El mejor antidepresivo

Elegir el antidepresivo adecuado es una decisión muy importante. Pero hay tal variedad de antidepresivos que saber por dónde empezar puede ser confuso.

Por eso, aquí presento las cinco cosas en las que yo como psiquiatra, pienso antes de elegir un antidepresivo:

1. Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS): estos fueron revolucionarios cuando se introdujeron en la década de 1980. Algunos ejemplos son la fluoxetina, la sertralina y el escitalopram. Los ISRS son bien tolerados, neutrales en cuanto al peso, en su mayoría no son sedantes y son seguros en niños, ancianos y después de enfermedades médicas como ataques cardíacos. La sertralina es un ejemplo de un ISRS que se usa comúnmente durante el embarazo y la lactancia. Ciertas personas pueden tener una variante genética que las hace menos propensas a responder a estos ISRS así que las pruebas genéticas mediante pruebas obtenidas en la mejilla resultan útiles.
2. Inhibidores de la recaptación de serotonina y norepinefrina (IRSN): estos fueron la siguiente generación de antidepresivos después de los ISRS. Actúan a través de la serotonina y la norepinefrina, por lo que tienen un mecanismo de acción dual. Algunos ejemplos son venlafaxina, desvenlafaxina, duloxetina y milnacipran. Me gusta el mecanismo de acción dual porque la vía de la depresión involucra numerosos neurotransmisores, no solo la serotonina. También me gusta que los IRSN puedan ayudar con los síntomas del dolor, especialmente el dolor nervioso y los dolores y molestias de la depresión y la fibromialgia, que los ISRS normalmente no hacen. Los efectos secundarios son similares a los ISRS anteriores.
3. Antidepresivos sedantes: estos incluyen mirtazapina, trazodona y doxepina. Para muchos pacientes con depresión, mejorar su sueño es una prioridad y estos medicamentos realmente pueden ayudar con el insomnio desde el principio porque son sedantes.
4. Ketamina y esketamina: Las infusiones intravenosas de ketamina o aerosol nasal de esketamina son tratamientos más recientes. Funcionan más rápido que los antidepresivos regulares, por lo que han marcado una diferencia. También son útiles para la depresión resistente al tratamiento en la que una persona no ha respondido adecuadamente a los antidepresivos anteriores y para tratar los pensamientos suicidas. La presión arterial debe revisarse durante aproximadamente dos horas, por lo que puede ser un desafío para los pacientes que trabajan.
5. Antidepresivos sin efectos secundarios sexuales: en algunas personas, los IRSN y los ISRS pueden afectar la libido, la erección y el orgasmo y, aunque existen soluciones alternativas, puede ser problemático. Excepcionalmente, el bupropión funciona a través de la dopamina y no tiene efectos secundarios sexuales. Puede ayudar con el TDAH y dejar de fumar. En raras ocasiones, el bupropión puede aumentar el riesgo de convulsiones y las personas que beben alcohol deben tener cuidado porque el alcohol también aumenta el riesgo de convulsiones.

Los antidepresivos son una herramienta increíble y, en mi opinión, uno de los inventos más importantes del siglo XX. Sin embargo, el tratamiento no se trata solo de medicamentos.

También es útil enfocarse en los detonantes de la depresión, en las maneras de abordar la pérdida, en mejorar la situación laboral y las relaciones, reducir el consumo de alcohol y cannabis, y llevar un estilo de vida saludable.

La depresión puede convertirse en una oportunidad para repensar y crecer. Claro que no es fácil percibir la depresión desde esta perspectiva, pero un cambio significativo puede resultar liberador. El antidepresivo adecuado puede ser el primer paso en un nuevo camino hacia la esperanza.