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Verificado por Psychology Today

Lenguaje Corporal

Por qué las personas se te quedan viendo

Nuevas investigaciones sobre el lenguaje corporal explican por qué algunas personas se te quedan viendo.

mimagephotography/Shutterstock
Fuente: mimagephotography/Shutterstock

Estás sentada tranquilamente en el autobús, y, por alguna razón, la persona del otro lado del pasillo se enfoca con una mirada intensa en tus pies. ¿Te habrás puesto zapatos diferentes en tus prisas por salir de la casa? No, revisas y los zapatos son perfectamente iguales.

Tal vez estás corriendo en la caminadora del gimnasio y no puedes evitar sentir que la persona junto a ti te está observando (y tal vez juzgando). Ese sentimiento de ser observado aparece de manera casi imperceptible, y ni siquiera es claro cómo sabes que eres el objeto de la fijación visual de otra persona. En ese mismo sentido, tal vez tú eres quien está mirando fijamente. ¿Qué te lleva a observar personas aparentemente fuera de tu control consciente?

Un nuevo estudio realizado en la universidad de Londres por Hannah Scott y sus colegas (2018) está basado en la idea de que las personas se quedan viendo porque “en la comunicación no verbal, los rostros, y en particular los ojos tienen mucha información sobre el estado mental de una persona.” Explican que los ojos contienen “información socialmente relevante” porque cuando ves que alguien fija la mirada en ti, tienes alguna idea de lo que podría estar pensando. Sin embargo, como muestra el ejemplo de los zapatos, cuando alguien se te queda viendo, no se está fijando solo en los ojos.

Los autores británicos observan que las personas también se quedan viendo los labios de los demás para obtener pistas contextuales sobre lo que quieren decir al hablar. Si sientes que los ojos de alguien están enfocados en tu boca mientras hablas, no necesariamente significa que quieran un beso; podría ser que no te pueden oír muy bien. Las personas también observan tus manos si estás usando gestos al hablar, o tal vez están intentando entender lo que estás haciendo. La persona observándote en el autobús puede estar observándote mientras juegas algo en tu teléfono o tejes una bufanda. Tal vez tienes una habilidad que esa persona quiere aprender. Si esa persona está observando tus pies, podría ser para saber cuándo debe levantarse para salir de autobús en la siguiente parada.

El objetivo del estudio de Scott et al. fue determinar qué observan las personas mientras alguien más se está comunicando. ¿Miran el rostro de quien está hablando, y específicamente los ojos? O, ¿observan los gestos de las manos de la otra persona para obtener información? ¿Qué pasa si están observando a alguien hacer una labor manual? ¿Observan las manos de esa persona en este caso?

En otras palabras, los autores sugieren que las personas leen tu lenguaje corporal con el fin de obtener tanta información como sea posible, y dirigirán su mirada hacia la parte de tu cuerpo que les de esa información. Los autores notan que una de las razones por las que los magos son capaces de engañarte es porque alejan tu atención de sus manos haciéndote mirar sus rostros mientras mantienen un diálogo verbal. Distraer la atención es la clave para el éxito de muchos trucos de cartas y monedas, como tal vez te ha enseñado la experiencia.

Los 72 participantes universitarios del estudio en la Universidad de Londres vieron tres videos (de alrededor de dos minutos cada uno) que variaron de acuerdo con las actividades de los actores masculinos. Los investigadores registraron los movimientos oculares de los estudiantes mientras observaban al actor ya fuera viendo directamente al observador mientras daba un monólogo (sin gestos de manos), hablando mientras preparaba una taza de té, o haciendo una rutina de magia en la que tanto su habla como los movimientos de las manos desviaban activamente la atención del truco. Los investigadores también variaron la presencia o ausencia del sonido durante la actuación.

Durante la condición del monólogo, ya fuera con audio presente o no, los participantes pasaron la mayor parte del tiempo mirando el rostro del actor, pero no sus manos. En la tarea de hacer el té, apareció el patrón opuesto, como ocurrió también con la rutina de magia. Adicionalmente, observando solo el periodo en el que el actor miró directamente a la pantalla (alrededor de un 48 por ciento del video), los participantes veían más hacia los ojos que a la boca si en ese momento estaba sonando el audio. Sin el audio, en la condición de monólogo, los observadores parecían intentar descifrar lo que estaba diciendo el actor observando los movimientos de su boca. No había diferencias sistemáticas entre ojos y boca en los observadores cuando los actores llevaban a cabo la tarea musical o manual. Sin embargo, si el actor miraba directamente a la pantalla mientras llevaba a cabo la tarea manual, entonces los observadores estaban inclinados a fijarse en su rostro.

Los autores concluyeron que, en contraste con aseveraciones de investigaciones pasadas, no hay un sesgo general hacia mirar el rostro de alguien si se tiene la oportunidad. La única ocasión en la que las personas intentarán leer el rostro de alguien es si la persona está hablando. Si la persona está haciendo algo más, es la parte del cuerpo que se está moviendo la que atrae la atención del observador. Como concluyen los autores, “nuestras manos parecen tener un papel tan importante como los ojos para orientar la atención de la gente”. Sin embargo, si la persona mira directamente al observador mientras lleva a cabo una tarea manual, entonces el observador responderá del mismo modo mirando el rostro del individuo (esta es la razón por la que los magos hablan tanto). Cuando la mirada de alguien va dirigida hacia ti, entonces tu tendencia será mirarlo fijamente de vuelta a manera de “reconocimiento no verbal”. Por lo tanto, observar a alguien que te está mirando se vuelve un aspecto clave de la comunicación no verbal.

Entonces, es natural mirar fijamente a alguien, especialmente si la persona está hablando muy bajo o haciendo algo interesante que podemos observar. Entonces, parece ser que lo que incomoda a la persona que es observada aparentemente es una discordancia entre qué tan apropiada es la situación y si presenta una base lógica para ser observada. Se siente raro ser el objeto de la atención completa de alguien si no iniciaste contacto visual o si no estás haciendo nada especial con tus manos o pies que acrediten una mirada fija. Un concurso de miradas puede ser divertido si ambos están jugando, pero extremadamente incómodo si eres un participante involuntario.

En resumen, ver fijamente a alguien es una parte natural de la comunicación diaria. Si estás haciendo algo interesante o si no eres fácil de escuchar (y quieres serlo), no te angusties si una persona te mira directamente. En esa misma línea, evita incomodar a otra persona mirándola demasiado. Sé consciente de lo que están haciendo tus ojos y tu comunicación no verbal será mucho más satisfactoria.

A version of this article originally appeared in English.

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Acerca de
Susan Krauss Whitbourne Ph.D.

La Dra. Susan Krauss Whitbourne, es profesora emérita de ciencias psicológicas y del cerebro en la Universidad de Amherts, Massachusetts . Su último libro es The Search for Fulfillment.

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