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Verificado por Psychology Today

Daryl R. Van Tongeren Ph.D.
Daryl R. Van Tongeren Ph.D.
Empatía

¿Cómo puedes ser más humilde?

Tres pasos fáciles para cultivar humildad en tu propia vida.

Unsplash (Markus Spiske)
Fuente: Unsplash (Markus Spiske)

Ahora, más que nunca, necesitamos humildad. Recientemente se midieron tendencias en Estados Unidos e indican que el narcisismo va en incremento, al menos en ese país. El autoagrandamiento y el sentido de tener derecho por encima de los demás han envenenado las relaciones y causado caos en los espacios de trabajo, sembrado una división cada vez más grande en la política y alimentando una guerra cultural.

También hemos olvidado cómo estar en desacuerdo de manera educada y productiva. Se ha vuelto cada vez más difícil tener conversaciones civilizadas con personas que tienen diferentes puntos de vista con muchas personas simplemente rodéandose de noticias (y círculos sociales) que confirman sus creencias que las aíslan de nuevas ideas, reforzando sus maneras preferidas de ver al mundo. Nos hemos instalado en cámaras aislantes, favoreciendo las mentes cerradas y la validación en lugar de la apertura mental, la curiosidad y las pesquisas libres. Hemos visto el daño que les hace la arrogancia a las familias, vecindarios, lugares de trabajo y la sociedad.

La humildad está en un contraste agudo con el estado actual de las cosas, ofreciéndonos una manera de involucrarnos con otros con honestidad, curiosidad y apertura mental. La habilidad de presentar nuestras ideas o percepciones modestamente, compartir alabanzas y culpas, y considerar las necesidades de otros ha demostrado incrementar la felicidad, fortalecer relaciones y lograr éxito profesional.

La humildad ha sido ensalzada por mucho tiempo como una virtud antigua, pero, con demasiada frecuencia, el rasgo se obvia y devalúa. Sin embargo, la investigación científica reciente ha empezado a revelar lo que nuestros ancestros ya sabían, que la humildad tiene el poder transformador de cambiar las vidas, relaciones y trabajo de las personas y a la sociedad en sí.

La humildad se trata de percibirse a uno mismo del tamaño correcto, no demasiado grande (ego superinflado), pero tampoco demasiado pequeño (tímidamente pusilánime). Involucra (a) consciencia: un autoconocimiento de las fortalezas y debilidades propias, (b) apertura: la capacidad de aceptar abiertamente la retroalimentación y las críticas mientras presentas tus propias perspectivas con respeto, y (c) empatía: una preocupación empática por el bienestar de otras personas.

Entonces, ¿cómo puedes desarrollar la humildad? Empieza con estos tres pasos:

1. Busca retroalimentación. Empieza buscando retroalimentación honesta desde una fuente confiable en tu vida (por ejemplo, un familiar, una pareja romántica, un amigo confiable, un colega valioso). Pregúntales qué tan humilde perciben que eres, dónde están tus puntos ciegos y cómo podrías ser más consciente, abierto o empático. Para construir humildad, necesitas estar consciente de tus propias áreas de crecimiento.

2. Deja a un lado tu defensividad. Puede que no te guste la retroalimentación que escuches, impulsándote a responder de manera defensiva cualquier fechoría, desplazando el enojo hacia la fuente de retroalimentación o proyectando la arrogancia de otras personas. Eso es contraproducente. Date un momento para afirmarte y abrazar este proceso como la oportunidad de aprender y crecer, entendiendo que desarrollar la humildad requiere tiempo y esfuerzo. Construir humildad requiere esta apertura a aprender.

3. Enfócate en la empatía. La empatía es la llave hacia la humildad y está compuesta de dos partes: la habilidad de tomar la perspectiva de alguien más y una preocupación genuina por el bienestar de otra persona. Construir empatía nos ayuda a cultivar humildad. Antes de responder, hazte estas dos preguntas: (1) ¿Por qué otras perspectivas podrían estar en lo correcto? (2) ¿Cómo respondería si tratara a la otra persona como si estuvieran haciendo su mayor esfuerzo? La empatía puede ayudar a romper nuestro patrón de auto enfoque y conectarnos con otros.

Estos tres pasos pueden ayudarte a empezar a cultivar la humildad en tu propia vida, Y conforme lo hagas, te sorprenderás de cómo puede empezar a ampliarse tu perspectiva y tus relaciones pueden empezar a florecer.

Imagen de Facebook: Dean Drobot/Shutterstock

Imagen de LinkedIn: pio3/Shutterstock

A version of this article originally appeared in English.

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