Skip to main content

Verificado por Psychology Today

Relaciones

Cuando ella solo quiere acurrucarse y él quiere más

Cómo establecer límites claros para diferentes deseos de intimidad.

Los puntos clave

  • Si un hombre espera que cada instancia de intimidad física conduzca a algo más, puede frustrarse.
  • Algunos hombres pueden tener dificultades para comprender o priorizar la intimidad emocional sobre la física.
  • Establecer límites podría implicar una comunicación abierta sobre las expectativas y deseos de cada persona.

Un paciente mío de terapia, Rocco (no es su nombre real), se jactó en broma de que es un “tipo sensible”. Le pregunté a qué se refería específicamente y mencionó: “Trato de no presionar demasiado a Karla (su prometida) para tener sexo”. Rocco añadió: “Karla está muy guapa y no puedo evitar lo mucho que quiero estar cerca de ella de esa manera”.

Rocco y yo discutimos el significado del consentimiento. Si bien entendía el significado del consentimiento en las relaciones sexuales, quedó claro que estaba teniendo dificultades con algunos pensamientos que a veces le hacían difícil aceptar acurrucarse, y nada más.

Presión sexual unidireccional y tensión bidireccional en la relaciónes

Conforme fuimos descubriendo que Rocco y Karla tenían tensión en la relación debido a sus expectativas discrepantes de intimidad sexual, los remití a otro psicólogo para terapia de pareja mientras yo continuaba mi trabajo con Rocco.

Rocco no la única persona que enfrenta este dilema con su pareja. Si bien los hombres pueden venir a la mente como los que, consciente o inconscientemente, presionan para algo más que acurrucarse, es importante mencionar que las mujeres también pueden desear comportamientos sexuales en lugar de acurrucarse. En las relaciones entre personas del mismo sexo, también ocurre esta dinámica en la que uno de los miembros de la pareja desea tener más conexión sexual que el otro.

Dicho esto, el resto de esta publicación explorará tres pensamientos que pueden dificultar que los hombres acepten cuando sus parejas femeninas quieren afecto físico sin que sea de naturaleza sexual.

Expectativas de intimidad física. A algunos hombres les puede resultar difícil comprender cuando las mujeres sólo quieren acurrucarse porque asocian la cercanía física con el deseo sexual. Si un hombre espera que cada instancia de intimidad física conduzca a algo más, puede sentirse frustrado o confundido cuando su pareja sólo quiere acurrucarse. Esta expectativa puede surgir de normas sociales, experiencias pasadas o deseos personales de intimidad.

Presión para realizar la masculinidad. La sociedad a menudo presiona a los hombres para que sean asertivos y sexualmente agresivos. Los hombres pueden sentirse inseguros o castrados si el deseo de su pareja de acurrucarse se percibe como un rechazo a su masculinidad o destreza sexual. Esta presión para ajustarse a los roles de género tradicionales puede obstaculizar su capacidad de empatizar con la necesidad de cercanía emocional sin expectativas sexuales de su pareja.

Dificultad para comprender las necesidades emocionales. Algunos hombres pueden tener dificultades para comprender o priorizar la intimidad emocional sobre la intimidad física. Si no se les ha enseñado o alentado a reconocer y abordar las necesidades emocionales de su pareja, es posible que pasen por alto la importancia de las formas de conexión no sexuales, como acurrucarse. Esta falta de conciencia o comprensión puede provocar malentendidos o sentimientos de abandono en la relación.

3 Maneras de promover (nada más que) acurrucarse

A continuación se presentan tres consejos para que los hombres sean más comprensivos y complacientes con sus parejas femeninas que buscan intimidad física en forma de abrazos, y nada más que eso.

Mantente presente y atento. A veces, tu pareja sólo quiere acurrucarse para sentirse cerca y conectada. Es fundamental estar presente en el momento y prestarle toda tu atención a tu pareja. Por ejemplo, imaginemos a Juan y Elisa, una pareja joven de veintitantos años. Después de un largo día de trabajo, Elisa solo quiere relajarse y sentirse reconfortada acurrucándose en el sofá. Juan guarda su teléfono, escucha su día y la rodea con sus brazos, haciéndola sentir amada y apreciada.

Respeta los límites. Respeta los límites y las señales de tu pareja. Si no está de humor para nada más que acurrucarse, respétalo y no la presiones para nada más. Consideremos a Mike y Sara, una pareja de unos 40 años con hijos. Después de acostar a los niños, Sara expresa que está agotada y solo quiere acurrucarse en el sofá mientras mira una película. Mike comprende y se abstiene de iniciar algo más íntimo, lo que permite que Sara se relaje sin sentirse presionada.

Expresa afecto. Utiliza acurrucarte como una oportunidad para expresar su afecto y amor por tu pareja. Gestos simples como caricias suaves, besos en la frente o cumplidos susurrados pueden hacer que la experiencia sea más significativa. Imagínate a David y Lisa, una pareja de 60 años que disfruta de su jubilación. Han estado juntos durante décadas y, a veces, todo lo que necesitan es acurrucarse en el columpio del porche y recordar su vida juntos. David rodea a Lisa con su brazo y le dice cuánto aprecia su presencia, reforzando su vínculo con simples gestos afectuosos.

Equilibrar las necesidades con la comunicación

En esta publicación, hemos visto cómo “ella” puede disfrutar del afecto físico y la cercanía, representados por “abrazos”, mientras que “él” desea algo más sustancial o significativo en la relación. Esta desalineación de necesidades puede generar insatisfacción o conflicto si no se aborda.

Establecer límites podría implicar una comunicación abierta sobre las expectativas y deseos de cada persona en la relación. Podría significar discutir el equilibrio entre la intimidad física y la conexión emocional y encontrar compromisos que satisfagan las necesidades de ambas partes. Por ejemplo, podrían acordar horarios designados para acurrucarse y también reservar tiempo para conversaciones más profundas o actividades que satisfagan las necesidades emocionales de ambas partes. Se trata de respetar las preferencias de cada uno y al mismo tiempo garantizar que ambas partes se sientan realizados y valorados en la relación.

Siguiendo estos consejos, los hombres pueden crear un entorno enriquecedor y de apoyo para sus parejas durante los momentos en los que lo único que quieren es acurrucarse. Para inquietudes más complicadas como pareja, siempre se recomienda acudir a un profesional de salud mental cualificado.

Para encontrar a un psicólogo cerca de ti, visita el Directorio de Psychology Today

A version of this article originally appeared in English.

publicidad
Acerca de
Jeffrey Bernstein Ph.D.

El Dr. Jeffrey Bernstein, es psicólogo y autor de siete libros, entre ellos 10 Days to a Less Defiant Child.

Más de Jeffrey Bernstein Ph.D.
Más de Psychology Today
Más de Jeffrey Bernstein Ph.D.
Más de Psychology Today