Cómo saber si estás listo para una relación seria

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¿Alguna vez te preguntas, "estoy realmente listo para una relación seria?”

Muchas personas quieren una relación sana y seria, pero querer una no significa que realmente estés listo para una. Si no estás listo para la relación seria que quieres, nada funcionará. O no saldrás con nadie, o te meterás en relaciones a corto plazo, o terminarás en una relación tóxica.

La buena noticia es que puedes trabajar para estar listo para la relación que deseas. Puedes aprender habilidades relacionales, sanar tu relación contigo mismo y aprender a tener una relación saludable con alguien que ames. Cuando haces el trabajo necesario, todas tus relaciones cambian para mejor.

La siguiente es una lista de maneras en que puedes saber si estás listo para la relación seria que anhelas, o si hay más trabajo por hacer para prepararte:

1. El caos es un apagador de pasión, en lugar de un excitante. Ejemplos de caos incluyen llamadas para tener sexo, citas con alguien con quien sabes que no puedes estar, citas con alguien que es ambivalente con su interés en ti, adicción activa, participar en dinámicas que causan grandes emociones: altos altos, bajos bajos. Cuando alguien está siendo distante o jugando, lo ves como una bandera roja, no como un desafío. No te excita alguien que ha estado distante de ti cuando se pone en contacto contigo. No tienes espacio para esa mierda. En una relación seria, cambiamos ese caos, que puede sentirse emocionante, por estabilidad, que puede sentirse aburrida. Pero una vez que la estabilidad es emocionante, estás listo.

2. Te niegas a dejar que nadie te cause más dolor. Eso incluye incluso un instante de ansiedad. Ahí es cuando dejas de aceptar menos de lo que mereces.

3. Sueltas el control. Aprendes a estar bien en la incertidumbre, lo que permite que una relación crezca o se desvanezca. Cuando intentas controlar las cosas, terminas prolongando algo que necesita desvanecerse. O bien, haces que algo que necesita tiempo para desarrollarse crezca demasiado rápido y demasiado pronto, lo que hace que termine antes de que tenga la oportunidad de comenzar. Cuando puedes dejar de tratar de controlar las cosas, estás listo.

4. Buscas un igual, no un proyecto. Permites que otros te ofrezcan cuidado, amor y apoyo, en lugar de continuar metiéndote en relaciones en las que les das a los demás tu cuidado, amor y apoyo y no recibes mucho a cambio. Cuando puedes disfrutar de ser atendido de la manera en que los cuidas, estás listo para una relación saludable.

5. Alguien a quien le gustas se siente como una obviedad y se siente bien. No sospechas cuando le gustas a alguien. No pierdes la emoción cuando le gustas a alguien. Piensas, "¡por supuesto que le gusto!”

6. Confías en tu instinto para guiarte por encima de todo. Confiar en tu instinto como guía es el acto máximo de amor propio. Cuando confías en tu instinto para guiarte, sabes que has creado una relación saludable contigo mismo. Cuanto más saludable sea tu relación contigo mismo, más capaz serás de tener una relación saludable con una pareja.