Las pequeñas cosas que fortalecen o debilitan las relaciones

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Vuelve a casa agotado del trabajo. Después de otra reunión frustrante que podría haber sido un correo electrónico, una conversación tensa con un compañero de trabajo sobre el estado del refrigerador de la sala de descanso, y el tráfico predeciblemente horrible en el camino a casa, se echa en el sofá de la sala de estar, deja salir una respiración profunda, y enciende su programa favorito. Todo lo que quiere hacer es descomprimir en silencio.

Como si recibiera una señal, escucha abrirse la puerta trasera. Su esposa está en casa, y de alguna manera está más alegre que nunca. Cuando entra en la habitación y se quita el abrigo, se toma un momento para hacer una pausa en la ventana de la fachada, diciendo: "qué hermoso clima—es simplemente encantador hoy”.

¿Qué debería hacer a continuación? La respuesta puede importar más de lo que piensas.

John Gottman ha pasado su carrera estudiando lo que hace que las relaciones funcionen—y lo que ha descubierto es tan práctico como importante. A través de su investigación, ha sido capaz de identificar qué cualidades y prácticas hacen que una pareja domine su relación, así como qué puede hacer que una relación se convierta en un desastre. Encontró una diferencia sutil pero significativa entre los maestros y los desastres que predice fuertemente el futuro de sus relaciones: en los pequeños momentos cotidianos de la vida juntos, los maestros de relaciones son mucho más receptivos a los intentos de su pareja de involucrarse con ellos.

Estos intentos de compromiso, u ofertas emocionales, son cualquier esfuerzo por parte de una pareja para conectarse u obtener la atención de su pareja. Estas propuestas pueden ser tan evidentes como una solicitud directa de abrazos a la hora de acostarse o tan sutiles como un comentario indirecto sobre el clima, dirigido a nadie en particular. Gottman descubrió que las parejas que respondieron positivamente de manera consistente, o respondieron a las ofertas emocionales del otro, tenían significativamente más probabilidades de sentirse satisfechas y permanecer juntas a lo largo del tiempo que aquellas que no lo hicieron. De hecho, en un estudio de seis años de recién casados, Gottman descubrió que las parejas que permanecían juntas respondían a las ofertas emocionales del otro el 86 por ciento del tiempo, mientras que las que se divorciaron respondían a las ofertas del otro solo el 33 por ciento del tiempo.

Con el tiempo, todos los momentos aparentemente insignificantes de la vida diaria en una relación se convierten en algo de inmensa importancia. Gottman identificó cuatro respuestas diferentes que las personas suelen utilizar cuando su pareja envía una oferta emocional en su dirección. Cada una puede apoyar o destruir el sentido de unión y seguridad de una relación. Podemos responderle a nuestra pareja; responderle con entusiasmo a nuestra pareja; apartarnos de nuestra pareja; o volvernos en contra de nuestra pareja. En el ejemplo introductorio, un marido agotado de su día recibe una oferta emocional de su esposa cuando ella comenta sobre el clima. Tiene una opción: puede responderle a su esposa con un breve y simple "sí, lo es", reconociendo su oferta; puede volverse con entusiasmo hacia ella al involucrarla en una conversación más larga sobre el día; alejarse de ella ignorando el comentario; o volverse contra ella pidiendo bruscamente un poco de paz y tranquilidad.

Aunque una respuesta entusiasta a una oferta emocional casi siempre es apreciada, la mayoría de las veces un simple reconocimiento de la oferta de tu pareja es suficiente para profundizar su conexión. No tienes que entregar energía, atención y enfoque sin fin para ser un maestro de relaciones.

¿Cómo es que momentos tan pequeños hacen una gran diferencia en nuestras relaciones? Al responderle constantemente a tu pareja cuando te busca de maneras pequeñas, fortalece su relación contra las tensiones y los obstáculos de la vida. Esencialmente, una oferta emocional es una pequeña forma en la que diariamente le preguntamos a nuestra pareja, "¿estás aquí conmigo?" o, "¿te importa?” La respuesta a estas preguntas se vuelve aún más importante si ha habido infidelidad previa o si cualquiera de los miembros de la pareja tiene un historial de trauma. Al recibir un metafórico "¡Sí!" a estas preguntas consistentemente a lo largo de su relación, fortalecen su confianza y conexión entre sí.

Presta atención a las pequeñas formas en que tu pareja se acerca a ti e intenta conectarse: buscar intencionalmente maneras de responderle a tu pareja te ayudará a ser más efectivo en la conexión con ella. Cada vez que le respondes a una oferta emocional, inviertes en la salud y la seguridad de su relación. Esta sensación de seguridad, de sentirse realmente capaz de conocer y ser conocido por tu pareja, creada al responderle de forma intencional y consistente, profundiza su sentido compartido de intimidad y se correlaciona con una mayor satisfacción matrimonial.

Como John Gottman nos recuerda en su trabajo, son las pequeñas cosas que se hacen a menudo las que marcan la mayor diferencia en las relaciones. Al responder a las ofertas emocionales de tu pareja, salvaguardas tu relación contra el deterioro y profundizas el amor que comparten.