¿Es realmente gratificante el sexo de reconciliación?

Gerardo: Bueno, al menos probablemente tuviste un buen sexo de reconciliación después.

Jorge: No tuve sexo.

Gerardo: ¿No tuviste sexo de reconciliación? ¿Cómo pudiste no tener sexo de reconciliación? Quiero decir que esa es la mejor característica de una relación pesada.

Jorge: No tuve sexo de reconciliación.

Gerardo: En tu situación, el único sexo que vas a tener mejor que el sexo de reconciliación es si te envían a prisión y tienes una visita conyugal.

—Seinfeld, "El Aplazamiento”

El "sexo de reconciliación", o el sexo que tiene lugar después de un conflicto, ha sido rapsodizado durante mucho tiempo en las representaciones de los medios de comunicación de los conflictos de relaciones y los guiones sociosexuales. El sexo de reconciliación ha sido retratado como una forma divertida de deshacerse de la frustración o la ira, así como un camino para reparar la salud de una relación después de un desacuerdo. Se le ha atribuido la reducción del estrés, la construcción de vínculos emocionales, la difusión de situaciones tensas, la resolución de conflictos, la restauración de situaciones difíciles a un sentido de normalidad, y tranquilizar a la pareja de que el compromiso sigue siendo fuerte a pesar de las diferencias. Además, el sexo de reconciliación se presenta en los medios como caliente.

Pero, ¿la realidad del sexo de reconciliación está a la altura de su reputación? Un estudio reciente examinó la cuestión utilizando datos obtenidos de parejas recién casadas.

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Maxwell y Meltzer (2020) tenían varias preguntas en torno al tema del sexo de reconciliación, un tema que señalaron contiene varios mitos culturales. En primer lugar, se preguntaron si el sexo es más probable que ocurra en los días en que existe un conflicto de relación, en comparación con los días en que el conflicto no se experimentó. Segundo, ¿es el sexo que co-ocurre con el conflicto más o menos satisfactorio que el que ocurre durante períodos sin conflicto? Tercero, ¿el sexo amortigua el impacto negativo del conflicto en los resultados de la relación?

Para encontrar respuestas a estas preguntas, 107 parejas recién casadas fueron reclutadas para participar en la realización de un diario diádico. Los 214 participantes individuales proporcionaron 2,539 días de datos. Cada día, se les pedía a las personas:

1. indicar si su pareja hizo algo que encontraron desagradable (el conflicto fue operacionalizado por los investigadores como "uno de los dos haciendo algo que al otro no le gustaba”)
2. indicar si tuvieron relaciones sexuales ese día
3. reportar el nivel de satisfacción con el encuentro sexual, si la respuesta a tener sexo era "sí"
4. calificar qué tan satisfechos estaban con su vida sexual cada día, independientemente de si tenían relaciones sexuales o no
5. evaluar qué tan satisfechos estaban con su pareja y el matrimonio cada día

La satisfacción conyugal y sexual se evaluaron con un seguimiento de seis meses. Los resultados del compendio de 2,539 registros diarios, en los primeros cuatro meses de matrimonio, incluyeron 494 días de conflicto y 864 días de sexo, con 140 días de sexo y conflicto.

Los hallazgos de los investigadores contradecían la idea de que las parejas íntimas consideraban que el sexo de reconciliación era satisfactorio. Las parejas reportaron encontrar menos satisfacción en el sexo que ocurría en días de conflicto, aunque se encontró que el sexo prevenía una reducción en la satisfacción de la relación en los días de conflicto. Además, si bien el conflicto no se asociaba con el sexo en un día determinado, se encontró que el sexo era una ocurrencia poco probable el día siguiente a un evento de conflicto. Así que mientras que el sexo de reconciliación puede, a corto plazo, amortiguar contra la insatisfacción marital después del conflicto, el sexo en sí fue reportado como menos satisfactorio.

En un estudio realizado por Wade, Mogilski y Shoenberg (2017), los participantes de la encuesta indicaron tácticas para la resolución exitosa de conflictos en una relación. El estudio 1 consistió en participantes que nominaron comportamientos de reconciliación. El estudio 2 involucró a participantes que calificaron cada comportamiento nominado sobre su efectividad en la resolución de conflictos si era utilizado como una táctica por su pareja.

Se encontró que los hombres en el estudio ponían más énfasis en los valores sexuales, mientras que las mujeres participantes invertían más en recursos emocionales. Los hombres tenían mayor tendencia que las mujeres en el uso de actos sexuales (sexo de reconciliación como una táctica de resolución. Las mujeres preferían una disculpa (como una muestra de altruismo) de su pareja y una respuesta emocional, como llorar. En general, en el estudio, se encontró que los actos que demuestran compromiso emocional son más efectivos en la resolución de conflictos de relaciones.

Tal vez para algunas personas, el sexo de reconciliación no es todo lo que se anuncia. En mi opinión, es necesario explorar más detalles sobre el sexo de reconciliación, tanto en la investigación como dentro de las relaciones. ¿El vínculo de la relación depende del sexo de reconciliación? ¿La relación apoya y refuerza el conflicto cuando el sexo de reconciliación se ve como una recompensa? ¿La pareja está usando el sexo de reconciliación para evitar abordar los problemas subyacentes en la relación? Si el sexo de reconciliación se usa para vendar temporalmente las heridas de una relación, eventualmente habrá aguas turbulentas por delante para la pareja, y puede ser más difícil en el futuro resolver problemas si la solución estándar a corto plazo hubiera sido el sexo.

Al final, el sexo de reconciliación puede necesitar ser precedido por una reconciliación de verdad. Abordar los problemas (llegar a una resolución) y luego tener relaciones sexuales. Tal vez esta fórmula es también la fórmula para que el sexo de reconciliación sea más satisfactorio.