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Verificado por Psychology Today

Sexo

La psicología de las conversaciones entre hombres y mujeres

El papel del silencio masculino y la soltura al hablar femenina durante una primera cita.

“Hola, ¿cómo te llamas?”

“Verónica, mucho gusto”.

“¿De casualidad vives por aquí?”

Este es el inicio típico de una conversación entre extraños, un hombre y una mujer, que pronto desearán conocerse mejor. Pueden encontrarse incontables ejemplos de este tipo en las películas románticas.

Estas preguntas iniciales podrían parecer inocentes. Efectivamente, parecen sugerir que los individuos están desinteresadamente intentando entenderse entre sí, buscando de manera altruista explorar las condiciones de vida el uno del otro. Pero el altruismo a veces representa un acto oculto de egoísmo.

Al inicio de la conversación entre un hombre y una mujer, el que habla primero suele ser el hombre. Y el hombre también es quien pronuncia con más frecuencia las dos preguntas reportadas al inicio de este artículo.

¿Por qué debería importar todo esto?

Esta manera de comunicarse inmediatamente define al hombre como el interrogador y a la mujer como quien responde.

La conversación luego procede así. Después de hacer las preguntas iniciales a la mujer, el hombre espera. Ella habla mucho. Cuando se detiene, él tiene más preguntas que hacer.

Un observador externo podría pensar que el hombre está interesado en lo que la mujer tiene que compartir. La verdad es que el hombre, sobre todo, está intentando permanecer en silencio.

El escritor búlgaro Elias Canetti presta mucha atención a la relación entre el interrogador y quien responde en su libro de no ficción Multitudes y poder, y su trabajo es esencial para comprender el comportamiento masculino.

Según la perspectiva de Canetti, el silencio es poder. Canetti nos recuerda sobre el temperamento de Sócrates en los diálogos de Platón. Sócrates no era fanático de platicar con otros. Solía presentar preguntas y luego mantenerse callado. A pesar de que Sócrates solía rehusarse literalmente a cualquier forma de poder institucional, de hecho tenía un control completo sobre sus interlocutores. El individuo que hace preguntas sin parar no tiene que compartir sus propias ideas y pensamientos.

Volviendo a nuestra conversación entre los dos extraños: la mujer espera que el silencio del hombre se rompa al fin. De nuevo, Canetti dice correctamente que quien permanezca en silencio en una conversación tiene la ventaja: las palabras de los hombres pronto se convierten en las más esperadas. Son tan raras durante el curso de la conversación que una vez que se pronuncien, serán consideradas como extremadamente elocuentes e incisivas por parte de la mujer.

Así, mientras más permita el hombre hablar a la mujer, más lo valorará la mujer.

A pesar de que esta explicación podría sonar cínica, deberíamos recordar que el hombre y la mujer no se conocen durante su primera conversación. Por esta razón, podemos suponer que sus movimientos iniciales estarán guiados principalmente por la selección natural. Se sentirán atraídos por rasgos relacionados con el sexo demostrados por el sexo opuesto.

Desde una perspectiva social, las mujeres tienden a elegir a hombres que reflejan un alto nivel social. Por ejemplo, las posiciones de liderazgo son muestra de que los hombres tienen la capacidad de invertir recursos en sus crías. Los líderes hablan poco. Pero cuando lo hacen, solamente hablan para hacer preguntas o para dar órdenes, que suelen percibirse como mensajes incisivos y elocuentes. Estos rasgos encajan perfectamente con el perfil masculino que describimos arriba. Durante la primera conversación, la mujer recibe con franqueza al hombre y evalúa su comportamiento, esencialmente a través de un par de estrategias. Ante las preguntas del hombre, tiene mucho que decir. Habla sin parar para evaluar si el hombre la interrumpe. De vez en cuando, se detiene espontáneamente y revisa si tiene más que decir. El líder perfectamente silencioso no solamente es un interrogador, también escucha.

Los hombres prefieren llevar a cabo conversaciones íntimas con mujeres en lugar de con hombres, ya que las mujeres muestran rasgos y habilidades esenciales para establecer relaciones sociales y apoyar y brindar cuidados para las crías. Mientras permanece mayoritariamente silencioso durante su primera conversación, el hombre evalúa sus probabilidades de enlazarse emocional y psicológicamente con la mujer. Como ella habla difusamente, él tiene tiempo de procesar sus habilidades de comunicación y empatía.

En conclusión, durante el curso de una primera conversación, un hombre que habla mucho y no hace preguntas es una mala señal para las mujeres. Una mujer que no habla mucho y hace muchas preguntas es una mala señal para los hombres.

Afortunadamente, las relaciones humanas tienden a vivir más allá de las primeras citas.

Imagen de Facebook Facebook: GaudiLab/Shutterstock

A version of this article originally appeared in English.

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Acerca de
Simone Redaelli Ph.D.

Simone Redaelli está completando su doctorado en medicina regenerativa en la Universidad de Ulm, Alemania.

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