Para alcanzar metas, haz planes

Fuente: Suzy Hazelwood/Pexels

Aunque podemos establecer metas como aprender un nuevo idioma, terminar los proyectos de trabajo a tiempo y organizar los armarios, no siempre las completamos. Si bien la dificultad de la meta y la motivación que tenemos para embarcarnos en nuestro viaje para lograr la meta pueden influir en nuestra capacidad para alcanzar lo que establecimos, tener un plan es una de las formas más fáciles de prepararnos para el éxito.

Tener un plan para lograr nuestros objetivos puede ayudarnos a delinear los pasos necesarios para completar las tareas requeridas, lidiar con los obstáculos que surgen en el camino y permitirnos determinar el tiempo que llevará alcanzar cada uno de los pasos necesarios. La planificación nos permite enmarcar nuestro futuro al resaltar la forma en que podemos lograr el resultado deseado.

Relacionemos esto con una meta de relación. Sara y Daniel se han fijado el objetivo de pasar más tiempo de calidad juntos durante la semana. Son excelentes para establecer metas específicas y realistas, y acordaron que el tiempo de calidad implicaría una hora en la que participarían en una actividad conjunta o discutirían algo importante que ocurriera durante el día. Incluso llegaron a señalar que deberían reservar esta hora al menos cuatro veces por semana para que el objetivo se logre con éxito.

Aunque realmente pensaron en el objetivo, Sara y Daniel no crearon un plan para lograrlo. Pensaron que se explicaba por sí mismo, por lo que dejaron la meta como está y reanudaron sus rutinas. Daniel se ocupó en el trabajo y empezó a llegar tarde a casa. La meta se le escapó de la cabeza, y Sara no quería molestarlo. Una semana se convirtió en dos, y pronto el objetivo estaba fuera de la vista, fuera de la mente. Sara, sintiéndose un poco desconectada de Daniel, decidió que comenzarían una noche trabajando en un álbum de recortes de sus fotos favoritas. Más tarde esa noche, comenzó a reunir los materiales necesarios y se dio cuenta de que no tenía las fotos que quería. Abandonó la actividad por completo, dejándola para otro día. Ahora estaban en tres semanas sin progreso real.

En un estudio realizado por Achtziger, Gollwitzer y Sheera (2008) que examinó las intenciones de las personas de hacer dieta, encontraron que crear planes si-entonces aumentaba la tasa de logro de objetivos. Esto se debe a que los planes ayudaron a las personas a comenzar a avanzar hacia su objetivo y les impidieron desviarse del rumbo.

Si rebobinamos la situación a la reunión original para establecer metas, Sara y Daniel pueden decidir una lista de actividades que pueden hacer juntos y llegar a una línea de tiempo aproximada. Tal vez en la semana 1, comienzan con el álbum de fotos; en la semana 2, prueban un kit de preparación de comidas para la cena; en la semana 3, toman un curso de idiomas juntos, etc. Luego deciden que cada domingo por la mañana se asegurarán de crear un plan claro para comprar los suministros necesarios para la semana. De esta manera, cuando se sientan a participar en la actividad, ya saben que lo tienen todo. Además, configuran una alerta en sus teléfonos para los lunes, miércoles, viernes y sábados que les indique terminar su trabajo u otros compromisos aproximadamente una hora antes de que planeen pasar tiempo juntos. También se les ocurrió un conjunto de pautas, que implican silenciar sus teléfonos y apagar el televisor, para que sepan que no habrá distracciones externas.

La creación del plan les permite estar en sintonía con el proceso para lograr más tiempo de calidad. También les ayuda a anticipar cualquier obstáculo que pueda interponerse en su camino.