La agresión sexual en el metaverso

El metaverso es un espacio compartido para la interacción virtual, donde las personas pueden interactuar a través de avatares realistas que representan alter egos. Sin embargo, al igual que con muchos tipos de lugares virtuales, el potencial de interacción conlleva oportunidades para el abuso.

Violación virtual

Fuente: Image by Riki32 from Pixabay

The New York Post informó sobre el problema de la agresión sexual en el metaverso, discutiendo cómo dentro de Meta, el controvertido cambio de marca de Facebook, las mujeres denunciaban abuso sexual que incluía todo, desde el abuso verbal hasta el sexual. Una investigadora, Nina Jane Patel, compartió su experiencia de ser “acosada verbal y sexualmente” 60 segundos después de iniciar sesión en la plataforma “Horizon Worlds”. Informó que “tres o cuatro avatares masculinos ‘prácticamente la violaron en grupo’ y se tomaron fotos gritando comentarios groseros”.

¿Cómo se acercaron tanto? Según un portavoz de Meta, la investigadora que fue agredida sexualmente había desactivado la función Límite personal de la plataforma, una herramienta de seguridad que se activa automáticamente de forma predeterminada para evitar que “no amigos” se acerquen a menos de cuatro pies del avatar de un usuario. Otros representantes de Meta han descrito otras herramientas de seguridad diseñadas para proteger a los usuarios en entornos de realidad virtual, incluido lo que describen como el botón Zona Segura, que permite a los usuarios bloquear y denunciar a los usuarios que cometen abusos o se involucran en conductas inapropiadas.

Aunque este caso y otros similares no fueron perseguidos penalmente, el abuso virtual puede generar importantes problemas de salud mental y trauma. Una de las formas en que esto ocurre es a través del concepto de encarnación.

Encarnación: presencia virtual

La realidad virtual está diseñada para transportar nuestros cerebros a un cuerpo virtual, para engañarnos con una sensación de experimentar una existencia alternativa en tiempo real. En consecuencia, experimentar agresión o acoso sexual en línea puede crear algunas de las mismas respuestas mentales y emocionales que en la vida real.

Guo Freeman et al. (2022) exploraron el concepto de acoso en la realidad virtual. Señalan que la realidad virtual “ofrece un entorno virtual multiusuario más inmersivo y encarnado con una mayor sensación de presencia”. Distinguiendo la experiencia de simplemente observar avatares en la pantalla de una computadora, la realidad virtual implica adoptar lo que describen como “avatares de seguimiento de cuerpo completo”, lo que significa que los movimientos del avatar de una persona corresponden a los movimientos del cuerpo en tiempo real. Freeman et al. consideran que estas características realistas y novedosas pueden crear una mayor oportunidad de acoso y consecuencias más dañinas en comparación con los mundos virtuales 3D tradicionales o los juegos de realidad virtual de un solo usuario.

En su investigación, encontraron que las características del acoso en línea pueden afectar significativamente las experiencias de los usuarios. Estas características incluyen comportamientos físicos, atención forzada a través del chat de voz e invasión del espacio durante las interacciones corporales.

Significativamente, Freeman et al. explican que el enfoque de la realidad virtual en la creación de una experiencia inmersiva simulada puede hacer que los comportamientos de acoso se sientan más realistas y, por lo tanto, potencialmente más traumáticos. Distinguen entre la proximidad física entre avatares en la pantalla de una computadora, que no puede verse como acoso, frente a la proximidad espacial no invitada en tiempo real debido al vínculo directo entre el cuerpo físico de una persona y el cuerpo del avatar.

Los ataques en línea tienen consecuencias en el mundo real

El trauma resultante de una agresión sexual virtual no se disipa una vez que el usuario se quita las gafas. Afortunadamente, cuanto más comprendamos la dinámica del abuso virtual, más recursos se pueden crear para abordar la prevención y el tratamiento, ya que ya existen programas diseñados para usar la realidad virtual para ayudar a los sobrevivientes con síntomas de trauma. A medida que este campo continúa desarrollándose, también lo harán nuestros esfuerzos para regular el uso y proteger a los usuarios.