3 Razones para agradecerle a tu pareja más seguido

Si lees sobre cultivar la felicidad, practicar la atención plena o, en general, cómo construir una vida satisfactoria, el tema de practicar la gratitud surge una y otra vez. Reconocer las cosas positivas en nuestras vidas tiene beneficios que podemos sentir y que los científicos pueden medir.

La gratitud también es una buena manera de cuidar nuestras relaciones. En su revisión de más de 1,000 artículos de investigación, el Dr. Brian Ogolsky y sus colegas identificaron la gratitud como una de las 19 estrategias clave que usan las personas para preservar sus relaciones románticas. Cuando expresamos nuestro aprecio, mejora el “toma y daca” en la relación (reciprocidad) y aumenta nuestra sensibilidad sobre lo que necesita nuestra pareja. También es agradable sentirse apreciado por lo que contribuimos a nuestras relaciones.

Teniendo en cuenta que hay 19 estrategias de mantenimiento de relaciones, ¿por qué centrarse en esta? Tengo tres razones por las que vale la pena probar la gratitud y, alerta de spoiler, es porque es fácil.

Decir “gracias” es un acción familiar para nosotros.

Desde muy pequeños, a muchas personas se les enseña a decir “gracias” cuando reciben un regalo o un gesto amable. Sin embargo, aun cuando la gratitud es un reflejo con extraños, a veces dejamos de hacerlo con las personas más cercanas a nosotros. Ofrecemos nuestra gratitud a la persona que sostiene la puerta en la tienda de comestibles, pero ahorramos aliento en casa.

Puede parecer innecesario, o francamente ridículo, agradecer a nuestra pareja cada vez que prepara la cena o saca la basura, pero considera cambiar el guión por un momento. ¿No sería bueno que alguien dijera un rápido "gracias" mientras se sientan a comer la comida que preparaste después de un largo día de trabajo? Se siente bien ser reconocido por las pequeñas cosas que hacemos. El aprecio contribuye en gran medida a ayudarnos a sentirnos felices de contribuir con el hogar en lugar de resentirnos por ello.

En relaciones más largas, es fácil asumir que nuestra pareja simplemente sabe que estamos agradecidos sin que tengamos que decir o hacer nada. Este es un concepto erróneo común. Tenemos que decir las cosas en voz alta, y "gracias" o "te aprecio" son especialmente útiles para fortalecer nuestros lazos románticos.

Podemos practicar la gratitud por nuestra cuenta.

Algunas estrategias para fortalecer o mantener nuestras relaciones requieren la aceptación de nuestras parejas. Sin embargo, otros tienen que ver con cómo pensamos sobre la relación. Tenemos control sobre cómo reaccionamos ante nuestra pareja y en qué nos enfocamos en nuestras interacciones diarias con ellos. La gratitud es una de las estrategias individuales que podemos probar por nosotros mismos sin necesidad de la participación de nadie más.

Generalmente pensamos en la gratitud como una reacción cuando alguien hace algo bueno por nosotros, “oye, gracias por lavar los platos”. Pero no tiene que ser una respuesta a un evento específico. También podemos sentir y expresar un tono general de gratitud hacia nuestros socios. Podemos buscar las partes de la relación que están funcionando y cultivar un sentido de gratitud por ellas. ¿Tu pareja es excelente para hacerte sentir apoyado? ¿Te trae café? ¿Te hace reír? ¿Se ocupa de los insectos que tú odias?

Incluso si no explicamos o expresamos esto específicamente a nuestros socios, nuestra gratitud y aprecio pueden cambiar la forma en que interactuamos en una dirección positiva.

La gratitud es contagiosa… de una manera positiva.

Cuando desarrollamos el hábito de expresar gratitud por nuestra pareja, puede ayudar a nuestras otras relaciones. Por ejemplo, una de las técnicas más efectivas que usan los padres para inculcar la gratitud en sus hijos es modelar, mostrándoles cómo hacerlo a través de sus propias acciones. A medida que expresamos gratitud en voz alta, dentro de nuestras familias y en otros lugares, otros se dan cuenta y hacen lo mismo.

Adquirir el hábito de decir “gracias” con más frecuencia puede significar reconocer a nuestra pareja o hijos por hacer las cosas que esperamos que hagan, y eso está bien. No necesitamos reservar nuestra gratitud para grandes gestos. Muchas pequeñas expresiones de gratitud se acumulan y se extienden para que todos se sientan un poco más apreciados por lo que hacemos.

En resumen

La gratitud es un hábito simple y directo de cultivar. La mayoría de nosotros ya lo tenemos, solo necesitamos activarlo con nuestras parejas. Si deseas algo fácil para impulsar tu relación, decir "gracias" con más frecuencia es un buen lugar para comenzar.