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Todo el mundo sabe que el estrés afecta negativamente tu salud mental, pero, ¿sabías que también daña tus dientes y encías? Las investigaciones han demostrado que hay una relación entre el estrés a largo plazo y el deterioro de la salud bucal.
Me senté con Asma Khan, una escritora apasionada por el cuidado de la salud y educar a los lectores sobre cómo tener vidas más saludables y felices. Esto es lo que nos dijo.
Los mejores dentistas incluyen el estrés como una causa de dientes y encías dañadas. Los problemas orales relacionados con el estrés más prevalentes son:
- Morderse las uñas
- Aftas
- Glosodinia
- Disfunción temporomandibular
- Rechinar los dientes
- Problemas de encías
Morderse las uñas
Aunque muchas personas se muerden las uñas en situaciones estresantes, este mal hábito puede tener serias consecuencias como:
- Gérmenes transferidos de tus uñas hasta tu boca que pueden llevar a infecciones bucales.
- Las bacterias o virus que se encuentran en tus manos podrían transmitirse al resto de tu cuerpo.
- Las verrugas pueden esparcirse de tus manos a tu boca.
Aftas
Si sufres de ataques ocasionales de úlceras bucales dolorosas, frecuentemente se desarrollan debido a una deficiencia de Vitamina B y niveles extremos de estrés. Otras causas incluyen falta de balance hormonal, sensibilidad al sulfato de lauril de sodio (un agente espumoso en muchas marcas de pasta de dientes comercial) y reacciones alérgicas a las bacterias bucales.
Glosodinia
El estrés también puede causar glosodinia, una enfermedad dolorosa que daña tus encías y dientes. Aunque muchas mujeres sufren de esta enfermedad, fumar y beber exacerban estas condiciones.
Disfunción Temporomandibular
Este trastorno resulta en rigidez, hinchazón, dolor y pinchazos en la mandíbula inferior, debajo de las orejas. Este uso excesivo de los músculos de la mandíbula causa que los dientes choquen y rechinen, lo que daña los dientes.
Rechinar los dientes
Rechinar los dientes por la noche mientras duermes puede resultar en consecuencias serias como trastornos del sueño, dolor crónico de la mandíbula, dientes rotos o sueltos y dolores de cabeza severos.
Infección de las encías
El estrés a largo plazo ataca y debilita la capacidad de tu cuerpo de luchar contra infecciones y puede resultar en infecciones que causan decaimiento de dientes, mal aliento y encías sangrantes. Estas infecciones debilitan el sistema inmune del cuerpo y permiten que las bacterias dañinas se esparzan. Si tus encías están inflamadas, consulta a un dentista tan pronto como sea posible.
El estrés crónico comúnmente se asocia con trastornos de ansiedad. Si necesitas ayuda con la ansiedad, encuentra a un especialista cerca de ti en el directorio de Psychology Today.
A version of this article originally appeared in English.
