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Verificado por Psychology Today

Perfeccionismo

¿Eres perfeccionista?

Aquí hay 5 indicadores sutiles de perfeccionismo.

Los puntos clave

  • El perfeccionismo es una forma difícil de vivir y está asociado con la depresión y la ansiedad.
  • Los perfeccionistas tienden a ser críticos consigo mismos y con los demás, lo que pone a prueba sus relaciones.
  • En la búsqueda de la solución perfecta, los perfeccionistas pueden tardar más en tomar decisiones o completar tareas.
Bruno Kelzer/Unsplash
Fuente: Bruno Kelzer/Unsplash

En nuestra sociedad ferozmente competitiva, el perfeccionismo a veces se convierte en una insignia de honor. Nos esforzamos a nosotros mismos e impulsamos a nuestra juventud a ser perfectos, creyendo que tal enfoque proporciona una ventaja sobre la competencia.

Lo contrario es la verdad. El perfeccionismo es una forma brutal de vivir la vida. Se asocia con depresión y ansiedad. No tener margen para el error es una forma exigente de vivir la vida que, en última instancia, sofoca el crecimiento personal.

¿Eres perfeccionista? Aquí hay 5 señales sutiles a considerar.

1. No aceptas ayuda

Los perfeccionistas a menudo se encuentran demasiado dispersos y abrumados. Sin embargo, les resulta difícil aceptar ayuda porque no confían en que los demás completen las tareas a su elevado nivel.

Como ejemplo, he trabajado con personas abrumadas con innumerables responsabilidades laborales y domésticas. Sin embargo, se negaban a recibir ayuda incluso con las tareas domésticas básicas, como doblar la ropa o cargar el lavavajillas. Peor aún, volverían a doblar la ropa limpia o reorganizarían el lavavajillas si sus parejas no habían cumplido con sus estándares.

En lugar de rehacer compulsivamente las tareas completadas o rechazar las ofertas de ayuda, tómate un momento para considerar cómo la oferta de ayuda de alguien puede ser beneficiosa. Tal vez coloca los platos sucios de forma torpe en el lavavajillas o no dobla la ropa simétricamente. Con tanto que hacer, lo mejor es aceptar las imperfecciones de la contribución de alguien y concentrarte en otras responsabilidades en lugar de rehacer una tarea ya completada.

2. Críticas excesivas hacia ti y los demás

Los perfeccionistas tienden a obsesionarse con los defectos. Es más probable que critiquen una tarea completada en lugar de apreciar que la tarea se haya completado.

El problema de ser constantemente crítico es que paraliza a los demás. Pueden andar de puntitas a tu alrededor por miedo a ser criticados. Es solo cuestión de tiempo antes de que se distancien y abandonen sus esfuerzos por ayudar.

Es importante reconocer cómo el perfeccionismo sirve como fuente de fricción y conflicto. Pregúntate si la búsqueda de la perfección vale la pena la tensión que pone en tus relaciones.

3. Las tareas toman mucho tiempo en completarse

Comenzar un proyecto puede ser abrumador cuando sientes la presión de hacerlo perfecto. Esta ansiedad puede evitar que comiences una tarea porque la colina se siente como una montaña. Además, puede obstaculizar la creatividad y retrasar tu progreso mientras trabajas en un proyecto.

Ciertamente hay situaciones en las que la perfección es necesaria. Quiero que mi piloto sea perfecto cuando vuele un avión. También quiero que mi cirujano sea perfecto al operarme.

Sin embargo, para la gran mayoría de los casos, la perfección no es necesaria. Puedes lograr excelentes resultados sin ser perfecto. Puedes cometer algunos errores en un examen y aun así obtener un 10 o graduarte con honores sin un promedio perfecto. Lo mismo ocurre con la crianza de los hijos, tratar de estar saludable, ordenar tu casa o simplemente ser como eres.

4. Se te dificulta tomar decisiones

A los perfeccionistas se les dificulta la toma de decisiones porque buscan la solución perfecta. Esperan que su decisión produzca los máximos resultados. El problema con este enfoque es que si su decisión no cumple con sus elevadas expectativas, se sienten arrepentidos, decepcionados y autocríticos.

Ten en cuenta que los problemas son intrínsecamente complejos y es posible que actualmente no exista una solución perfecta. No tienes una bola de cristal que pueda pronosticar el futuro. En lugar de quedar paralizado por la búsqueda de la elección perfecta, toma una decisión informada que sea un paso en la dirección correcta.

Si tu decisión no es óptima o si surge una mejor opción en el futuro, puedes corregir el rumbo más adelante.

5. Nada te satisface del todo

Los perfeccionistas se fijan en las imperfecciones, por pequeñas que sean. Pueden fijarse en un pequeño parche de hierba seca en un césped exuberante y bien recortado. Es difícil estar satisfecho con una perspectiva tan crítica.

Acepta la realidad de que la perfección es una ilusión. Ninguna experiencia es perfecta. ¿Alguna vez has ido en un viaje de vacaciones que fue perfecto? Las vacaciones a menudo vienen con retrasos en los vuelos, clima lluvioso inesperado o alguien que se enferma y necesita acudir a urgencias.

Lo mismo ocurre con las personas. Ningún ser humano es perfecto. Todos somos un mosaico de virtudes y defectos. Ser imperfecto es una parte esencial de nuestra humanidad.

Aceptar tus imperfecciones es una experiencia liberadora que puede ayudarte a deshacerte del peso de tener expectativas poco realistas. Tus imperfecciones son oportunidades de crecimiento que pueden resultar en una vida más auténtica y plena.

A version of this article originally appeared in English.

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Acerca de
Dimitrios Tsatiris M.D.

Dimitrios Tsatiris, Médico, es psiquiatra certificado especializado en el campo del manejo de la ansiedad. Es Profesor Clínico Asistente de psiquiatría en Northeast Ohio Medical University.

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