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Por demasiado tiempo, los hombres con "mal temperamento" se han salido con la suya y sus expresiones incontroladas de ira y frustración, y la sociedad minimiza este comportamiento inmaduro, similar al de los niños, atribuyéndolo a estúpidas convenciones: «los niños serán niños», o «así es como son los hombres».
La investigación ha demostrado que existe un doble rasero desagradable cuando se trata de la expresión de la ira. En un estudio, por ejemplo, acerca de cómo se percibe a los hombres y las mujeres en el trabajo, Brescoll y Uhlmann (2008) encontraron que tanto los participantes masculinos como las mujeres asignaban un estatus inferior a las profesionales enojadas que a sus homólogos masculinos. En otras palabras, cuando los hombres pierden los estribos, es de alguna manera más aceptable; cuando las mujeres lo hacen, se las ve como difíciles o incompetentes.
En mi trabajo clínico con adultos, he encontrado que hay tasas mucho más altas de hombres que aceptan su «mal genio», mientras que pocas mujeres con las que he trabajado muestran un problema similar con la ira. Lo que es más, he descubierto que muchos de los hombres que tienen mal temperamento desatan lo peor en su novia o esposa, especialmente si viven juntos.
¿Por qué la mayoría de los hombres que tienen mal humor no cambian? A menudo es porque la gente a su alrededor les deja salirse con la suya. En otras palabras, a menudo no hay consecuencias para su berrinche temperamental. Las razones por las que las mujeres y muchos hombres gays dejan que sus parejas masculinas se salgan con la suya es porque a menudo tienen demasiado miedo de enfrentarlos o de hacerles rendir cuentas. He trabajado con clientes masculinos que luchan con los malos temperamentos, y algunos de estos hombres también muestran rasgos narcisistas de personalidad. Específicamente, estos hombres están perpetuamente más enfocados en sus propios sentimientos e imagen de auto-importancia y poder de lo que están enfocados en cómo alguien en una relación con ellos se siente. En la raíz de todo esto, un hombre adulto que actúa con su mal genio es egoísta. Si no lo fuera, buscaría la ayuda que necesita (de un terapeuta, pastor, cualquiera que esté abierto a ayudar) y haría lo responsable: dejar de asustar a las personas más cercanas a él.
Etiqueta el problema, ¡esto es abusivo!
Tal vez suena como un lujo para cada mujer enfrentarse a un hombre que abusa. Lamentablemente, muchas mujeres que se encuentran en la parte receptora de un marido o un novio acosador también tienen la responsabilidad de trabajar y cuidar a los hijos. Si estas familias también están luchando financieramente, las mujeres pueden sentirse atrapadas o incapaces de irse. La buena noticia es que lidiar con el problema —conseguir que un hombre detenga los arrebatos y las rabietas — no tiene que implicar terminar la relación o irse. Aunque la relación podría terminar algún día, el primer paso para las mujeres en esta situación es reconocer que sus arrebatos de temperamento son abusivos. Nadie quiere admitirlo para sí, pero es la única manera de que una mujer comience a curarse por el estrés extremo que ha estado experimentando en casa.
Pon un límite tan pronto como veas señales de que su temperamento está listo para entrar en erupción.
Si puedes cambiar la forma en que reaccionas al arrebato de temperamento de un hombre, realmente puedes cambiar la dinámica en la relación. En las relaciones con un abusador con mal temperamento, proceso se desarrolla a menudo como sigue: el hombre explota; la mujer trata de calmarlo y hacerlo más feliz, o ella se aleja de él físicamente en la casa o apartamento como si se escondiera. Si estás en el extremo receptor de su temperamento desagradable, entiende que el hombre está 100 por ciento centrado en sus propios sentimientos, y aquí radica el problema. La próxima vez que pierda los estribos, sé clara y dile cómo te sientes con una expresión facial y un tono de habla neutrales. Dile: «Tienes que tomar tu mal temperamento y salir o ir a otro lugar porque tu enojo me hace sentir extremadamente incómoda». Si se niega a irse, deberías salir un rato si puedes. El punto clave: Cuando regreses, no sientas presión para reunirte emocionalmente con él. El mayor error que cometen las parejas en una situación como esta es intentar reconectarse a través del sexo. En su lugar, sepárense un poco por un día o dos.
No tragues tus sentimientos, explícalos.
Si se hiciera una encuesta a un grupo de mujeres que viven con un hombre con mal genio, se descubriría que el aislamiento es un factor importante. En las relaciones con alguien que no cumple con las reglas y que puede salirse de control, la mujer a menudo se aísla de sus amigos y familiares porque está en conflicto con decirle la verdad a las personas cercanas a ella. Considera el hecho de que ella ya está estresada en su situación de hogar, así que ¿quién querría agregar al estrés escuchando un coro de amigos o familiares diciéndole que haga las maletas y ponga fin a la relación? La clave para las mujeres es preguntarse qué sienten emocionalmente y encontrar a dos o tres personas en las que confiar; de lo contrario, estas mujeres entrarán más en un estado de aislamiento. Si te preocupa recibir un montón de consejos no solicitados, háblalo. Dile a tu amigo, «solo necesito desahogarme durante unos minutos, pero no creo que esté lista para un consejo real».
Decide cuánto tiempo le darás a tu pareja para cambiar.
Sería un error esperar un cambio importante en el comportamiento de la noche a la mañana, pero puede suceder en cuestión de semanas o meses si eres consistente y vigilante en la forma en que respondes a sus estallidos de temperamento. Si has estado aguantando el temperamento abusivo de tu pareja por un tiempo, probablemente estés lista para dejar el problema para siempre. Pregúntate cuanto (más) tiempo estás dispuesta a darle para cambiar su comportamiento problemático específico, y darle un mes o dos para trabajar seriamente en sus problemas es una buena cantidad de tiempo. Explícale que no puedes estar en una relación donde te maltratan y que le darás tiempo para cambiar el comportamiento. No tienes que decirle la cantidad de tiempo que decidiste dejarlo cambiar; esa es información que puedes guardar para ti. Si pasan unos meses, y él todavía pierde los estribos ocasionalmente y se va sobre ti, es posible que desee considerar poner fin a la relación.
Él tiene mucho trabajo (mental) que hacer.
Un hombre con mal genio puede cambiar, pero sólo si está dispuesto a trabajar en ello. Para cambiar, él tendría que entender lo que precipita sus arrebatos, decidir qué nuevas formas de hacer frente está abierto a tratar y practicar responder de otra manera. Claro, estoy sesgado, pero creo que la opción más sabia es que el abusador enojado busque un terapeuta de salud mental. Ten en cuenta que no es el trabajo o la responsabilidad de la mujer jugar a la terapeuta y buscarle estos servicios, ya sabes, a las clínicas de investigación o contactar a los terapeutas por él. Si estás tratando con un hombre así, dile que crees que debe hablar con un consejero, unirse a un grupo de control de la ira, o leer un libro sobre el tema. Simplemente recuérdale que hay recursos para ayudar a la gente a lidiar con problemas de ira, y dile que esperas, por el bien de tu futura relación, que le importe lo suficiente como para cambiar su desagradable comportamiento.
Seth Meyers es el autor de Supera el Síndrome de Repetición en la Relación y Encuentra el Amor que Mereces.
A version of this article originally appeared in English.
