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Verificado por Psychology Today

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10 consejos para que funcione una relación a distancia

Así podemos mejorar nuestras oportunidades de satisfacción.

Ivanko80/Shutterstock
Fuente: Ivanko80/Shutterstock

En esta era de los mensajes de texto y Skype, parecería que mantener una relación a distancia sería más fácil que nunca. Estamos muy lejos de los días en los que había que pagar cantidades descomunales de dinero por llamadas de larga distancia que nos obligaba a racionar las llamadas como si fueran piedras preciosas. Las personas en relaciones a larga distancia ya no necesitan poner todas sus esperanzas en la entrega del correo, esperando una carta que, en el mejor de los casos, fue escrita hace una semana. Incluso dejamos atrás los días en los que había que esperar que una persona llegara a su computadora y se conectara a internet para intercambiar correos electrónicos, ahora se esperan respuestas instantáneas (lo que tiene sus pros y sus contras). Pero, como cualquiera que ha estado en una relación a distancia nos podrá decir, la tecnología no puede compensar todo. La falta de proximidad física regular todavía parece hacer que las relaciones a distancia sean tan difíciles emocionalmente como siempre.

Y aún así, muchos de nosotros las estamos intentando. Una encuesta descubrió que el 24 por ciento de los participantes habían usado correos electrónicos o el internet en general para mantener una relación a distancia (¿habrá habido alguien con una relación a distancia que no lo hiciera así?). Y hay buenas noticias: los estudios han encontrado que, en el peor de los casos, la calidad de las relaciones a distancia no difiere considerablemente de las relaciones geográficamente cercanas, y en algunos casos puede incluso ser mejor.

¿Sobrevivirá la mía? ¿Qué puede hacer una diferencia? Afortunadamente, hay consideraciones específicas que mejorarán las probabilidades de un amor sano y duradero. Esto es lo que debemos tener en mente:

1. Priorizar bien los horarios.

Los diferentes horarios laborales o escolares, las preferencias del sueño y las zonas horarias pueden provocar caos hasta en las parejas con las mejores intenciones, cuando se trata de hacerse el tiempo para comunicarse entre sí. Con frecuencia, una pareja tiende a ajustarse a un patrón causado por la inercia, incluso cuando se convierte en un patrón que no funciona realmente para uno o para los dos. ¿En qué momento del día sienten más energía? ¿Cuándo pueden dedicarle tiempo privado y sin presiones a conversar? ¿Cuándo se les antojan mensajes espontáneos? ¿Quién tiene el horario más flexible? ¿Cuál se siente como el momento más íntimo del día, o el momento en el que más añoran una conexión? ¿Quién debería iniciar el contacto? ¿Prefieren una hora fija para comunicarse sin importar lo que pase o debería variar según el día? No hay límites para los tipos de acuerdos de comunicación que podrían funcionar, mientras sean mutuamente satisfactorios. Lo importante es ser cuidadosos con la manera de elegir un ritmo que funcione para ambos, para que no se acumulen resentimientos y frustraciones al caer en un patrón que no se sienta conveniente o comprensivo.

2. Asegurarse de compartir las mismas metas.

En general, las investigaciones han demostrado que las relaciones a distancia son más satisfactorias y menos estresantes cuando se entiende que serán temporales. Esto tiene sentido intuitivamente, siendo que es más fácil mantener la vista en el proverbial premio y trabajar juntos para atravesar las dificultades de estar lejos, en lugar de perder la esperanza sintiendo que nunca terminará. Pero, ¿qué pasa cuando una persona está más cómoda con el status quo que la otra, o una persona está más motivada a encontrar maneras de estar físicamente juntos que la otra? Si una de las personas en la pareja ve la separación como un obstáculo temporal que terminará en un compromiso más grande (un compromiso o mudarse juntos para siempre, por ejemplo), mientras que la otra ve la distancia como una simple necesidad que podría tener que sostenerse a largo plazo, probablemente habrán fricciones. Es importante hablar sobre las expectativas sobre cuáles serán los resultados de la separación y cuándo llegarán.

3. No confiar solamente en la tecnología.

Muchas parejas a larga distancia están muy agradecidas por Facetime, las conferencia de video, los mensajes de texto y todos los demás avances tecnológicos que han hecho mucho más fácil mantenerse en contacto en tiempo real con su ser amado. Pero no olvidemos el poder de tener algo físico que nos recuerde a nuestra pareja. Mantener ropa que huele a la otra persona cerca, tener algo simbólico que represente el compromiso, o colocar algo que nos regalaron en una posición prominente en la recámara puede servir como recuerdos próximos de su presencia. Y no hay que subestimar la alegría de recibir algo tangible de su parte: una postal graciosa, un regalo inesperado o un paquete de sus dulces favoritos.

4. Enfocarse en comunicación de calidad.

Resulta interesante que algunas investigaciones muestran que las parejas a distancia podrían estar más satisfechas con su comunicación que las parejas geográficamente cercanas. Esto podría ser porque entienden cuán valiosas son sus oportunidades de comunicación, y generalmente no tienen que desperdiciar palabras en la logística del día a día (“¿Por qué no sacaste la basura?” o “Pero quiero comida china, la semana pasada comimos pizza”). Esto se puede usar como ventaja. En una relación a distancia, no se puede tener una cantidad tan alta de comunicación como entre las parejas que están cerca, pero existe el potencial de exceder en cuanto a calidad. Por ejemplo, durante conversaciones nocturnas, pueden reflexionar más sobre las partes más importantes de su día desde antes para luego hablar al respecto. También, al no tener los beneficios de las expresiones faciales, es necesario reflexionar más sobre las palabras que van a usarse. Además, debido a una comprensión de los déficits de una llamada, aunque sea por video llamada, ayuda incitar a asegurarnos de decir todas las cosas que queremos decir. Eso puede ayudar a garantizar que se tienen las conversaciones más importantes, de las que construyen intimidad, sin importar que estados (o países) nos separen.

5. Convertir las cosas “aburridas” en conexión.

Hay que tener en cuenta que la calidad de la comunicación no tiene que significar dejar fuera los detalles más pequeños del día. Es fácil sentirse distantes si no tenemos ni idea de los ritmos diarios de la vida de la otra persona: ¿Con quién platican durante la hora de la comida? ¿Qué podcasts están escuchando? ¿Qué han estado preparando para cenar? ¿Cómo quedó la decoración de su cuarto? ¿Quién los desespera en el trabajo? No cometamos el error de pensar que los detalles “aburridos” del día deberían ser un misterio para la otra persona. Por supuesto, nadie quiere escuchar una minuta detallada, pero la clave es mantenerse lo suficientemente presentes en la vida del otro como para tener una sensación de la lista de personajes y contextos que constituyen la vida diaria para ellos: Eso ayuda a mantenerse cerca, incluso cuando los kilómetros no ayudan.

6. No planear demasiado el tiempo juntos.

Una manera importante en la cual las relaciones a distancia pueden sentirse considerablemente distintas que las geográficamente cercanas es cuando la pareja se reúne en persona, suele sentirse como que no hay tiempo que perder. Pero este puede ser un arma de dos filos. Sí puede que se reduzcan las probabilidades de discutir sobre quién olvidó cambiar el papel higiénico, pero también podría hacernos sucumbir a la tentación de planear tanto el tiempo juntos que se vuelve estresante para uno o para ambos. He trabajado con muchas personas en relaciones a distancia que reportan que se sienten muy presionados de hacer que cada momento en persona cuente; si solamente ven a su pareja cada dos meses, entonces es comprensible que quieran tratarlo cada vez como vacaciones especiales. Pero no debemos olvidar que la intimidad en una relación se construye de pequeños momentos así como de los grandes: decidir espontáneamente ver una película en el sillón o ir de turistas a los puntos más importantes de la ciudad o encontrar los restaurantes más bonitos. Es importante asegurarse de encontrar algo de espacio para respirar durante los momentos juntos. Los tiempos tranquilos no son tiempos desperdiciados, sino lo contrario: son momentos que ayudan a respirar y conectar.

7.No poner la vida en espera.

No hay duda al respecto: las relaciones a distancia requieren algunos sacrificios. Pero es importante tener cuidado de no sacrificar más de lo necesario porque eso puede provocar resentimiento y remordimiento con el tiempo. Esto es especialmente arriesgado cuando la parte a distancia de la relación solamente debería durar un periodo corto de tiempo, pero de manera inesperada necesita extenderse más, ya sea debido a un despliegue militar, retos en el empleo o problemas financieros inesperados. En estos casos, puede que una de las partes retrasara o evitara pasar tiempo cultivando amistades, intereses o pasatiempos en su localidad porque no les pareció que valiera la pena, y ahora, años después, desearían haber estado viviendo un poco más plenamente en el tiempo transcurrido. Es una cosa añorar por fin estar en el mismo lugar que nuestra pareja, es otra completamente posponer comprometernos con nuestra vida completamente hasta entonces. Hay que asegurarse de esforzarnos por obtener lo mejor de la vida que tenemos en nuestra localidad. No es bueno aislarse, despreocuparse del trabajo, o evitar “molestarse” con buscar un sentido de comunidad o propósito. Hay que vivir todos los días completamente, sin importar si la otra persona está ahí o no. ¿Otra ventaja? Hará que el tiempo lejos pase más rápido.

8. Replantearse la situación como positiva, y creer en ello.

Dados los positivos que acompañan a las relaciones a distancia, podría tener sentido celebrar la situación como algo que podría traer beneficios a pesar de sus desventajas. Además, si ambos se recuerdan mutuamente las maneras en las que estar lejos los ayudarán a apreciarse más (hay investigaciones que muestran que hay más probabilidades de idealizar a la otra persona estando en una relación a distancia), esto puede ayudar a sentirse más positivos ante lo que traiga la distancia. Un replanteamiento cognitivo es útil en todo tipo de situaciones difíciles, ya que ayuda a traer esperanza y ayuda a darnos un sentido de control. Las relaciones a distancia no son distintas. Por eso, hay que intentar hacer la transición de enfocarse en lo desafortunado que es no poder vivir en el mismo lugar hacia cómo este reto ayudará a fortalecerse juntos.

9. Entender la diferencia entre “saludar” y “revisar”

Esto nos trae al principal punto de contención en muchas relaciones a distancia: el hecho de no conocer lo que la otra persona está haciendo durante sus días. ¿Se preocupan de que “si no ve ve no se siente”? ¿O creen completamente que la ausencia ayuda a aumentar el cariño? Pueden darse un descanso y reconocer que las relaciones a distancia pueden traer preocupaciones un poco mayores de infidelidad en comparación con las relaciones geográficamente cercanas, y esto es completamente normal. Pero no permitamos que alimente un comportamiento que se incline hacia la suspicacia y la supervisión. Conectarse solo cuando ambas partes quieran hacerlo. Si alguien quiere escuchar la voz de la otra persona, está bien llamarle. Cuando alguien siente la necesidad de hacer una pregunta, puede enviar un mensaje para hacerlo. Pero no hay que jugar al detective: la otra persona se dará cuenta de la naturaleza intrusiva de las preguntas y no las recibirá positivamente. Entrar en una relación a distancia es dar un gran salto de fe, y es sencillamente imposible saber con certeza lo que están haciendo durante todo el día: mientras más podamos estar relajados con ellos, mejor estaremos.

10. Aprender a confiar y ganarse la confianza.

Y esto nos lleva a uno de los factores más importantes para hacer que cualquier relación dure: la confianza. El trabajo para construir, y mantener, la confianza es de ambos lados, ganarla es tan importante como tenerla en la otra persona. Y a menos de que creamos que solamente se trata del potencial de infidelidad sexual, es importante recordar que hay muchas maneras en las que rupturas de confianza pueden erosionar una relación, incluso excluyendo los amoríos. ¿Se puede contar con la otra persona para cosas pequeñas y grandes y están ahí para la llamada cuando dijeron que estarían o con frecuencia nos ponen de lado cuando surge algo más “importante”? ¿Son fieles a los planes que hicieron para ir a verse o cambian la fecha continuamente si el trabajo se pone demasiado pesado? ¿Recuerdan las cosas importantes y escuchan en maneras que nos hacen sentir escuchados y comprendidos, o cada nueva conversación se siente como separada, como si no estuvieran prestando atención la primera vez o estuvieran pensando completamente en algo más? Todas estas preguntas aplican también a uno mismo, por supuesto. ¿Somos la pareja que vale la pena tener?

¿Qué ha ayudado en su relación a distancia? Cuéntenme en los comentarios.

A version of this article originally appeared in Inglés.

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Acerca de
Andrea Bonior Ph.D.

Dra. Andrea Bonior, es psicóloga clínica y oradora en la facultad de la Universidad de Georgetown. Es autora de Detox Your Thoughts: Quit Negative Self-Talk for Good y Discover the Life You've Always Wanted.

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