Relaciones
Qué hacer cuando odias a la pareja de tu hijo o hija
Aquí hay 7 pasos para evitar el distanciamiento.
12 de octubre de 2022 Revisado por Davia Sills
Los puntos clave
- El desacuerdo sobre el amor y el matrimonio pone a los padres y a los hijos en riesgo de distanciamiento.
- Evita el distanciamiento expresando las preocupaciones con delicadeza y una sola vez, dando el beneficio de la duda y evitando ultimátums.
- Evita tomar partido; deja que los pares den la voz de alarma y no boicotees la boda, incluso cuando desapruebas la unión.
- Está ahí para tu hijo o hija: para consolar después de una ruptura o para celebrar una relación que, sorprendentemente, traiga felicidad.
Cuando conoces al nuevo amor de un hijo adulto, puede haber una variedad de razones por las que se encienden focos rojos.
Tal vez el nuevo novio de tu hija tiene un currículum de vida pobre y problemático: poca educación y ambición, antecedentes de abuso de sustancias, roces con la ley o un tren descarrilado de relaciones rotas.
O tal vez cumple con todos los requisitos para la educación y el empleo pero, en tu opinión, es arrogante, detestable y desprecia los logros y el potencial de tu hija.
O tal vez te desanimen las diferencias que para ti son muy notorias aunque no parezcan serlo para tu hijo: diferencias en religión, raza o cultura.
Tal vez veas a la novia dependiente o autodestructiva de tu hijo como un impedimento para su educación, desarrollo profesional o felicidad futura.
O consideras que su personalidad es desagradable y su falta de interés en crear una conexión cálida contigo es una señal de advertencia importante.
O tal vez tu primera impresión se ve empañada por características que no concuerdan con tus expectativas para una futura nuera: está cubierta de tatuajes o usa un lenguaje que consideras vulgar o grosero o simplemente es tan diferente de tu hijo que no puedes imaginar cómo funcionaría esa relación.
Cuando conoces al nuevo amor de un hijo adulto y ves encenderse focos rojos, tu primer impulso podría ser llevarte a un lado a tu hijo o hija y decirle: “¿En qué estás pensando? ¡Corre, no camines, aléjate de esta persona ahora!”
Pero el camino del distanciamiento es bien transitado por padres e hijos adultos cuando se trata de amor y matrimonio. Cuanto más te opongas a su amor, más conectado se sentirá tu hijo adulto con esta persona. Las discusiones y los ultimátum crean distancia y decisiones difíciles.
La investigación realizada por la Dra. Megan Gillian y sus colegas de la Universidad Estatal de Iowa encontró que si una madre desaprueba el matrimonio de un hijo adulto (debido a una diferencia en la religión u otros valores fundamentales), existe una probabilidad mucho mayor de distanciamiento que si el hijo adulto tuvo roces con la policía local o incluso estuvo en prisión
Entonces, ¿qué puedes hacer cuando tienes la certeza de que un hijo o hija en la edad adulta corre el riesgo de sufrir un desastre amoroso?
1. Piensa y aclara qué es lo que te molesta de esta persona.
¿Tu primera impresión negativa se basa en tus propios gustos, experiencias y opiniones? En el pasado, por ejemplo, era bastante común que un hombre se involucrara con una mujer que tenía menos educación o ambición que él. Ahora que más de la mitad de los nuevos graduados universitarios son mujeres, y muchas mujeres jóvenes son capaces de mantenerse a sí mismas o de ser el principal sostén de la familia, pueden sentirse libres para enamorarse de los hombres por sus cualidades personales, incluso si los niveles de educación o logros profesionales difieren de los suyos. Si tu objeción se basa en diferencias de religión o cultura, piensa un poco en las prioridades de tu hijo adulto y cómo pueden diferir de las tuyas. Antes de compartir inquietudes sobre este nuevo amor con tu hijo adulto, ten claro si estás viendo un desastre en el futuro para tu hijo o simplemente estás reaccionando ante alguien que tú no elegirías.
2. Toma un enfoque moderado incluso si tu primer impulso es la repugnancia.
No saltes a dar consejos no solicitados. Expresa tus preocupaciones con calma y luego retrocede. Obtén más información sobre la persona (como las buenas cualidades que ve tu hijo) para equilibrar tu impresión negativa. Expresa tus reservas suavemente, tal vez como preguntas más que como afirmaciones, preferiblemente junto con un comentario positivo para evitar una actitud defensiva y un corte de comunicación con tu hijo.
“Cuando mi hija Karla conoció a un chico que no me agradaba particularmente porque le gustaban los videojuegos y las fiestas en lugar de estudiar y trabajar, traté de verlo a través de sus ojos mientras le hacía consciente de mis preocupaciones”, dijo una cliente a la que llamaré Gina hace poco. “Dije que Dani parece ser una persona divertida. Me gusta su humor y energía. Pero me pregunto cómo se desarrollarán sus diferencias a largo plazo. ¿Has pensado en lo que significaría si trabajaras muchas horas y él fuera más relajado? ¿Podrían ambos ser felices con eso? Eso parece funcionar para algunas personas. ¿Funcionaría para ti?” Solo dije mi opinión y luego retrocedí. Ella rompió con él después de unos meses, para mi gran alivio. Pero lo hizo por sus propios motivos”.
Diana, una amiga que tuvo dos matrimonios desastrosos con hombres que eran adictos, desearía que sus padres hubieran tomado un enfoque más discreto ante sus malas decisiones: "Si mi propia hija fuera tan tonta como yo con los hombres, lo haría sin duda, adoptaría un enfoque más suave, centrándome en su deseo de ayudar a las personas y sugiriendo que puede ayudar a las personas de muchas maneras, ¡pero casarse con un adicto no es la mejor manera de ayudarlo a él o a ti! Las objeciones a gritos de mis padres a mis horribles ex me pusieron a la defensiva y ayudaron a llevarme a esos matrimonios destinados al fracaso”.
3. Dale al nuevo amor el beneficio de la duda por un rato.
¿La persona es simplemente desagradable en lo que a ti respecta o realmente tóxica? Es importante obtener más información para ver si tu respuesta inicial fue acertada o no. Y si mantienes la mente abierta, también mantienes la puerta abierta con tu hijo o hija.
4. No tomes partido cuando se queje de su relación.
Escucha y muestra apoyo y fe en que tu hijo o hija puede tomar una decisión racional sobre qué hacer. No le des consejos a menos que te los pida. Pero hazle saber que, aunque tengas sospechas sobre esta relación, siempre estarás allí para él o ella, apoyando en cualquier decisión que tome. Evita criticar a su pareja. Si se reconcilian, tus comentarios negativos pueden volver a atormentarte, provocando distanciamiento o incluso separación de tu hijo o hija.
5. No des ultimatums.
Exigir que tu hijo elija entre un posible cónyugue y tú te pone en discordia con tu hijo o hija, independientemente de la elección que tome al final.
Ray nació en Guatemala, sus padres lo adoptaron cuando era un bebé y lo llevaron a Estados Unidos. Pero cuando se enamoró de una joven que había emigrado con su familia desde México, sus padres se horrorizaron. “Te dimos nuestro apellido con amor”, le dijo su madre. “Si te casas con esa mujer, queremos recuperar nuestro nombre. Puedes usar el de ella”. Ray decidió no casarse con la joven, pero vivió con un resentimiento considerable y se mantuvo alejado de sus padres después de eso. Eventualmente aceptó un trabajo en Ecuador y se casó con una mujer allí. No habló con sus padres durante varios años hasta que se reunieron por su amor compartido por los nietos.
6. Deja que los amigos de tu hijo o hija o sus hermanos activen las alarmas.
A veces, los hijos adultos escucharán más a sus pares que a sus padres.
“Tenía grandes preocupaciones sobre la sanguijuela holgazana con la que mi hija vivía”, me dijo mi colega David. “Pero ella se ponía a la defensiva al menor indicio de mi preocupación. Sin embargo, cuando su hermano vino a visitarla, le hizo algunas preguntas incisivas: '¿Alguna vez paga las compras? ¿Por qué nunca te da una tarjeta de cumpleaños o un regalo o algo para navidad? ¿Por qué el dinero que genera es todo para él y usan el tuyo para cubrir los gastos de manutención de ambos? Ella estuvo abierta a escuchar sus preguntas y comenzó a pensar seriamente en lo que no estaba recibiendo emocionalmente de la relación. Ella rompió con su novio poco después. Y conoció y se casó con un hombre maravilloso, un verdadero compañero, varios años después”.
7. No hagas boicot a la boda, aunque estés en desacuerdo con el matrimonio.
Estar presente durante esta transición de vida, incluso si tu corazón se está rompiendo, envía un mensaje de amor y apoyo emocional a tu hijo o hija. Preséntate al evento y evita escenas emocionales o recriminaciones. Si tu hijo adulto realmente está cometiendo un terrible error, recordará que estuviste allí para él en ese momento y sabrá que estarás con él o ella a través de todos los desafíos de la vida. Si, a pesar de tus dudas iniciales, la unión resulta ser buena y duradera, tu voluntad de compartir este día especial puede ser un primer paso para superar el viejo dolor y construir una nueva cercanía.
No siempre se puede predecir cómo crecerá y evolucionará una relación, y qué tan felices pueden ser algunas parejas a pesar de las diferencias significativas.
“Mis padres no estaban nada contentos cuando les presenté a mi futura esposa”, me dijo recientemente mi amigo Marco. “Mi padre era un racista sin vergüenza. Mi madre se centró en las diferencias religiosas. Mi esposa es una inmigrante varias décadas más joven que yo. Ella viene de una cultura muy diferente, tiene piel oscura y el inglés es definitivamente su segundo idioma. Nunca nos hemos centrado en nuestras diferencias sino en lo que compartimos. Tenemos los mismos valores. Estamos dedicados a nuestros hijos. Podemos hablar de cualquier cosa. Nos reímos mucho y verdaderamente disfrutamos estar juntos. Eso ha funcionado bien para nosotros en casi 20 años de amoroso matrimonio. Mis padres murieron poco después de que nos casamos en una ceremonia a la que no asistieron. Sin embargo, me gusta pensar que, con el tiempo, mis padres habrían llegado a abrazar a la mujer que amo una vez que la conocieran y vieran lo felices que somos juntos”.
Mientras vemos a nuestros hijos adultos enamorarse, debemos estar abiertos a todas las posibilidades: consolarlos y apoyarlos emocionalmente después de las relaciones que no funcionan y celebrar con ellos cuando las relaciones, por poco prometedoras que sean inicialmente para nosotros, conducen a la relaciones felices, amorosas y duraderas.
A version of this article originally appeared in English.