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Es común para mí escuchar a alguien con un estilo de apego preocupado recordar dolorosamente una experiencia de conflicto interpersonal, de rechazo, o de obsesionarse con la opinión de los demás.
Luchan por encontrar una manera de solucionar la situación y calmar sus mentes. Pero mientras más piensan en ello y buscan una solución, más se activan emocionalmente. A veces, la solución es lo opuesto a lo que la persona cree que hace falta.
Mi respuesta suele ser: ¿qué haría una persona evitativa?
Típicamente involucro a mis clientes (en terapia y entrenamiento ejecutivo) en una evaluación de sus estilos de apego. También los educo sobre la teoría del apego y la manera en la que las personas con otros estilos de apego piensan, sienten, perciben al mundo y se comportan en las relaciones.
En este sentido, las personas con estilos ansiosos/preocupados usualmente han percibido a las personas evasivas en sus vidas como atormentadores invalidantes que rutinariamente les retienen el afecto y cuidado. Han aprendido a entender y lidiar con estas personas aprendiendo todo sobre el estilo evasivo. Esto les ayuda a no tomar el comportamiento tan personalmente, pero sigue siendo sumamente desagradable para ellos. Así que el solo pensar en actuar como una persona con apego evitativo podría parecerles absurdo al principio...
Pero la idea de tener una reacción evasiva puede ser relajante para una mente preocupada.
Imagina que eres la persona con un estilo preocupado. Tienes un conflicto interpersonal en el trabajo donde te frustras y explotas contra alguien. Puedes darte cuenta de que alguien se sientió ofendido. Intentas disculparte pero eso solo empeora las cosas y la persona parece estar todavía más enojada contigo.
Vuelves a casa preocupado por las repercusiones. ¿Qué pasará si esta persona nunca te perdona y le cuenta a todo el mundo lo desagradable que eres? Tu reputación en el trabajo sufrirá.
Y ¿qué tal que renuncia por tu culpa? Podrías perder tu trabajo y no podrías pagar las cuentas. Tu familia se enojará contigo por arruinar tanto las cosas. Y realmente te agradaba la persona que insultaste, y puede que ya nunca le agrades tú… DETENTE. En verdad no es necesario que le des vueltas a esto toda la noche y que te consuma por días.
En este punto, los lectores verdaderamente evitativos se están muriendo de risa
Una persona con apego evitativo diría:
- Pues bueno, entonces puede que no le agrade a la otra persona.
- Lo que hice no fue tan malo en realidad.
- La otra persona lo superará.
- Es solo un trabajo.
- En verdad no importa.
- Me disculpé así que se acabó. No hay nada más que hacer.
La persona evitativa combinaría estos pensamientos con alguna herramiento de regulación emocional:
- Suprimir cualquier pensamiento adicional indeseado.
- Negar que las cosas estén realmente tan mal.
- Desconectarse e ignorar la incomodidad corporal y física o las sensaciones de ansiedad.
Luego, la persona evitativa podría hacer estas cosas:
- Distraerse y ocuparse en un nuevo proyecto o pasatiempo.
- Salir a hacer algo divertido.
- Olvidarlo e irse a dormir.
Cualquiera que tenga un estilo de apego ansioso/preocupado reconocerá que todos estos pensamientos y comportamientos son lo contrario a lo que harían típicamente, y ese es exactamente el punto. El efecto neto de una persona preocupada que hace esto por una noche o dos es que podrían sentirse mejor y funcionar mejor en el trabajo y sus relaciones.
Y no, no estoy embelleciendo todo lo que se relaciona con el estilo evitativo. Lo que listé aquí fueron solo las partes adaptativas que, si se usan como herramientas cuando hace falta en situaciones que causan ansiedad, podrían ser bastante efectivas.
Como en todos los estilos de apego, hay aspectos negativos en este estilo que no querríamos adoptar. Por ejemplo, humillar a la persona que lastimamos porque se atrevieron a enojarse con nosotros, no disculparse o intentar arreglar las cosas, o mantener este comportamiento por un largo periodo de tiempo, en varios contextos.
Pero cuando se usa con precaución, es agradable saber que tienes estas herramientas en tu cinturón.
Así que, para aquellos de ustedes con estilos de apego ansioso/preocupado, es positivo ponerse la máscara cuando sea necesario.
Hay un bono añadido: las personas con el estilo de apego evitativo no suelen disfrutar cuando alguien con estilo de apego ansioso/preocupado empieza a alejarse, a hacer sus propias cosas y a actuar como que no les importa. Las pone ansiosas.
Y lo único que he visto que puede hacer cambiar a una persona evasiva es que se le permita sentirse ansiosa sobre perder una relación. (Hay algunas personas tan evasivas que realmente no se preocuparán sin importar lo que hagas. Sin embargo, esa no es la norma).
Entiendo completamente que la mayoría de las personas ansiosas/preocupadas se enorgullecen de ser auténticas y fieles a sus emociones. Y algunas de ellas podrían decir que todo esto se debe a la manipulación y a jugar con los demás. Pero cuando aplicas el reencuadre cognitivo y estrategias de regulación emocional de una manera que te permita salirte de una espiral emocional, eso se llama afrontamiento.
Y, no te preocupes: no vas a excederte y pasar de ser ansioso/preocupado a ser evasivo en tu estilo de apego. Pero algunos teóricos, incluyéndome, creemos que la manera de lograr que una persona ansiosa avance hacia un estilo seguro es trabajando por ser evitativa.
Inténtalo una noche: ponte tu máscara evasiva y ve si te sientes mejor.
A version of this article originally appeared in English.
