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Verificado por Psychology Today

Ansiedad

Pensar positivo no siempre reduce la ansiedad

Reducir la ansiedad no es tan simple como “accionar un interruptor”.

Los puntos clave

  • El pensamiento positivo puede invalidar la experiencia de ansiedad de algunas personas.
  • Lanzar un pensamiento positivo simplista a la ansiedad es como decirle a una lesión física que “solo se cure”.
  • No existe una solución única para la ansiedad.

Probablemente hayas escuchado esto antes: “Mira el lado bueno”; “céntrate en lo positivo”; “odría ser peor”. Este es el tipo de cosas que la gente suele decir a quienes están ansiosos, preocupados o abrumados. Si bien la intención es buena, el resultado no siempre es productivo. A veces, este tipo de declaraciones pueden parecer invalidantes y minimizadoras en lugar de útiles o de apoyo. Implican que un simple cambio de actitud nos librará de nuestros sentimientos de preocupación.

Detener o cambiar una mentalidad ansiosa no es tan simple como accionar un interruptor o decirnos algo positivo. Si fuera así de fácil, habría muy poca gente ansiosa. Según el Instituto Nacional de Salud Mental de Estados Unidos, más del 30 por ciento de los adultos luchan contra un trastorno de ansiedad diagnosticable en algún momento de sus vidas, y eso es sólo aquellos que son diagnosticados oficialmente. Muchas otras personas experimentan ansiedad y preocupación, a menudo a diario. Las cifras simplemente no respaldan la idea de que pensar en positivo sea el antídoto contra la ansiedad.

Lanzar un pensamiento positivo demasiado simplista a la ansiedad es similar a decirle a una lesión física que “simplemente se cure”. La herida sólo puede sanar verdaderamente a su debido tiempo, con el tratamiento correcto y la atención adecuada, basados en nuestro físico único. La ansiedad no es diferente. No existe una receta exacta para tratar la ansiedad, y esto es parte del problema del pensamiento positivo como intervención “única para todos”. Puede ser útil para algunos, pero no necesariamente para todos aquellos que experimentan ansiedad. Cuando asumimos que un único tratamiento o intervención puede aplicarse ampliamente, no comprendemos la singularidad de la experiencia de cada individuo, y esto puede resultar en un sentimiento de invalidez. Para conocernos a nosotros mismos, es importante preguntarnos qué necesitamos (y qué no necesitamos) cuando nuestra ansiedad estalla. Estas dos simples preguntas pueden ayudar:

  • ¿Qué me ayuda cuando siento ansiedad?
  • ¿Qué no me ayuda cuando siento ansiedad?

En mi caso, lo que necesito cuando estoy ansioso es decirle a un ser querido que me siento ansioso. Necesito que simplemente escuchen. No necesito que intenten “solucionar” mi ansiedad ni me ofrezcan soluciones. No necesito declaraciones simplistas que me recuerden “pensar en positivo”. Siento un gran alivio con el simple hecho de decir cómo me siento. A menudo experimento una sensación de calma casi instantánea. Esto no quiere decir que mi ansiedad desaparezca en el acto, sino más bien que siento que ya no necesito cargar con ella solo. Esta es mi experiencia personal con lo que me ayuda en los momentos de ansiedad. El tuyo puede ser diferente, pero saber qué te ayuda puede permitirte encontrar el tipo de apoyo adecuado cuando sientas ansiedad. Incluso puedes decirle a un ser querido que no necesitas soluciones en este momento, que sólo necesitas que te escuchen. El punto es que una vez que sepas qué te ayuda, podrás obtener activamente el tipo de apoyo adecuado para ti.

En nuestro esfuerzo por comprender que el alivio de la ansiedad es único para cada individuo y su experiencia, aquí hay algunos recordatorios para apoyarnos a nosotros mismos y a los demás cuando la ansiedad interfiere con nuestras vidas:

  • No asumas que hay algo “correcto” que decir.
  • Pregunta qué ayudaría en este momento y qué no.
  • Recuerda que, a diferencia de una lesión física, la ansiedad no tiene una “receta” o intervención única o de amplia aplicación.
  • Recuerda que la experiencia de cada individuo con la ansiedad es única y, por tanto, también lo es lo que necesita para sentir apoyo.

A version of this article originally appeared in English.

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Acerca de
Phil Lane MSW, LCSW

Phil Lane, Maestría en trabajo social, trabajador social clínico acreditado, es psicoterapeuta con práctica privada y el autor del libro, Understanding and Coping with Illness Anxiety.

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