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Motivación
Convertir las metas en resultados
Cómo logran sus metas aquellos enfocados en logros.
15 de enero de 2022 Revisado por Kaja Perina
Los puntos clave
- No saber, no hacer y la brecha de saber hacer nos impide alcanzar nuestras metas.
- Un enfoque impulsado por el deseo nos permite convertir nuestros objetivos en resultados.
- Haz un seguimiento del porcentaje de tiempo dedicado a hacer un trabajo enfocado y productivo para alcanzar tus objetivos.
Al comienzo de un nuevo año, normalmente tenemos en cuenta lo que hemos logrado y lo que nos gustaría lograr en el año en curso y en los próximos años. Encontramos una nueva determinación para establecer y alcanzar nuestros objetivos.
Sin embargo, muchos luchan por lograr los objetivos que desean con tanta resolución. Podemos caer en el juego de la culpa: culpando a nuestra situación o a nosotros mismos por no alcanzarlos. Superar los desafíos de la pandemia puede hacer que el logro de nuestros objetivos sea más difícil.
Aprender a convertir los objetivos en resultados es importante.
Tener y alcanzar metas conduce a tener y vivir una vida de significado y propósito. De los muchos obstáculos que pueden interponerse en el camino para lograr nuestros objetivos, en términos generales, se dividen en cuatro áreas.
No saber. A veces el problema es que no tenemos claro lo que queremos. No sabemos cómo sería el éxito. Así que serpenteamos en nuestros esfuerzos. A falta de claridad, los esfuerzos se centran menos en la dirección.
No hacer. La parálisis de análisis es el pantano que puede absorber a cualquiera, pero es un peligro especial para los más inclinados intelectualmente. Al tratar de maximizar y optimizar las opciones, incurren en los costos de la indecisión y la inacción. Una mentalidad de aversión al riesgo y renuencia a actuar conduce a la siguiente causa de fracaso en convertir los objetivos en resultados.
La brecha del saber hacer. Sabemos cuáles son nuestras metas en este punto, y a menudo sabemos qué hacer. Pero por muchas razones, entre las que destaca el miedo, no hacemos lo necesario. Es posible que no sepamos cómo hacer lo que se requiere.
Las circunstancias cambian. A veces, sin embargo, las circunstancias ajenas más allá de nuestro control limitan lo que podemos hacer y nos obligan a cambiar nuestras metas y cómo lograrlas. Sacudidos por las circunstancias, nuestras prioridades cambian. Encontramos pérdidas (salud, finanzas y relaciones) que estrechan o cierran las opciones, obligándonos a aceptar lo que es, ajustarnos en consecuencia y acomodarnos a la nueva normalidad.
Cómo convertir los objetivos en resultados
Existe un enfoque sencillo para convertir nuestros objetivos en resultados. Es como embarcarse en un viaje por carretera. Comienza con el deseo de visitar un destino. Esto lleva a hacer la planificación y preparación necesarias antes de emprender el viaje. Reconocer la posibilidad de que nos encontremos con cierres de carreteras y desvíos que nos retrasen puede ayudarnos a concentrarnos en llegar a nuestro destino. Podemos aplicar los mismos principios a escala para lograr nuestros objetivos a corto y largo plazo.
El deseo es una fuerza poderosa de la naturaleza humana. Los profesionales de la publicidad, las marcas y el marketing la aprovechan de manera efectiva. Tú también debes aprovechar el poder del deseo para ayudarte a lograr tus metas. Genera dentro de ti un deseo ardiente de lograr objetivos específicos. Pensar en este proceso como una intención estratégica te da la heurística para alinear todo lo que piensas y haces hacia el logro de tu(s) objetivo(s). Cambia tu mentalidad de resistirte a lo que se requiere hacia la oportunidad y la capacidad de hacerlo. Este cambio sutil de "debo hacer esto" a "puedo hacer esto" te permitirá disfrutar y obtener beneficios adicionales más allá de la tarea, lo que te dará un impulso adicional para hacer lo que se requiere.
La intención estratégica en sánscrito se conoce como sankalpa, un deseo sincero, un voto solemne, una intención, determinación o una resolución de un solo punto para hacer algo. Un sankalpa es una herramienta destinada a aprovechar la voluntad, y a enfocar y armonizar la mente y el cuerpo en una meta específica. Tu sankalpa no es solo tu intención. Es tu deseo sincero: lo que estás destinado a hacer en el mundo.
Planear es esencial para alcanzar los objetivos. Una manera efectiva de planificar es analizar, priorizar y desarrollar un plan operativo. Un excelente lugar para comenzar es hacer un inventario de dónde estás pasando tu tiempo.
Durante 13 semanas, haz un seguimiento de dónde pasas tu tiempo a intervalos de 15 minutos. Luego, analiza los datos simplemente agrupando las actividades específicas en tipos de actividad. Por ejemplo, una alta ejecutiva descubrió que está pasando el 30% de su tiempo en reuniones que ella inicia, de las cuales el 80% son reuniones individuales y el 20% involucran equipos de personas. El otro 20% de su tiempo lo dedica a revisiones de rendimiento. Y así sucesivamente.
¿Qué porcentaje de tu tiempo pasas haciendo un trabajo enfocado y productivo hacia tus objetivos? Este simple análisis te da información sobre qué dejar de hacer, qué priorizar y cuándo pasar el tiempo alineado con el cumplimiento de tus deseos. Puedes usar los conocimientos para crear un plan, para el año, los trimestres, los meses, las semanas y hasta lo que lograrás cada día y dónde pasarás tu tiempo en bloques de 15 minutos. Traer solo esta intencionalidad proporciona el empujón para mantenerte enfocado en trabajar para lograr tus metas.
Hacer lo que se requiere está en el corazón del logro de tus objetivos. Tres capacidades ayudan. Primero, aprende a fabricar tiempo. Concéntrate en el 20% del esfuerzo que te dará el 80% de los resultados. No hagas lo que otros pueden hacer. Delega. En segundo lugar, crea un equipo que te ayude en tu viaje. Piensa en los atletas de élite: tienen un equipo completo de entrenadores, nutricionistas, psicólogos deportivos y amigos que los ayudan a prepararse y alcanzar sus metas. Por último, no tienes que hacer todo a la vez. Activa el poder de ir poco a poco. Hacer tareas de forma incremental pero consistente con el tiempo genera resultados tremendos. Este es el secreto detrás del éxito de la noche a la mañana, que requiere años de esfuerzo constante y direccional.
El poder de la vida intencional
Incluso los planes mejor trazados a veces pueden ser ineficaces para ayudarnos a lograr nuestros objetivos. La belleza de la vida intencional es que podemos ser ágiles: podemos cambiar nuestras metas, idear nuevos planes y tomar las medidas necesarias para alcanzarlas. Saber cuáles son tus objetivos, planificar y prepararte para alcanzarlos y luego hacer lo que se requiere de manera consistente es una receta comprobada para el éxito.
Tú puedes.
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