Autosabotaje
Gastar dinero puede hacerte infeliz
Así es como las limitaciones financieras percibidas pueden arruinar la felicidad
31 de mayo de 2023 Revisado por Davia Sills
Los puntos clave
- Hacer una compra debe dar placer a alguien.
- Pero sentir presión financiera, incluso si no es cierto, puede socavar la felicidad de la compra.
- Después de tomar la decisión de comprar, a menudo es mejor dejar cualquier duda en la puerta.
Si eres como la mayoría de las personas, probablemente has experimentado limitaciones financieras en algún momento de tu vida. Vamos a la universidad o a la escuela de posgrado en lugar de trabajar a tiempo completo, pero experimentamos limitaciones financieras o escasez durante este tiempo. Enfrentar un recorte salarial o, peor aún, ser despedido crea sentimientos de restricción y escasez financiera que son tanto objetiva como psicológicamente restrictivos. Los estadounidenses, por ejemplo, son conocidos por tener deudas, y la mayoría de los estadounidenses no tienen suficiente dinero ahorrado para cubrir una emergencia inesperada que cuesta unos miles de dólares. Los problemas financieros son tan comunes que incluso hay un “Día de Asuntos de Salud Financiera”.
Las restricciones financieras a menudo se piensan en términos objetivos, pero las restricciones financieras también se pueden percibir en nuestras mentes. Por ejemplo, si tienes dinero invertido en el mercado de valores y tu cartera ha disminuido de manera constante (o rápida), es probable que sientas limitaciones financieras o que francamente estés infeliz, incluso si objetivamente te está yendo bien. En el camino de Warren Buffet a su oficina, se detiene en McDonald's para desayunar todos los días y pedirá un par de empanadas de salchicha cuando el mercado esté bajo y no se sienta “próspero” (el costo es de $2.61 dólares), mientras que derrochará cuando el mercado suba, en este caso pide un bizcocho de tocino, huevo y queso ($3.17 dólares). El inversionistamás rico de la historia parece experimentar sentimientos subjetivos de escasez, aunque sean delirantes.
Los sentimientos objetivos y subjetivos de escasez han sido investigados extensivamente, encontrando que la escasez puede disminuir el rendimiento intelectual y la felicidad. Recientemente, un equipo de psicólogos del consumo se dispuso a examinar cómo las limitaciones financieras percibidas influyen en nuestra felicidad cuando se trata de gastar dinero. Los investigadores llevaron a cabo experimentos con más de 7000 participantes para investigar cómo las restricciones financieras percibidas afectan cuán felices estamos al hacer una compra. A través de estos experimentos, los datos mostraron que sentirse limitado financieramente hacía que las personas se sintieran menos felices cuando decidían comprar algo. En otras palabras, sentir que nuestras finanzas personales están ajustadas nos hace sentir menos felices cuando decidimos hacer una compra.
La relación objetiva entre las restricciones financieras y la insatisfacción con la compra es intuitiva, por lo que los investigadores también observaron la restricción percibida al pedirles a los participantes que escribieran sobre las formas en que se sienten limitados financieramente (o no). Incluso cuando se mantuvo constante el estado financiero objetivo de los participantes, la restricción percibida hizo que las personas se sintieran menos felices al recordar una compra que habían realizado. Este efecto ocurrió, en parte, debido al costo de oportunidad. Cuando nos sentimos limitados financieramente y decidimos comprar un nuevo televisor, es más probable que pensemos en cómo podríamos haber gastado ese dinero en el nuevo par de zapatillas que también necesitamos.
En una época en la que el mercado de valores está constantemente en baja y muchos estadounidenses están siendo despedidos, los hallazgos de esta investigación son más relevantes que nunca. Entonces, ¿cómo puedes superar la sensación de no disfrutar de tus compras cuando los tiempos son difíciles? La mejor estrategia es considerar tus opciones por adelantado, tomar la mejor decisión que puedas y luego dejar cualquier duda en la puerta. Considerar tus otras opciones después de los hechos hace más daño que bien, así que simplemente piensa que tomaste la decisión correcta para ti en ese momento. Hacer un presupuesto también puede ayudar, y ten en cuenta que debes hacer un presupuesto para gastos inesperados, como reparaciones de automóviles o facturas médicas.
Las restricciones financieras son un enemigo, no un amigo. Pueden ponernos en una mentalidad de escasez y hacernos menos felices comprando cosas que deberían darnos alegría. Pero al hacer compras informadas, presupuestar sabiamente y no pensar en qué más podría haberse destinado el dinero una vez que ya se ha ido, puedes disfrutar en lo que gastas el dinero que tanto te costó ganar y mejorar tu felicidad.
A version of this article originally appeared in English.