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Verificado por Psychology Today

Identidad

¿Cuál es el verdadero significado de la dignidad?

Pocas personas se dan cuenta de su extraordinario impacto en nuestras vidas.

Casi al mismo tiempo que me di cuenta del poderoso papel que juega la dignidad en la resolución de conflictos, también me di cuenta de algo más. Independientemente del lugar del mundo al que me lleve mi trabajo, pocas personas comprenden el verdadero significado de la dignidad y aún menos se dan cuenta del extraordinario impacto que tiene en nuestras vidas y relaciones.

Eso no quiere decir que la gente no reaccione cuando uso la palabra "dignidad". Siempre hay un reconocimiento inmediato de la palabra y su importancia, pero cuando le pido a la gente que la defina, o que me digan cómo es que honran su dignidad, la conversación vacila.

La respuesta más común que ofrecen las personas es que la dignidad se trata de respeto. Al contrario, la dignidad no es lo mismo que el respeto. La dignidad es nuestro valor inherente y nuestro valor como seres humanos; todos nacen con eso. El respeto, por otro lado, se gana a través de nuestras acciones.

La falta general de consciencia sobre todos los asuntos relacionados con la dignidad (incluida la mía) me inspiró a aprender más, escribir mi libro y hablar profesionalmente para ayudar a organizaciones, empresas y asociaciones a construir una cultura de dignidad. Cambié la forma en que ayudaba a las personas a resolver sus conflictos al iniciar un diálogo con un seminario llamado “Dignidad 101”. Antes de sumergirme en cualquier conflicto, me sentaba con ambas partes y les enseñaba lecciones de dignidad. Cuando las personas realmente entendían lo que estaban discutiendo, rompían los límites para sanar sus heridas emocionales.

Después de que la gente aprende sobre la dignidad, sucede algo extraordinario: reconocen que todos tenemos un profundo deseo humano de ser tratados como algo de valor.

Nuestro deseo compartido de dignidad trasciende todas nuestras diferencias, poniendo nuestra identidad humana común por encima de todo. Si bien nuestra singularidad es importante, la historia nos ha demostrado que si no damos el siguiente paso hacia el reconocimiento de nuestra identidad compartida, los conflictos en nuestro lugar de trabajo, nuestras vidas personales y entre naciones seguirán abundando.

El pegamento que mantiene unidas todas nuestras relaciones es el reconocimiento mutuo del deseo de ser visto, escuchado y tratado de manera justa; ser reconocido, comprendido y sentirse seguro en el mundo. Cuando nuestra identidad es aceptada y nos sentimos incluidos, se nos concede un sentido de libertad e independencia y una vida llena de esperanza y posibilidad. Y cuando se nos da una disculpa cuando alguien nos hace daño, reconocemos que incluso cuando no somos lo mejor de nosotros mismos, siempre hay una manera de volver a conectar. "Lo siento" son dos de las palabras más poderosas que cualquiera puede pronunciar.

La dignidad tiene el potencial de cambiar el mundo, pero solo si personas como tú ayudan a difundir su profundo mensaje. ¡Firma la Declaración de Dignidad! Tómate un tiempo todos los días para recordarte a ti mismo y a quienes te rodean la verdad sobre lo valiosos que somos todos. De hecho, nacemos invaluables e irremplazables. Al mismo tiempo, nunca pierdas de vista tu vulnerabilidad inherente. Todos conocemos el instinto que resulta de ser maltratado o descuidado: debes honrar la dignidad de otras personas. En el proceso, fortalecerá la tuya.

A version of this article originally appeared in English.

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Acerca de
Donna Hicks Ph.D.

Dr. Donna Hicks, es autora de Dignidad: El papel esencial que juega en la resolución de conflictos y un asociado en el Centro Weatherhead para Asuntos Internacionales en la Universidad de Harvard.

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