El retiro puede ser una bendición o una maldición, estas son las razones

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Todavía no me he jubilado, pero la mayoría de la gente de mi edad sí. Esto significa que durante la última década más o menos he tenido innumerables conversaciones con amigos y colegas sobre los pros y los contras de la jubilación a diferentes edades, y me han sorprendido las expectativas y los resultados altamente divergentes entre mis conocidos a lo largo de este cambio sísmico en sus vidas.

Por un lado, he conocido a algunos que estaban tan aturdidos ante la perspectiva de ser liberados del estrés y las responsabilidades del trabajo que les resultaba incomprensible que pudiera haber un inconveniente en la jubilación. Soñaban con viajes exóticos largamente pospuestos y jugar tanto golf como fuera posible, pero descubrieron que después de un par de viajes y un mes de jugar golf todos los días, la vida se convirtió en "lo mismo de siempre, lo mismo de siempre" y se volvió un poco tedioso. Por otro lado, he conocido a otros que se acercaron a la jubilación con temor, inseguros de cómo llenarían los días y quiénes serían si no se presentaran en el trabajo todos los días. Felizmente, muchas de estas personas descubrieron nuevos amigos y talentos y tuvieron una vida más rica y plena en la jubilación de lo que nunca habían imaginado posible.

Innegablemente, el trabajo proporciona estructura, un sentido de pertenencia e interacción social. Todos ellos están relacionados con una mayor satisfacción con la vida. Pero el trabajo también puede desgastarte y hundirte. ¿Cómo predecir qué tan bien funcionará la jubilación para un individuo dado?

¿Qué dice la investigación sobre el retiro?

Los análisis de prensa más populares sobre la jubilación se centran en sus costos y beneficios financieros, y es poco probable que jubilarse antes de que puedas manejarlo económicamente conduzca a una experiencia positiva.

Sin embargo, dejando de lado las consideraciones financieras, la evidencia científica sobre los beneficios de la jubilación es un poco turbia. Muchos estudios han demostrado que la jubilación da como resultado una disminución del sentido de propósito en la vida y que retrasar la jubilación puede ayudar a prevenir la demencia. De manera perversa, otros estudios han demostrado que incluso cuando disminuye el sentido de propósito, la felicidad, la salud y la satisfacción con la vida pueden aumentar, especialmente si uno se retira de un trabajo desagradable o debido a problemas de salud.

Se puede encontrar una mirada penetrante a los resultados de la jubilación en un estudio publicado recientemente por Ayse Yemiscigil y sus colegas en Harvard y la Universidad de Warwick. Reclutaron una muestra representativa a nivel nacional de 8,113 adultos estadounidenses mayores de 55 años de un estudio longitudinal en curso sobre el envejecimiento en los Estados Unidos. Los participantes completaron cuestionarios para evaluar hasta qué punto tenían metas que daban dirección y significado a sus vidas, su estado de jubilación (completamente jubilado, parcialmente jubilado, nada jubilado) y una variedad de otras medidas como género, estado civil, ingresos, ocupación y satisfacción laboral.

El estudio de Yemiscigil confirmó que el sentido de propósito generalmente disminuía con la edad, pero en realidad mostró un repunte cuando las personas alcanzaron las edades de jubilación tradicionales de Estados Unidos de 62 y 66 años y también menos probabilidades de haber estado trabajando en puestos que habían encontrado satisfactorios.

Si tienes un trabajo desagradable que no te brinda un fuerte sentido de propósito, la jubilación puede liberarte para reorientar tu vida en una dirección más significativa.

El mensaje para llevar a casa es que tu experiencia de jubilación será el resultado de cómo se desarrolle la colisión entre aquello de lo que te jubilas y aquello a lo que te jubilas, y esto finalmente resultará diferente para cada uno de nosotros.