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Cómo disfrutar las charlas superficiales y profundizar en tus conversaciones
La técnica del cuestionamiento vertical puede hacer más satisfactorias las conversaciones.
3 de septiembre de 2022 Revisado por Michelle Quirk
Los puntos clave
- Que no te guste charlar o que tus conversaciones se agoten rápidamente puede indicar que te sientes incómodo al profundizar un intercambio.
- Si así eres tú, no es tu culpa. Tal vez no experimentaste suficiente conversación significativa en el hogar de tu infancia.
- Puedes aprender esta técnica y, con la práctica, profundizar tus interacciones con los demás de una manera saludable y gratificante.
Justina se mudó recientemente a una nueva ciudad y se ha sentido sola, pero la tarea de hacer nuevos amigos parece desalentadora. Desearía que hubiera una manera más fácil.
Roberto tiene muy pocas segundas citas. Se siente incómodo al conocer gente nueva y no sabe cómo llevar sus conversaciones con otros. Se pregunta cómo formar conexiones más genuinas.
Melinda teme a las reuniones sociales. Ella lucha con las conversaciones triviales y se aburre en conversaciones casuales. "Parece inútil ir a estos eventos y tener conversaciones aburridas", piensa para sí misma.
¿Puedes relacionarte con Justina, Roberto o Melinda? Si es así, el interrogatorio vertical puede ser para ti.
Esta técnica conversacional simple pero increíblemente efectiva ayuda a las personas a comunicarse a un nivel más profundo. Esta habilidad es especialmente útil para aquellos con negligencia emocional en la infancia.
Si creciste en un hogar emocionalmente negligente, probablemente estés familiarizado con la falta de comunicación, el bajo énfasis en las emociones y las conversaciones superficiales. Es difícil aprender a hablar con alguien en un nivel emocional más profundo porque nunca fue modelado para ti. En cambio, te enseñaron a comunicarte utilizando hechos y logística para evitar una conversación que pueda provocar emociones.
Aprender a comunicarte mediante preguntas verticales te permitirá hacer nuevos amigos con facilidad, fortalecer los lazos ya establecidos y aumentar las recompensas de sus interacciones diarias con los demás.
Cuestionamiento vertical y horizontal
Tanto el cuestionamiento vertical como el horizontal implican hacer preguntas al entablar una conversación. Pero el cuestionamiento vertical hace que la persona con la que estás conversando se vuelva hacia adentro y piense más profundamente en su respuesta.
El cuestionamiento vertical es la clave para hacer que una pequeña charla o una conversación informal sea mucho más interesante y satisfactoria, tanto para ti como para la otra persona. Esta técnica conversacional crea un ambiente de curiosidad y comprensión.
El cuestionamiento horizontal busca descubrir hechos e información de tu intercambio conversacional. A menudo se trata de preguntas cerradas que producen una respuesta específica sin espacio para la elaboración.
Echemos un vistazo a cómo difieren las preguntas verticales y horizontales:
Preguntas Horizontales Preguntas Verticales
¿Te sientes bien? ¿Por qué crees que te sientes triste?
¿En qué trabajas? ¿Cómo te interesaste por tu línea de trabajo?
¿Te divertiste de vacaciones? ¿Cuáles fueron tus partes favoritas del viaje?
¿Dónde creciste? ¿Cómo fue tu infancia?
¿Te gusta la naturaleza? ¿Qué tipo de actividades al aire libre te gustan?
Las preguntas horizontales son convenientes para recopilar información. Cuando se usan de manera reflexiva, este tipo de preguntas pueden preceder a una pregunta vertical. Puedes comenzar horizontalmente y preguntar: "¿En qué trabajas?" y luego cambiar verticalmente con, "¿cómo te interesaste en esa línea de trabajo?”
Cuando haces una pregunta vertical, puedes echar un vistazo al mundo interior de una persona: su historia, antecedentes, sentimientos, deseos y preferencias. Eso es algo especial. Te animo a que lo pruebes con un amigo, un compañero de trabajo, tu cónyuge o incluso un extraño para ver qué puedes aprender o descubrir.
Una conversación horizontal que se desmorona
Beto: ¡No puedo creer que haya pasado tanto tiempo desde que nos juntamos! ¿Cuántos años han pasado?
María: Hmm...¡tienen que ser unos ocho años ahora!
Beto: Vaya, es mucho tiempo. ¿En qué trabajas?
María: Trabajo como enfermera pediátrica. ¿Qué tal tú? ¿Sigues en ventas?
Beto: ¡Sí! Soy el gerente de un concesionario de automóviles.
María: ¡Eso es genial! ¿Te has mantenido en contacto con alguien de la secundaria?
Beto: En realidad solo hablo con Miguel, David y Dafne de vez en cuando.
María: Los recuerdo. He estado tan ocupada que no me he mantenido en contacto con mucha gente.
Beto: ¿Trabajas muchas horas?
María: Oh, sí. Trabajo turnos de 12 horas. Es agotador.
Mientras que Beto y María han obtenido nueva información el uno del otro, están atrapados en una rutina de preguntas y respuestas. El interrogatorio horizontal a menudo puede sentirse como un interrogatorio en lugar de un encuentro amistoso. Tanto Beto como María han perdido algunas oportunidades de ir más allá y descubrir algo con un poco más de sustancia. Si se mantienen a este ritmo, la conversación está destinada a ser plana.
A continuación, verás cómo la conversación puede cobrar vida con preguntas verticales.
Una conversación vertical que profundiza
Beto: Entonces estás en el campo de la enfermería. ¿Te gusta tu trabajo?
María: Soy enfermera pediátrica y me encanta. Siempre me ha encantado trabajar con niños.
Beto: Eso es maravilloso. ¿Qué amas de trabajar con niños?
(María responde a la pregunta de Beto y se siente comprometida y abierta debido al notable interés de Beto. Beto se entera de que María siente pasión por ayudar a las personas, especialmente a los niños, debido a su historia de ayudar a sus padres a cuidar a sus hermanos mientras crecían. La forma en que va esta conversación le permite a Beto compartir más profundamente, también.)
María: Así que trabajas en el concesionario de autos de tu papá. ¿Cómo es trabajar con tu padre?
Beto: En realidad, ahora dirijo el concesionario. Mi padre falleció el año pasado. Seré honesto... ha sido un desafío. Hacerse cargo de un negocio familiar y llorar la pérdida de mi padre ha sido difícil de manejar.
María: Siento mucho escuchar eso. ¿Cómo has estado equilibrando eso?
Beto: Hago un esfuerzo por priorizar el cuidado de mí mismo. Estoy seguro de que se siente similar en el campo de la enfermería. Es fácil ser el último cuando cuidas de otras personas o tienes una agenda tan ocupada todo el tiempo.
María: Estoy tan feliz de saber que te estás cuidando. ¡Tal vez me puedes dar algunos consejos!
Beto y María están aprendiendo sobre las pasiones, los antecedentes y los desafíos del otro gracias a las preguntas verticales.
El cuestionamiento vertical puede ser tu superpoder
El cuestionamiento vertical puede rejuvenecer los intercambios aburridos con los demás, profundizar tus conexiones e incluso reducir algo de ansiedad social. Tener esta habilidad puede aumentar tu confianza y ayudarte a sentirte preparado al conversar con otras personas. Y ya no tendrás que temer las conversaciones triviales.
La mayoría de las personas que crecieron con negligencia emocional en la infancia luchan con la comunicación, especialmente las charlas o conversaciones que descubren emociones. Esta habilidad requiere práctica y salir de tu zona de confort para probar algo nuevo but pero valdrá la pena.
Al igual que puedes sentirte más seguro en el extremo poco profundo de la piscina, también puedes sentirte insatisfecho al ver a otros bucear y nadar en el extremo profundo. Con estas herramientas, tienes la capacidad de profundizar. ¡Salta cuando estés listo!
© Jonice Webb, Ph. D.
A version of this article originally appeared in English.