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Los puntos clave
- Cuando te sientes asediado, hacer lo correcto es aún más difícil de lo habitual. Pero no es menos importante.
- A veces decir la verdad es difícil, porque puede significar sacrificar algo que uno realmente quiere o necesita.
- Es fácil convencerse de que una pequeña mentira es inofensiva, pero hacer trampa es una pendiente resbaladiza.
"¿Podrías describir un momento en que dijiste la verdad y te dolió?”
Desearía poder decir que se me ocurrió a mí esta pregunta de entrevista. Llega al corazón de por qué la honestidad a menudo es difícil, que decir la verdad puede significar sacrificar algo que realmente quieres o necesitas.
Pero mentiría si lo hiciera.
La pregunta es cortesía del periodista David Brooks, quien a su vez le da crédito a alguien con quien se topó "que contrata a muchas personas".
Ahora mismo, hablar de honestidad podría parecer anticuado. La pandemia y sus efectos dominó de ansiedad y estrés pueden parecer una licencia para priorizar nuestros deseos y necesidades sobre nuestros deberes y obligaciones. En particular, más de unos pocos estudiantes y padres con los que he hablado en los últimos meses me dijeron que hasta que esta crisis termine, debería estar bien hacer un poco de trampa en las tareas y los exámenes. Y a nivel nacional, los informes de trampas en la universidad desde el advenimiento de la pandemia han subido por los cielos.
Una nueva investigación muestra que, de hecho, los estudiantes que reportan niveles más altos de angustia, tristeza y otras emociones negativas tienden a adoptar actitudes más generosas hacia el plagio, lo que a su vez predice que en realidad cometerán más plagio.
En otras palabras, cuando te sientes asediado, hacer lo correcto es aún más difícil de lo habitual.
Sin embargo, creo que es igual de importante. En Character Lab, incluimos la honestidad como una fortaleza del corazón, en la misma familia que la bondad y la gratitud. Al igual que otras fortalezas del corazón, la honestidad nos ayuda a relacionarnos con otras personas de manera positiva. Pero cuando se trata de formar juicios sobre otras personas, la investigación sugiere que nada es más importante que el carácter moral.
Es quizás por esta razón que una estudiante que conozco bien hizo todo lo posible para mostrarme su expediente académico del semestre pasado. Con orgullo, señaló su calificación en estadística, que era notablemente más baja que las demás. "Fue una clase increíblemente difícil", explicó. "Y muchos estudiantes hicieron trampa, trabajando juntos en los exámenes a pesar de que el profesor nos dijo que no lo hiciéramos. Hice mi propio trabajo. La nota apesta, pero hice lo correcto".
No subestimes la influencia del estrés en todos los aspectos del comportamiento, incluida la honestidad. Las decisiones de hacer lo correcto son más difíciles cuando sientes que estás luchando.
Sí plantea el tema de la honestidad con los jóvenes de tu vida. Cuenta una historia sobre un momento en el que dijiste la verdad y te dolió, y tal vez un momento en el que fallaste en ser sincero y te arrepentiste. Y sé honesto sobre ser honesto. Puede ser difícil aferrarse a nuestros principios, pero es imperativo que lo intentemos.
A version of this article originally appeared in English.
