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Verificado por Psychology Today

Trastornos de la alimentación

Ortorexia, ¿alimentación saludable o trastorno alimenticio?

Una nueva investigación encuentra que la obsesión por la "alimentación sana" puede enmascarar un trastorno alimentario.

Daria Shevtsova/Pexels
Source: Daria Shevtsova/Pexels

Un médico llamado Stever Bratman creó el término “ortorexia” en 1996 como una manera de desafiar gentilmente a algunos de sus pacientes que parecían estar obsesionados con una alimentación saludable o “limpia”. La ortorexia no es un diagnóstico psiquiátrico formal pero ha ganado fuerza en la cultura popular para describir a las personas cuyas preocupaciones sobre la salud de lo que están comiendo empiezan a interferir con su bienestar. Algunos argumentan que la ortorexia es distinta a la anorexia, porque aquellos con anorexia están principalmente preocupados por los potenciales incrementos de peso, mientras que aquellos con ortorexia se preocupan por la pureza de lo que están comiendo.

Sin embargo, nuevas investigaciones publicadas en el diario de Trastornos Alimenticios sugieren que aquellos con tendencias ortoréxicas priorizan la pérdida de peso por encima de la salud al seleccionar sus alimentos. En otras palabras, la obsesión con “comer limpio” podría disfrazar un trastorno alimenticio más tradicional.

La anorexia nerviosa es un trastorno alimenticio que involucra un temor intenso a subir de peso o volverse gordo. El diagnóstico oficial de la anorexia requiere un “peso corporal significativamente bajo”. La mayoría de aquellos con anorexia también batallan con problemas de imagen corporal. Por otro lado, los investigadores han argumentado que la ortorexia se trata más de que la vida de uno esté dominada por una obsesión con las “reglas” de una alimentación saludable que de preocupaciones por la imagen corporal o el deseo de perder peso. La ortorexia también parece superponerse con el trastorno obsesivo compulsivo, llevando a algunos a argumentar que la ortodoxia es una versión de TOC con obsesiones y rituales enfocados en la comida.

Si la ortorexia es distinta a la anorexia, esperaríamos que las elecciones alimenticias de aquellos con ortorexia fueran motivadas por la salud percibida (o pureza). Por ejemplo, alguien con tendencias ortoréxicas debería preocuparse menos por la posibilidad de que un alimento cause un incremento de peso y preocuparse más por los nutrientes en los alimentos, de dónde salió o si cumple con cierto número de reglas que determinan lo que significa “comer saludable”. En contraste, alguien con anorexia se preocuparía principalmente por la posibilidad de que la comida cause incremento de peso o promueva la pérdida de peso. En otras palabras, para alguien con anorexia, algunos M&M's podrían ser preferibles que un tazón de fruta, si los M&M's tuvieran menos calorías, mientras que lo inverso sería cierto para alguien con ortorexia.

Un nuevo estudio liderado por investigadores de la Universidad Dalhousie en Canadá provoca dudas sobre la pretensión de que la ortorexia se trata de salud y no de pérdida de peso. Más de 500 sujetos completaron una encuesta que contenía medidas de ortorexia, síntomas de trastorno obsesivo compulsivo, síntomas de trastornos alimenticios y motivos para la elección de alimentos. La medida de ortorexia la preguntaba a los participantes si sus preocupaciones sobre una alimentación saludable interfieren en otros aspectos de sus vidas, ya sea que se sientan extremadamente culpables o ansiosos si comen cualquier tipo de comida que consideren como insalubre y si su lista de “reglas alimenticias” parece estar creciendo con el tiempo.

Lisa Fotios/Pexels
Source: Lisa Fotios/Pexels

Los investigadores encontraron que los síntomas de ortorexia estuvieron correlacionados con síntomas obsesivo compulsivos. Sin embargo, este lazo desapareció cuando los investigadores controlaron estadísticamente los síntomas de trastornos alimenticios. En otras palabras, aunque las personas con tendencias ortoréxicas también podrían exhibir algunos de los síntomas de trastorno obsesivo compulsivo, esto no es porque la ortorexia está en el espectro obsesivo compulsivo.

En su lugar, la correlación entre la ortorexia y los síntomas obsesivo compulsivos simplemente refleja que aquellos con trastornos alimenticios suelen mostrar también algunas obsesiones o compulsiones. Los análisis de los investigadores revelaron que la ortorexia se percibe con mayor precisión como un trastorno alimenticio. Las tendencias ortoréxicas estuvieron fuertemente ligadas con preocupaciones por la imagen corporal y una preocupación con la pérdida de peso. De hecho, entre los sujetos con tendencias ortoréxicas, las elecciones alimenticias estuvieron más fuertemente motivadas por preocupaciones sobre control de peso que sobre la salud de la comida.

Los resultados de este nuevo estudio sugieren que la ortorexia podría considerarse como un “subumbral” hacia otros trastornos alimenticios. Algunos individuos podrían empezar enfocándose con la pureza percibida de sus alimentos, pero luego podrían mover su enfoque hacia la pérdida de peso, conforme su alimentación empieza a trastornarse cada vez más. Alguien en recuperación por un trastorno alimenticio podría pasar de enfocarse en cuánto están comiendo hacia enfatizar la alimentación saludable o “limpia” en su lugar. Otra posibilidad es que la ortorexia no sea un subumbral hacia los trastornos alimenticios, sino simplemente una manifestación de un trastorno alimenticio tradicional con un énfasis añadido en la alimentación saludable.

 No Attribution Listed/Pexels CC0
Source: No Attribution Listed/Pexels CC0

Tal vez debido a que es más socialmente aceptable enfocarse en una alimentación saludable que padecer un trastorno alimenticio, la ortorexia podría ser una manera para algunos de enmascarar o camuflar síntomas de trastornos alimenticios. Por ejemplo, saltarse comidas, ayunar u obsesionarse por los conteos de calorías pueden ser indicadores de anorexia. Pero si le dices a las personas que estos comportamientos son impulsados por preocupaciones de salud, tienes menos probabilidades de ser juzgado negativamente que si admites que la pérdida de peso es tu meta principal.

Es difícil trazar una línea firme entre una consciencia de salud y la manera en la que mejor se alimenta el cuerpo y una obsesión insalubre con la pureza corporal. El mejor indicador de que podrías haberte movido a una zona peligrosa es si tus comportamientos alimenticios han empezado a irrumpir en otras áreas de tu vida como tu trabajo o relaciones. La buena noticia es que hay ayuda disponible para quienes están batallando con problemas relacionados con alimentos y de imagen corporal. Si necesitas ayuda profesional, consulta el directorio de Psychology Today.

Imagen de Facebook/LinkedIn: Arina P Habich/Shutterstock

A version of this article originally appeared in Inglés.

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Acerca de
Renee Engeln Ph.D.

La Dra. Renee Engeln, es profesora de psicología en la Universidad de Northwestern University, es autora de Beauty Sick: How the Cultural Obsession with Appearance Hurts Girls and Women.

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