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¿Miras alrededor de tu casa y te preguntas cómo se llenó de chucherías, o escaneas tu oficina y te preguntas cómo llegó a estar tan llena de pilas de papel descuidadas? ¿Qué pasa con tu calendario: está lleno de citas que se extienden indefinidamente hacia el futuro? ¿Tu buzón de correo electrónico está tan desbordado que ni siquiera tienes ganas de revisarlo para tratar de abordar cualquier cosa que no parezca emergente?
Todo este desorden, físico y mental, puede interrumpir tu flujo, tanto tu capacidad para moverte como tu capacidad para pensar. Resulta que tu bienestar también podría convertirse en víctima de lo que podríamos llamar el "efecto del desorden”. Una colección de estudios recientes sobre el estrés, la satisfacción con la vida, la salud física y la cognición hablan del valor de la racionalización.
Cuando pensamos en el desorden, la primera asociación que muchos tienen es con el interior de la casa de un acaparador. Sin embargo, el desorden puede implicar simplemente la acumulación de más posesiones de las que pueden caber en el espacio disponible. Si tienes toda una vida de recuerdos esparcidos por las habitaciones de una mansión de 25 habitaciones, todos cabrán cómodamente en estantes y mesas. Es un asunto completamente diferente si esa misma cantidad de cosas termina en un apartamento estrecho de dos dormitorios.
Una investigación relativamente reciente sobre las percepciones del medio ambiente y el bienestar examinó el conjunto de relaciones entre el desorden en el hogar y el bienestar subjetivo. Catherine Roster y sus colegas (2016) de la Universidad de Nuevo México examinaron cómo el desorden compromete la percepción del hogar de un individuo y, en última instancia, los sentimientos de satisfacción con la vida. La premisa subyacente del estudio fue que debido a que muchas personas se identifican tan estrechamente con sus entornos domésticos, el grado en que está desordenado puede interferir con el placer que experimentan cuando están en ese entorno.
Roster et al. definen " hogar" no simplemente como la morada física en la que vives, sino más generalmente como "la constelación más amplia de experiencias, significados y situaciones que moldean y son moldeados activamente por una persona en la creación de su mundo vital " (pág. 32). El desorden hace que sea difícil navegar a través de ese mundo vital y hacer lo que necesitas para vivir cómodamente dentro de él. Cuando tu encimera está llena de electrodomésticos, así como invadida por el correo y aparatos de varios tipos, va a ser mucho más difícil conseguir que la encimera se vea satisfactoriamente limpia y brillante.
Roster y sus colegas identificaron una muestra de adultos con problemas de desorden leve a moderado a través de "The Institute for Challenging Disorganization" (ICD), una organización sin fines de lucro destinada a ayudar a aquellos que, como se podría adivinar, tienen problemas organizacionales. Además de calificar sus propios comportamientos relacionados con el desorden (como no poder encontrar cosas debido al desorden), los participantes en la muestra de casi 1,500 adultos de 18 años o más calificaron el grado en que se sentían apegados a sus hogares, veían sus posesiones como una extensión de sí mismos y sentían que su hogar les brindaba comodidad psicológica.
Los dos factores de apego al hogar y la autoextensión de posesión predijeron positivamente el sentido del individuo de la seguridad psicológica del hogar. El desorden, sin embargo, estaba relacionado negativamente con el sentido psicológico del hogar y, en última instancia, con el bienestar. Como concluyeron los autores, "el desorden es a menudo una consecuencia insidiosa y aparentemente inofensiva del deseo natural de las personas de apropiarse de sus espacios personales con posesiones... cuando [el desorden] se vuelve excesivo, puede amenazar con atrapar física y psicológicamente a una persona en ambientes domésticos disfuncionales que contribuyen a la angustia personal y los sentimientos de desplazamiento y alienación" (pág. 38).
Deshacerte del desorden en tu hogar, con o sin la ayuda de otras personas sin problemas organizacionales, parece ser un factor clave que puede que no te hayas dado cuenta de que es tan importante para tus sentimientos de felicidad. Este proceso puede ser doloroso en ese momento, pero debería ayudarlo a superar este importante obstáculo para tu bienestar. Aquí hay cinco razones para comenzar a racionalizar tu vida hoy:
1. Bajo bienestar subjetivo
Vivir en el desorden impide tu identificación con tu hogar, que debe ser un refugio del mundo exterior y un lugar para sentir orgullo. Como vemos en el estudio de la Universidad de Nuevo México, tener demasiadas de sus cosas en un lugar demasiado pequeño te llevará a sentir que tu entorno doméstico es tu enemigo, no tu amigo.
2. Comer menos saludable
Un estudio australiano-estadounidense realizado por Lenny Vartarian et al. (2017) mostró que las personas realmente comerán más galletas y bocadillos si el entorno en el que se les ofrece una opción de alimentos es caótico y se sienten estresadas.
Cuando la cocina experimental en la que se examinó a los participantes estaba desorganizada y desordenada, y se les puso en una mentalidad de bajo autocontrol, los estudiantes en el laboratorio de la Universidad de Cornell comieron el doble de galletas que en una cocina estándar y no caótica. En otras palabras, buscarás más dulces en un entorno desordenado cuando te sientes fuera de control.
3. Peor salud mental
Al examinar un siglo de investigación sobre el estrés y el bienestar, Paul Bliese y sus colegas (2017) de la Universidad de Carolina del Sur señalaron que, en algunos de los primeros estudios realizados sobre el estrés y el lugar de trabajo, un ambiente cómodo se consideró esencial para "la higiene mental”. Aunque la investigación reciente ha virado más hacia la comodidad mental que física, se puede argumentar lo mismo que el lugar de trabajo debería estar tan libre de desorden como sabemos por la investigación de Roster que el hogar debería estarlo.
Otras investigaciones sobre la satisfacción en el lugar de trabajo han señalado las ventajas de que los empleados puedan personalizar su entorno, pero cuando esos entornos se vuelven desordenados, esto debería tener rendimientos decrecientes. Ciertamente, sentirse estresado por una bandeja de entrada desordenada es suficiente para causar que la higiene mental de cualquier persona se deteriore, como es probable que por tu propia experiencia puedas atestiguarlo.
4. Procesamiento visual menos eficiente
En realidad, es más difícil leer los sentimientos de las personas cuando su entorno visual está lleno de estímulos aleatorios. En un examen del impacto del desorden en las percepciones de las escenas en las películas, James Cutting y Kacie Armstrong (2016) de la Universidad de Cornell encontraron que cuando el fondo de una escena está muy desordenado, a los espectadores les resulta más difícil interpretar las expresiones emocionales en las caras de los personajes. Si este hallazgo es cierto en la vida diaria, significa que será menos preciso al averiguar cómo se sienten realmente otras personas cuando las ves en medio de una habitación llena de desorden.
5. Pensamiento menos eficiente
El "desorden mental" es un estado mental en el que no se puede inhibir la información irrelevante. Lynn Hasher de la Universidad de Toronto propuso hace varios años que el desorden mental es uno de los principales sospechosos en la causa de las pérdidas de memoria relacionadas con la edad. Su investigación actual (Amer et al. 2016) sigue apoyando esa propuesta.
Si no puedes atravesar el material que obstruye tus redes neuronales, según la teoría, serás más lento y menos eficiente para procesar información. Como resultado, estarás incapacitado cuando se trata de tareas de memoria a corto plazo, e incluso en ejercicios mentales de mayor alcance cuando tienes que recuperar información que deberías saber, como nombres de personas, que ya no puedes encontrar dentro de tu repositorio desorganizado de conocimiento.
El orden parece tener sus ventajas, entonces, no solo como una herramienta de limpieza, sino como un proceso esencial para mantener tu felicidad en tu entorno doméstico y en el trabajo. Al mismo tiempo, disminuir el desorden puede beneficiar tu salud física y habilidades cognitivas. Comienza a sacar esa bolsa de basura, ya sea virtual o física, y pronto te sentirás más capaz de disfrutar de tu entorno mientras piensas de manera más eficiente y limpia.
Copyright Susan Krauss Whitbourne 2017
Crédito de la imagen: PR Image Factory / Shutterstock
A version of this article originally appeared in English.
