Por qué necesitamos la fe

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¿Te consideras una persona religiosa o espiritual? ¿Crees en un poder superior o en algo “más grande” que tú? Si respondiste afirmativamente a cualquiera de estas preguntas, es probable que tengas mejor salud mental y bienestar que las personas que responderían no, según una investigación reciente.

Un informe de la empresa de análisis y asesoría Gallup llamado “Fe y bienestar: la conexión mundial entre espiritualidad y bienestar” es un metanálisis de datos globales que también incluye entrevistas en profundidad. Exploró los vínculos entre espiritualidad y bienestar y descubrió que la conexión entre fe y bienestar era un fenómeno mundial. Las personas con una conexión espiritual tenían mejores niveles de salud mental y bienestar.

De hecho, la espiritualidad se ha relacionado no sólo con tasas más bajas de ansiedad y depresión, sino también con una reducción de otras preocupaciones, como la adicción.

La espiritualidad no significa necesariamente adherirse a una religión (aunque puede hacerlo); también abarca una variedad de otros sistemas de creencias y prácticas.

El estudio de Gallup encontró que las personas “religiosas” tendían a obtener puntuaciones más altas que otras en índices de bienestar que miden cinco factores: afrontamiento positivo y sentido de propósito en la vida, conexiones sociales basadas en la fe, compromiso cívico y comunitario, estabilidad estructural y apoyo en el lugar de trabajo para lograr bienestar integral.

Como soy psicólogo, los resultados del informe no me sorprenden. A menudo me preguntan si soy espiritual o religioso, y la psicología positiva considera que la espiritualidad es una fortaleza del carácter.

“¿Pero qué es eso?” Te oigo preguntar.

Fortalezas de carácter

Las fortalezas del carácter son una colección de 24 rasgos positivos que todos poseemos en distintos grados y en diferentes órdenes. Son atributos que, jugados correctamente, sirven para potenciar nuestro bienestar. En psicología positiva, la fuerza del carácter de la espiritualidad significa que realmente posees una creencia sólida y firme en un propósito superior (y has encontrado un significado para esta locura que llamamos vida). Estas cosas te ayudan a sentirte “bien”.

En todo el mundo, a pesar de todos los avances logrados para abordar los problemas de salud mental, las experiencias de emociones negativas debilitantes como la ansiedad, la depresión y la ira se encuentran en sus niveles más altos en más de una década. Entonces, no en vano la gente está recurriendo a prácticas espirituales como una forma de afrontar la situación. Los expertos en bienestar mundial predicen que la espiritualidad será la próxima gran tendencia de bienestar, así que no te sorprendas si aparece como una oferta en un resort y spa de alto nivel cerca de ti o en tu próxima experiencia de vacaciones.

Aquí en el Reino Unido, el chamanismo y el druidismo se han convertido en dos de los sistemas de creencias de más rápido crecimiento. La primera es una de las formas más antiguas de curación psicoespiritual conocida por el hombre (y se remonta a cientos de miles de años), mientras que la segunda (aunque clasificada como religión) es en sí misma un sistema y una práctica de espiritualidad basada en la naturaleza. (El exclusivo Beaverbrook Coach House Spa en Surrey ya tiene prácticas druídicas (y a druidas especializados) incluidas en su programa de tratamientos de spa).

La ciencia y la naturaleza

Pero no se preocupen, ateos y agnósticos: todavía pueden participar del bienestar basado en la fe, aunque provenga de una fuente diferente.

Investigadores de la Universidad de Warwick descubrieron recientemente que la ciencia también puede generar sentimientos de asombro y trascendencia similares a los de las experiencias espirituales.

En el estudio, “Espiritualidad de la ciencia: implicaciones para el significado, el bienestar y el aprendizaje”, los autores descubrieron que el significado de la vida se podía predecir en un grupo de ateos y agnósticos a través de fuentes científicas, y que la ciencia proporcionaba beneficios psicológicos similares a los de religión y espiritualidad.

Mientras tanto, estoy de acuerdo con el arquitecto estadounidense Frank Lloyd Wright, quien dijo: “Creo en Dios, sólo que lo llamo naturaleza”.

No importa si crees en un solo dios o en un panteón de dioses y diosas, o si te has dedicado a la naturaleza o a la ciencia, o si simplemente te gusta meditar una o dos veces al día, tener fe en algo más grande que tú es definitivamente bueno para ti.