Por qué la intimidad emocional y la intimidad sexual van juntos

Intimidad: ese sentimiento de cercanía, conexión y unión compartida entre las personas, es uno de los componentes más importantes y gratificantes de una relación romántica saludable. Cuando trabajo con parejas que quieren mejorar su satisfacción conyugal, siempre termino refiriéndome a los dos tipos de intimidad de los que escuchas: intimidad física (o sexual) e intimidad emocional.

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Lo que esto significa es:

• Para la pareja que dice que el sexo es genial pero se sienten distantes el uno del otro, usamos la terapia como una oportunidad para explorar la intimidad emocional y física.
• Para la pareja que dice que siente un profundo sentido de amor y aprecio mutuo, pero que su vida sexual se ha esfumado hasta el punto de que su relación roza lo platónico, nosotros (lo adivinaste) usamos la terapia como una oportunidad para explorar la intimidad emocional y física.

Lo expongo simplemente para mostrar que ambos tipos de intimidad son realmente esenciales. Aquí hay tres cosas que considero verdades importantes sobre la intimidad física y emocional que todas las parejas deben saber.

1. Realmente no puedes tener uno sin el otro (al menos no si buscas un compromiso a largo plazo).

La intimidad física y la intimidad emocional importan, y una no es más importante que la otra... al menos no cuando se trata de tener una relación sana a largo plazo.

Para ser claros, definitivamente puedes tener intimidad física sin una conexión emocional. Para muchas parejas, la intimidad física o la atracción sexual a menudo preceden a la intimidad emocional como lo que hace que ambos "compren" la relación (lo que desencadena lo que algunos llaman el "impulso de fusionarse" provocado por la evolución). Del mismo modo, es posible sentirse emocionalmente íntimo y conectado con alguien sin sentirse atraído físicamente por él.

Pero cuando estas dos expresiones de intimidad permanecen separadas o inconexas, una pareja es efectivamente incapaz de evolucionar hacia una relación madura y amorosa. Porque, si bien la intimidad física permite a las personas expresar y disfrutar de su conexión a un nivel sensual, la intimidad emocional es necesaria para que las personas se sientan lo suficientemente seguras como para construir (y mantener) una conexión duradera en primer lugar.

Animo a las parejas a pensar en la intimidad emocional y física como componentes que trabajan en conjunto entre sí para crear una relación sana y en forma. Mejorar la fortaleza de ambos mejorará y equilibrará la salud de tu relación en general.

2. La intimidad física y emocional comparten algunos ingredientes esenciales.

Tener intimidad física y emocional con alguien exige varios requisitos previos. Ambos deben ser capaces de ofrecer:

• Confianza: la sensación de que no se decepcionarán el uno al otro y respetarán sus límites
• Vulnerabilidad: la voluntad de ser honesto acerca de sus mayores miedos, inseguridades, deseos y sueños
• Comunicación: la capacidad de prestarse atención consciente, presente y enfocada mientras discuten cosas pequeñas y grandes (lo que significa ir más allá de las preguntas más superficiales como "¿cómo fue tu día?" o " ¿quién va a recoger a los niños esta noche?")

Si tienes problemas con cosas como la confianza, la vulnerabilidad y la comunicación dentro de tu matrimonio, la consejería para parejas puede ayudarte.

3. Las parejas pueden valorar cada tipo de intimidad de manera diferente.

No es raro que las parejas vean la intimidad física y emocional desde diferentes perspectivas.

Por ejemplo, uno puede valorar más la intimidad física, por lo que puede expresar su amor principalmente a través del contacto físico y sentirse más amado cuando su pareja hace lo mismo. Lo contrario también puede ser cierto: uno que valora mucho la intimidad emocional se sentirá extremadamente satisfecho y cercano después de una conversación profunda, pero puede sentirse un poco desconectado después del sexo (especialmente si la otra pareja no quiere hablar de inmediato).

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La cuestión es que priorizar o "preferir" un tipo de intimidad sobre el otro no es necesariamente un problema, siempre que las parejas reconozcan que ambos tipos de intimidad tienen el mismo peso en el matrimonio. Esto podría significar que una pareja tiene que hacer más "esfuerzo" para tener relaciones sexuales, mientras que la otra tiene que hacer más "esfuerzo" para tener esas conversaciones profundas. Si esto suena como tu matrimonio, traten de ser pacientes el uno con el otro...y mantengan abiertas esas líneas de comunicación honestas.