exactamente el doomscrolling y cómo nos afecta?
Una nueva investigación confirma una variedad de impactos adversos en la salud mental y emocional.
21 de agosto de 2024 Revisado por Monica Vilhauer Ph.D.
Los puntos clave
- El doomscrolling se relaciona con pasar tiempo viendo noticias perturbadoras en redes sociales.
- Una nueva investigación confirma una variedad de impactos mentales y emocionales adversos.
- Ver noticias perturbadoras en las redes sociales puede ser una fuente de trauma indirecto y retraumatización.
- Es esencial ser conscientes de nuestros hábitos en línea y hacer ajustes que protejan la salud mental.
Podría ser temprano en la mañana, tal vez incluso antes de levantarte de la cama, o en cualquier momento del día a partir de entonces. Comienza con una notificación. Solo planeas responder a ese mensaje de texto, pero luego, dado que ya estás en tu teléfono inteligente, decides revisar tu correo electrónico, antes de pasar a las redes sociales, que tienen su propia atracción gravitacional donde una noticia, publicación o comentario conduce a otro, y a otro, y a otro, etc. Antes de que te des cuenta, media hora ha desaparecido y te sientes estresado, ansioso, sobreestimulado, fatigado y emocionalmente irritado.
Recientemente ha surgido un nuevo término que encapsula sucintamente el fenómeno del desplazamiento interminable que consume atención en las redes sociales: "Doomscrolling" como se le dice en inglés. El doomscrolling se relaciona específicamente con pasar tiempo en contacto con noticias perturbadoras a través de las redes sociales, incluidas, entre otras, conspiraciones, conflictos políticos intensos/emocionales o eventos violentos, a menudo hasta el punto en que se vuelven compulsivos. Si bien puede parecer solo otro hábito esencialmente benigno o neutral para perder el tiempo, una nueva investigación de la Universidad de Flinders en Australia demuestra que puede afectar significativamente la salud mental-emocional y el bienestar e incluso alterar la percepción de la realidad de las personas.
Los investigadores encuestaron a 800 estudiantes universitarios de dos culturas claramente diferentes, Estados Unidos e Irán, para explorar cómo el consumo excesivo de noticias negativas en las redes sociales puede afectar sus pensamientos y sentimientos relacionados con sus vidas. Se les pidió a los participantes que respondieran con qué frecuencia hacían doomscrolling a través de las redes sociales, qué tan ansiosos se sentían por su existencia, si creían que el mundo es un lugar justo y cómo se sentían por la humanidad en general.
Según este estudio, revisar habitualmente las redes sociales, particularmente cuando se trata de historias negativas, perturbadoras o traumáticas, está relacionado con cambios en la forma en que vemos a otras personas, nuestra sensación general de seguridad y de vida. El doomscrolling hace que las personas sean más propensas a sospechar y desconfiar de los demás, e incluso puede provocar una sensación de desesperación existencial de que la vida carece de significado real.
Resulta que, lejos de ser una actividad inofensiva, el doomscrolling puede afectar negativamente la forma en que vemos a las personas y al mundo que nos rodea. Tanto en los participantes estadounidenses como en los iraníes del estudio, el doomscrolling se asoció con ansiedad existencial: preocupaciones sobre la existencia, la vida y la muerte. No es de extrañar que tanta gente parezca atraída por los videos de gatos.
La nueva investigación también parece confirmar lo que la experiencia vivida ha sugerido durante algún tiempo: que ver noticias perturbadoras en las redes sociales puede ser una fuente de trauma indirecto, en el que alguien tiene efectos psicológicos angustiantes aunque no haya experimentado el trauma directamente. La exposición extensa a información e imágenes relacionadas con eventos traumáticos puede provocar síntomas similares al trastorno de estrés postraumático (TEPT) que incluyen ansiedad, depresión, ira, desconfianza y desesperación. Extendiendo esta dinámica, parece extremadamente probable que doomscrolling someta a las personas que han experimentado un trauma previamente, ya sea que tengan TEPT o no, a un retraumatismo y un empeoramiento de su angustia basada en el trauma.
Fisiológicamente, el doomscrolling cambia la actividad del sistema nervioso al activar las reacciones de lucha-huida basadas en el estrés de la división simpática del sistema nervioso autónomo que ocurren cuando nos sentimos inseguros. Se trata de una serie de reacciones que ocurren en respuesta a amenazas, ya sean reales y presentes (por ejemplo, alguien nos apunta con un arma) o percibidas, existiendo solo en el ámbito de nuestros pensamientos y las historias internas que esos pensamientos combinan para crear, o una sensación más vaga de que cosas terribles son inminentes.
Como resultado, la respiración se vuelve rápida y superficial, la frecuencia cardíaca aumenta, la presión arterial aumenta, la tensión muscular aumenta y se liberan cortisol y adrenalina. Debido a que la conexión mente-cuerpo es tan directa e íntima, esto conduce a un aumento de la ansiedad, el miedo, la depresión, la desconfianza e incluso la desesperación.
Todo esto refuerza lo importante que es para las personas practicar ser conscientes de sus hábitos en línea. Nuestra salud y bienestar mental y emocional requiere prestar atención consciente a cuánto tiempo pasamos en las redes sociales y ser más conscientes de las formas en que afecta nuestros pensamientos, emociones y relaciones, especialmente cuando se trata de noticias y eventos negativos. Cada día nos presenta la oportunidad de comenzar a hacer cambios para reducir la cantidad de ese tiempo y comenzar a tomar descansos regulares de las redes sociales y la exposición a contenido perturbador.
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A version of this article originally appeared in English.