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Verificado por Psychology Today

Lenguaje Corporal

Los 5 elementos clave de la experiencia estética

Los determinantes de la experiencia estética.

Los puntos clave

  • La experiencia estética se refiere a la apreciación de los objetos estéticos y el placer resultante. 
  • La vida estética significa tener un interés genuino en todos los detalles de la vida diaria.
  • Podemos adoptar una actitud estética hacia cualquier aspecto de nuestras vidas.

El término estética se puede definir como la percepción, interpretación y apreciación de la belleza. En presencia de cosas hermosas, sentimos una amplia gama de emociones, como fascinación, asombro, maravilla y admiración.

Las experiencias estéticas pueden surgir de la apreciación de artefactos humanos, como obras de arte (por ejemplo, música, poesía, escultura y artes visuales) u objetos naturales como puestas de sol o paisajes montañosos. La experiencia estética es emocionalmente positiva y gratificante. Por ejemplo, los paisajes naturales como amaneceres y puestas de sol tienden a producir sentimientos positivos de paz, relajación y armonía.

La estética no es lo mismo que el arte. El arte se refiere a un proceso de hacer o construir, mientras que la estética se refiere al punto de vista del consumidor.

Aquí hay cinco características clave del placer estético (o belleza percibida) de las experiencias de la vida cotidiana.

1. Interés en la experiencia solo porque sí. Los placeres estéticos suelen perseguirse y disfrutarse solo porque sí. El enfoque está en el placer que surge del acto de hacer algo en lugar de lograr algún objetivo personal final. Apreciamos las cosas hermosas no solo por sus propósitos prácticos (utilidad), sino también por lo que son en sí mismas. Por ejemplo, a menudo vamos a jardines botánicos o a actuaciones musicales con la expectativa de experimentar una elevación emocional. Miramos una pintura para disfrutar de su belleza. Sin embargo, es difícil separar el contenido de una obra de arte de su forma. Lo que es hermoso parece interesante, bueno y útil.

2. Belleza y juicio. Belleza en el ojo del espectador. Es decir, aplicamos nuestro conocimiento del mundo para interpretar lo que vemos. Las personas no están de acuerdo en gran parte de lo que encuentran hermoso o feo: puede que te guste Mozart, pero a tu amigo le gusta U2. Sin embargo, las cosas no son tan simples. El gusto estético está enraizado en un contexto cultural más amplio. Las personas confían en sus redes sociales para hacer juicios de que algo está bien. Por ejemplo, las personas solían preferir a los hombres bien afeitados. Pero ahora los hombres con barba son aceptados como la norma. Los juicios de belleza facial, música y ropa están influenciados por la presión de conformidad social.

3. La belleza de la simplicidad. Hay una belleza en simplificar porque la gente prefiere cosas que son fáciles de pensar. Por ejemplo, cuando una idea compleja se presenta de una manera accesible, crea una experiencia de placer estético particularmente fuerte. Los estímulos familiares se procesan más rápido que los estímulos nuevos. Por ejemplo, cuantos más oyentes escuchan una pieza musical, más les gusta. Esto también sugiere que el placer estético puede depender de dominar satisfactoriamente el estímulo. Por ejemplo, podemos aprender a disfrutar la música clásica adquiriendo más conocimientos sobre ella.

4. Ambiente. La atmósfera o el ambiente de una determinada situación contribuye a la experiencia estética. En nuestra vida diaria, podemos experimentar una atmósfera o ambiente tenso o relajado, alegre o sombrío, etc. Apreciamos la forma en que varios elementos se unen para influir en la experiencia estética: las flores en una habitación aumentan su expresividad cuando armonizan con sus muebles. Parte de lo que determina el ambiente o la atmósfera son las interacciones humanas. Por ejemplo, Trader Joe's (una cadena estadounidense de tiendas de comestibles) presenta un ambiente cálido y acogedor, como se indica en el tono de voz, las expresiones faciales y el lenguaje corporal accesible de los trabajadores.

5. Ser conmovido por la belleza. El placer estético motiva experiencias prolongadas y repetidas: nunca te cansas de ver una hermosa puesta de sol. Tendemos a proteger o comprar cosas con un atractivo estético o tratamos de mantener su valor estético. Nos asombramos al estar en la naturaleza, o disfrutar de un gran arte, música o un excelente rendimiento deportivo. La experiencia del asombro puede hacernos sentir disminuidos e insignificantes. A medida que nuestro sentido de nosotros mismos se encoge, también lo hacen nuestras preocupaciones. La experiencia del asombro nos saca de los pensamientos prácticos ordinarios que dominan nuestra vida diaria.

¿Cómo podemos mejorar nuestra actitud estética?

El poder de la estética se puede utilizar para mejorar la calidad de vida. Nuestra preocupación por nuestra experiencia cotidiana oculta el potencial estético de los objetos ordinarios y las actividades rutinarias. El factor más importante para la estética cotidiana es la actitud típica que tomamos hacia ella. Una vez que los experimentamos con una actitud diferente, podemos descubrir sus valores estéticos ocultos. Esto significa aprender a apreciar las actividades mundanas de nuestra vida diaria como extraordinarias. La vida estética significa tener un interés genuino en todos los detalles de la vida diaria (vida consciente). Ser consciente y prestar atención es un requisito previo para cualquier tipo de experiencia estética, sea cual sea el contenido.

A version of this article originally appeared in English.

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Acerca de
Shahram Heshmat Ph.D.

El Dr. Shahram Heshmat, es profesor asociado emérito de economía de la salud de la adicción en la Universidad de Illinois en Springfield.

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