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Verificado por Psychology Today

Divorcio

7 pasos contundentes para evitar un divorcio

Un mapa para cambiar comportamientos y, tal vez, la opinión de la otra persona

(c) dacasdo www.fotosearch.com
Fuente: (c) dacasdo www.fotosearch.com

Muchas parejas ignoran las alarmas de descontento que su pareja ha estado encendiendo por años. Para ellos, ninguna de las quejas sonaban como tan graves como para terminar en divorcio. Cuando su pareja "de repente" anuncia que se va de la casa, quiere terminar el matrimonio o ya incluso inició el proceso del divorcio, se les mueve el suelo debajo de los pies como si fuera un terremoto. ¿Hay alguna manera, en el punto de desesperación, para detener un divorcio?

Carlos le anunció el viernes a su esposa María (se cambiaron los nombres por confidencialidad) que quería un divorcio. María estaba anonadada. No tenía ni idea de que su esposo fuera tan infeliz. Sí, se había quejado de esto y aquello, pero, ¿acaso no todos los esposos se quejan?

Sin embargo, para el lunes por la mañana, María había tomado una decisión. Haría todo lo posible para evitar el divorcio. Para quienes se encuentren en una situación similar a la de María, aquí hay 7 pasos contundentes que ella y yo (la terapeuta a la que acudió por ayuda) planeamos juntas:

1. Prepararse para la acción

Si de verdad queremos detener un divorcio, debemos, tan pronto como sea posible, calmar el pánico, saltarse los lamentos y hacer un plan de acción.

2. Calmar la necesidad de hacerse la víctima.

Puede que "¿cómo pudiste hacerme esto?" exprese cómo nos sentimos en el momento, pero probablemente sea una estrategia perdedora para recuperar el afecto de nuestra pareja. Hacer que la otra persona se sienta tan culpable que regrese, lo único que logrará (si es que logra algo) será una pareja deprimida pensando "odio estar aquí de nuevo". Esa no es una buena alternativa ni una buena estrategia para evitar un divorcio a largo plazo.

Para saltarse la fase de "pobre de mí" saltemos a la fase de "siento orgullo por mí." Recordemos las cualidades positivas que aportamos al matrimonio y encontremos una manera de mostrarlas a todo lo que da. Muy pronto, empezaremos a creer en nosotros mismos de nuevo.

Es importante resaltar que dije "mostrar" no"mostrar y decir". Dejemos que las acciones hablen más que las palabras. Guardemos las palabras de apreciación para la otra persona durante conversaciones abiertas, no para comentarios sobre nosotros mismos. Adular nos lleva a todas partes mientras que la autoalabanza tiende a ser poco atractiva.

Hablando de apreciación, la gente fuerte exuda actitud positiva. Hay que sonreírle a nuestro casi ex. Reír de sus chistes. Expresar afecto. Compartir nuestra gratitud por las cosas buenas que ha hecho la otra persona.

3. Aclarar que necesitamos cambiar.

Una lista de todos los agravios que nos ha mencionado la otra persona y que ahora, en retrospectiva, podemos ver que eran intentos de evitar un divorcio resulta útil. Hay que listar todas las quejas, críticas y desacuerdos que podamos recordar.

Luego hay que revisar la lista con nuestro casi ex, asegurándonos de que nada se quede fuera y manteniendo el tono neutral como si estuviéramos revisando una lista del súper. "No es la gran cosa, solo me quiero asegurar de que mi lista esté completa." Sin hacerse la víctima ni arrastrarse.

Una vez que esté completa la lista, hay que pensar en nuestra familia de origen y determinar si alguno de los comportamientos se originaron de observar el comportamiento de alguien más con quien crecimos. ¿El comportamiento fue algo que vimos de nuestra madre o padre, o tal vez de algún hermano?

Los comportamientos no siempre tendrán una fuente identificable. Pero a más efectiva sea nuestra identificación del origen o razón por la que podríamos haber aprendido ciertos comportamientos negativos, más efectivamente seremos capaces de dejarlos ir y reemplazar cada hábito con uno todavía mejor.

Luego, hay que hacer un mapa de acción para arreglar cada uno de los comportamientos en la lista.

4. Sentirnos y vernos de la mejor manera posible.

El aspecto, tanto el esfuerzo que le ponemos en nuestra apariencia tanto cómo nos sentimos con la manera en la que nos vemos, puede ser un factor muy importante para reactivar los sentimientos románticos y, a fin de cuentas, detener un divorcio.

Podemos hacernos un nuevo corte que nos guste mucho. Prestarle atención a la ropa que hemos estado usando, deshacernos de los pantalones anchos y zapatos incómodos. Imaginemos cómo nos veríamos si nos viéramos de la mejor manera posible. Si la imagen no está clara, prestemos atención a cómo se viste la gente que nos parece atractiva en el súper o a las personas que nos parecen bien vestidas en la televisión. Luego, podemos usar esa información para entender cómo actualizar y energizar nuestro estilo propio.

5. Limpiar las heridas viejas.

Hay que encontrar cuáles son los resentimientos y heridas que carga la otra persona y que podrían haber sido factores que llevaron a que pidiera el divorcio. Hay que hacer una lista de todos los momentos que recuerde la otra persona con enojo o amargura y también hacer una lista propia.

Luego, revisen juntos cada una de las situaciones en la lista, y, una pod una, encuentren el meollo. Eso significa que cada uno tiene que analizar su propia participación en el malentendido o error. Ninguno de los dos puede comentar sobre lo que hizo la otra persona que fue problemático. El objetivo es entender lo que hizo uno sin darse cuenta que contribuyó al problema, luego nos disculpamos por ello e intentamos entender que se podría hacer diferente en el futuro para evitar que se repita.

Los errores son para aprender. Si el matrimonio está sufriendo, probablemente ninguno de los dos ha estado aprendiendo de sus propios errores.

6. Creer en uno mismo.

Para mantener la moral altra conforme avanzamos, pensemos en "la pequeña maquinita que logró lo que se propuso", cuyo mantra se volvió, "Creo que puedo, creo que puedo." Atesoremos este mantra y repitámonoslo a nosotros mismo muchas veces al día.

Si en el fondo no creemos ser dignos de ser amados, necesitamos cambiar eso. Usemos una técnica de "pulsaciones temporales" para cambiar los pensamientos autodestructivos. Con los tres dedos más largos de la mano derecha, tocamos un círculo alrededor de nuestra oreja derecha, del frente hacia atrás, abajo y alrededor, completando un círculo hasta llegar a 10 círculos. Conforme hacemos los toques leves, decimos en voz alta, "Me merezco recibir amor. Soy digno de amor. Me merezco recibir amor. Soy digno de amor." Las pulsaciones temporales reprograman al cerebro, reemplazando los pensamientos negativos sobre nosotros con pensamientos positivos.

Hay que recitar el mantra mientras hacemos los leves toques todos los días, tanto como sea posible, hasta que nuestra determinación y confianza se sientan lo suficientemente fuertes como para confiar en ellas.

7. Aprender habilidades que todos necesitamos si queremos ser mejores como parejas.

Nadie esperaría entrar a una corte y llevar a cabo un juicio sin antes aprender las habilidades de un abogado. Pero, ¿cuánto entrenamiento necesitamos para obtener el empleo de esposo o esposa? Probablemente muy poco, aunque las habilidades que necesitamos para tener éxito en el trabajo requieren de considerable entrenamiento para hacerse exitosamente.

Estas son las cuatro habilidades esenciales para sostener una relación amorosa:

  1. Platicar de manera cooperativa
  2. Tomar decisiones de ganar-ganar juntos
  3. Evitar que el enojo arruine las relaciones
  4. Elevar la actitud positiva que emanamos hacia la otra persona.

Los libros o artículos de autoayuda, o incluso o un curso en línea pueden ayudar para aprender estas habilidades; un terapeuta de pareja puede ser un mentor confiable también (en el directorio de Psychology Today pueden encontrar terapeutas cercanos en España, México o Chile).

¿Qué le pasó a Carlos y María?

María decidió que lucharía con todas sus fuerzas para recuperar el corazón de Carlos, reparar su matrimonio y darles tanto a ella como a su esposo (y a sus hijos) la familia fuerte que todos ansiaban en el fondo. Inició su plan de siete pasos inmediatamente.

La estrategia funcionó, aunque todavía quedaba mucho por sanar. Después de unos días del lanzamiento de la campaña de María, Carlos le llamó a su abogado y le dijo que retirara, al menos temporalmente, los papeles que había presentado ya para el divorcio.

Hay que reconocerle a Carlos que reconoció que un divorcio no sanaría sus años de resentimientos acumulados tan efectivamente como trabajar junto con una esposa que ahora estaba dándolo todo, junto con él, para construir el matrimonio que soñaban.

Eventualmente, a pesar de que antes no habían querido acudir a terapia de parejas, Carlos empezó a acompañar a María a sus terapias. Para su sorpresa, Carlos encontró que un terapeuta ayudaba más de lo que había esperado, especialmente para guiarlos mientras se curaban de muchas heridas pequeñas que habían sufrido durante sus años juntos.

Una nueva esposa amorosa, un matrimonio intacto para sus hijos y mantener todos los activos financieros por los que ambos habían trabajado, le dio a María y Carlos un resultado feliz. El giro tomó meses de atención enfocada en hacer cambios, impulsado por la determinación constante de María y de Ted y la voluntad de darle otra oportunidad.

Sin duda habrán otros problemas con esta pareja. Sin embargo, en este caso, fueron capaces de transformar su catástrofe en una bendición. El terremoto acabó, y tanto María como Carlos están parados, mano a mano, sobre tierra firme. Y su terapeuta no podría estar más contenta.

A version of this article originally appeared in English.

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Acerca de
Susan Heitler Ph.D.

La Dra. Susan Heitler, es autora de varios libros, incluyendo From Conflict to Resolution y The Power of Two. Es egresada de la Universidad de Harvard y de la Universidad de Nueva York.

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