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Los puntos clave
- Economizamos nuestros recuerdos priorizando los momentos pico y los momentos finales.
- No recordamos las experiencias con precisión; tendemos a recordar los aspectos más destacados y cómo terminan las cosas.
- Recordamos breves momentos de intenso placer con más cariño que las experiencias en las que nos sentimos ligeramente cómodos en todo momento.
Es la víspera de Año Nuevo. Ahí estoy en la pista de baile, está llena de gente y apenas hay espacio para respirar. La música fuerte y ruidosa me perfora los tímpanos y no tengo idea de dónde están mis amigos.
Entonces, el chico a mi lado da un paso en falso, derrama un vaso entero de cerveza sobre mi hombro. Jadeo mientras el brebaje frío baja por mi espalda. Pero está demasiado borracho y la música está demasiado alta para que se dé cuenta. ¿Se supone que esto es divertido? ¿Qué estoy haciendo aquí? Llamo a un taxi para salir de allí.
En casa, después de escurrir mi camisa y prepararme para ir a la cama, me tomo un minuto para levantar el teléfono y mirar mis historias de Instagram.
Ahí veo el plato de tarta de chocolate de la cena con amigos que empezó la velada.
Eso estuvo delicioso. A continuación, levantamos una copa por el Año Nuevo. Ese champán fue fenomenal. Luego, brindamos en un bar. ¡Eso fue divertido! A continuación, nos veo bailando y riendo en la pista de baile. ¡Vaya, fue un gran momento! ¿Por qué dejé una fiesta tan divertida? ¡Tenemos que volver a hacer esto la próxima víspera de Año Nuevo! ¡Lo espero con ansias!
¡Espera! ¿Qué acaba de pasar?
¿Cómo cambió mi percepción de la noche de manera tan dramática? Sin saberlo, había sido influenciado por la regla del pico experiencial, un sesgo cognitivo entre una larga lista de atajos que nuestro cerebro toma para dar forma a nuestro comportamiento y recuerdos. La regla del pico experiencial dice que no recordamos las experiencias con precisión. Más bien, tendemos a recordar los aspectos más destacados y cómo terminan las cosas. Al volver a ver mis historias de Instagram al final de la noche, reforcé los aspectos más destacados de mi salida nocturna. No recordaba las cosas horribles, así que terminé pensando que me lo había pasado muy bien. En realidad, me sentí un poco miserable durante la mayor parte de la ocasión.
¿Cómo funciona?
Nuestros cerebros no tienen la capacidad de recordar todo. Desde el punto de vista evolutivo, tiene sentido que solo conservemos los recuerdos que más nos ayudaron a sobrevivir. Recordar los momentos más dolorosos y placenteros nos ayudó a evitarlos o buscarlos en el futuro.
Para un hombre de las cavernas, encontrar una baya que lo enfermaba valía la pena recordar más que una baya que era regular como todas las demás. Por lo tanto, economizamos nuestros recuerdos al priorizar dos tipos de momentos para crear recuerdos instantáneos: momentos pico y momentos finales.
Momentos pico
Tendemos a recordar los eventos más intensos con mayor facilidad. Esto se aplica tanto a los recuerdos positivos como a los negativos. Por ejemplo, en un estudio, cuando se les pidió a los fanáticos de los Medias Rojas que recordaran un juego que vieron, tendían a recordar el mejor juego que habían visto.
Piensa en la última vez que fuiste a un parque de diversiones. Probablemente recuerdes el salvaje viaje por la montaña rusa o el increíble pastel gigante que te comiste. Ahora piensa un poco más. Probablemente hiciste cola durante 30 minutos para un viaje que duró apenas 30 segundos y pagaste un precio excesivo por ese pastel gigante, pero probablemente eso no fue lo primero que te vino a la mente.
Momentos finales
Tendemos a recordar los eventos de manera diferente dependiendo de cómo terminen. En un experimento clásico, se les pidió a los pacientes que calificaran el dolor de someterse a una colonoscopía mientras lo soportaban. Los investigadores encontraron que las colonoscopías variaban en duración e intensidad del dolor para diferentes pacientes. Luego hicieron preguntas a los pacientes sobre sus recuerdos de la experiencia.
¿Adivina cuál de los dos pacientes, el paciente A o el paciente B, recordó su procedimiento como más doloroso?
Dado que someterse a una colonoscopía no es lo más destacado del día de nadie, uno esperaría que el paciente A, que terminó el procedimiento más rápidamente, lo recuerde como menos doloroso que el paciente B, que tuvo una experiencia más prolongada. Sin embargo, eso no es lo que encontró el estudio.
De hecho, los investigadores encontraron que la duración no afectó la memoria de lo doloroso que fue el procedimiento. Más bien, la intensidad máxima del dolor, así como el nivel de dolor registrado durante los últimos tres minutos del procedimiento, fueron los mayores determinantes de los recuerdos que las personas formaron. Es decir, al finalizar el procedimiento con una menor intensidad de dolor, esencialmente dejando el endoscopio en los glúteos de las personas un poco más, les hizo recordar la experiencia como menos dolorosa.
Este estudio no solo tiene profundas implicaciones para los procedimientos médicos que pueden salvar vidas, sino que también se aplica a nuestra vida cotidiana.
Cómo sacar ventaja de la regla de los picos experienciales
Ahora que entendemos por qué y cómo funciona este sesgo cognitivo, podemos usarlo en nuestro beneficio.
1. Acaba en un punto alto
Para crear mejores recuerdos, siempre considera cómo terminará una experiencia. Por ejemplo, en un estudio, los investigadores encontraron que el orden en que las personas abrían regalos afectaba sus recuerdos de la ocasión. Las personas que abrieron primero los peores regalos y se abrieron camino hacia algo que amaban, informaron ser mucho más felices que aquellas que abrieron el mejor regalo primero y tuvieron que abrirse camino hacia abajo. Puedes utilizar esta información cuando planifiques un evento especial, como una cita o una fiesta. ¡Reserva los mejores y más divertidos momentos hacia el final del evento para que todos se vayan con cálidos sentimientos difusos!
También puedes utilizar la regla del final del pico para tu salud. Los investigadores encontraron que al finalizar un ejercicio con menor intensidad, las personas tenían más probabilidades de sentirse positivas acerca de la experiencia y tenían más probabilidades de esperar sesiones futuras.
2. Más picos, más recuerdos
Los estudios muestran que recordamos momentos de intenso placer, incluso si esos momentos son escasos, con más cariño que las experiencias en las que nos sentimos ligeramente cómodos en todo momento.
Si eres hogareño, es probable que disfrutes quedarte en casa en un día libre. El problema es que probablemente no tendrás muchos buenos recuerdos mientras estás sentado en el sofá, aunque estarás cómodo y entretenido.
Por otro lado, salir, incluso si duele, puede crear recuerdos duraderos si conduce a una recompensa intensa. Lo más probable es que salir a ver una puesta de sol espectacular con amigos en la cresta de una montaña se quede contigo toda la vida, mientras que pronto olvidarás las horas abarrotadas en un automóvil o la agotadora caminata para llegar allí.
3. Con pequeñas explosiones basta
La regla del final del pico también nos muestra que no necesitamos una experiencia larga para tener un recuerdo positivo. Por ejemplo, planificar unas vacaciones, un intenso viaje de un día de esquí lleno de ráfagas de emoción de alta intensidad, puede generar tantos recuerdos positivos como una semana en algún destino exótico lejano con menos que hacer.
Lo mismo ocurre con la forma en que disfrutamos nuestras comidas. Los investigadores encontraron que la gente recordaba las porciones pequeñas de sus platos favoritos con tanto cariño como comer porciones más grandes. Por lo tanto, si estás cuidando tu cintura, darte el gusto con porciones más pequeñas de tus alimentos favoritos puede ayudar a evitar comer más de lo que necesitas y, al mismo tiempo, brindarte diversión.
La regla del final del pico tiene un propósito evolutivo clave: nos ayuda a evitar dedicar más capacidad cerebral a recuerdos que no necesitamos. Conocer esta peculiaridad cognitiva nos ayuda a utilizarla en nuestro beneficio. Al buscar y crear ciertas experiencias, podemos crear mejores recuerdos para recopilar durante muchas vísperas de Año Nuevo por venir.
A version of this article originally appeared in English.
