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La ansiedad va en aumento. Una encuesta de los Centros para Control de Enfermedades en Estados Unidos completada por aproximadamente 5,400 personas mostró que la prevalencia de los síntomas de ansiedad fue tres veces mayor que la reportada en el segundo trimestre de 2019.
Las personas orientadas al logro son especialmente propensas a la ansiedad. Experimentan una tremenda presión para sobresalir en múltiples áreas. Esperan obtener un ingreso saludable, sobresalir profesionalmente, criar hijos perfectos, tener una hermosa casa, mantener un horario social ocupado y ser pilares de sus comunidades. Esperan mantener un alto nivel de productividad a pesar de los desafíos que plantea la pandemia.
Aquí hay 5 hábitos que predisponen a las personas de alto rendimiento a la ansiedad y cómo superarlos.
1. Les cuesta decir "no".
Las personas orientadas al logro son confiables. Puedes contar con ellas para completar tareas. Como resultado, la gente acude a ellas con solicitudes de ayuda. Reciben solicitudes para unirse a diferentes comités y ayudar en numerosos proyectos.
El problema surge cuando los sentimientos de culpa y obligación les impiden decir "no". Cuando esto ocurre, aceptas de mala gana más responsabilidades a pesar de que estás trabajando a tu máxima capacidad. Por lo tanto, terminas demasiado esparcido y abrumado.
Superar la culpa requiere un examen de tus expectativas. La culpa surge de la diferencia entre tus acciones y lo que esperas de ti mismo. Decir "no" provoca culpa cuando se espera que digas "sí". Solo hay dos maneras de reducir la culpa. Continúas asumiendo más responsabilidades para cumplir con las expectativas autoimpuestas o reduces tus expectativas a un nivel más realista.
Asumir más responsabilidades para evitar sentirte culpable es inútil. La ansiedad y el agotamiento son los únicos resultados lógicos de tal enfoque. Por lo tanto, necesitas tener expectativas más realistas de ti mismo. No siempre puedes esperar salvar el día asumiendo más responsabilidades. Date permiso para establecer límites saludables rechazando solicitudes.
Ten en cuenta que decir "no" es inevitable. Si te niegas a decirle "no" a los demás, finalmente le dices "no" a tu paz interior. Tienes la libertad de elegir el destinatario de tu "no".
2. Les cuesta mucho pedir ayuda.
Las personas orientadas al logro tienen dificultades para pedir ayuda. Uno tiene que renunciar al control para solicitar ayuda. Las personas enfocadas al rendimiento preferirían mantener el control confiando en su propio rendimiento y determinación para completar una tarea.
Hay una ironía en este hábito. La incapacidad de pedir ayuda y delegar tareas es contraproducente. En última instancia, conduce a un aumento de la ansiedad a medida que la vida se sale de control de la pesada carga de trabajo.
Acepta que el control es una ilusión. Piensa en el poco control que tenemos. Ni siquiera tenemos control total sobre nuestros propios cuerpos. Nuestro sistema inmunológico lucha contra los invasores sin nuestra intervención. Nuestro corazón late incansablemente día y noche. Continuamos con nuestra vida diaria sin ordenarle a nuestro hígado, tiroides y riñones que completen sus importantes funciones diarias. A pesar de nuestros mejores esfuerzos, nos enfermamos. Si tenemos poco control sobre nuestros propios cuerpos, ¿cuánto control tenemos realmente?
Date permiso para pedir y aceptar ayuda. Somos interdependientes y nos necesitamos unos a otros. Cuando estoy en una sesión de terapia con un paciente, confío en mi personal para manejar las llamadas telefónicas. Cuando estoy en el trabajo, confío en mi esposa para cuidar de nuestros hijos. Cuando estoy de vacaciones, confío en que mis colegas me cubran.
Establecer límites saludables no se limita a decir No a los demás. También incluye saber cuándo pedir ayuda. No vives en una burbuja. Acepta que, hasta cierto punto, dependes de los demás.
La clave es ser considerado cuando pides ayuda. Haz preguntas razonables, expresa gratitud genuina y encuentra maneras de corresponder el favor.
3. Se comparan con personas exitosas.
Las comparaciones sociales son parte de la condición humana. Usamos a los demás como una vara de medición para determinar nuestra autoestima.
Las personas enfocadas al logro tienen una definición estrecha del éxito. Se comparan con personas que perciben como exitosas. Esto sesga su perspectiva. Experimentan altos niveles de ansiedad mientras tratan implacablemente de mantenerse al día con otros en su grupo de referencia. Quedarse atrás resulta en sentimientos de insuficiencia y envidia.
Aprende a regocijarte en el éxito de los demás. En lugar de sentir envidia, ¿por qué no apreciar sus logros? Su éxito no es un reflejo de ti. No tiene nada que ver contigo. Hay mucho espacio para que tú y otros tengan éxito.
Sustituye las comparaciones sociales por comparaciones personales que se centren en tu progreso individual. Enfócate más bien en dónde has estado, dónde estás y hacia dónde te diriges en tu viaje personal.
4. No están presentes en el momento.
La ansiedad se define como no estar presente en el momento. Cuando estamos ansiosos estamos mirando demasiado hacia el futuro o rumiando sobre el pasado.
Las personas enfocadas al logro tienden a mirar demasiado hacia adelante. Están en un apuro por alcanzar sus metas, ya que anticipan la sensación de haberlas completado. Se fijan tanto en alcanzar sus metas que a menudo no aprecian el viaje que conduce a su destino.
Tómate el tiempo para reducir la velocidad y apreciar tu viaje. Está lleno de lecciones valiosas a medida que superas obstáculos y te acercas a tus objetivos. Ignorar el viaje hacia tu destino deseado es el equivalente a completar una caminata en el bosque y no apreciar el paisaje a lo largo del camino.
Para estar más presente, practica la meditación. La meditación es una práctica que puede reducir la ansiedad y promover la felicidad. Hay muchos tipos. La meditación de atención plena nos anima a mantener la consciencia en el momento presente mientras nos enfocamos en el flujo de nuestra respiración. Si esto es demasiado difícil de practicar, puedes incorporar una práctica de gratitud en tu vida diaria. Esta práctica puede reducir la ansiedad y mejorar el sueño.
5. Confían en el logro para sentirse dignos.
Las personas enfocadas al logro cometen el error de vincular su autoestima a su nivel de logro. Esto es problemático porque implica que la autoestima es condicional. Oscila con cada éxito y fracaso.
Además, la satisfacción del éxito es de corta duración. Hay una adaptación hedónica. Desaparece rápidamente. Si te apoyas en el logro para la felicidad, entonces no tienes otra opción que buscar el logro sin fin para recibir tu próxima dosis de satisfacción. No hay fin a la vista.
La verdad es que la autoestima no está asociada con el logro. Es incondicional. Ninguna cantidad de éxito te hace más digno. Ninguna cantidad de fracaso te hace menos digno.
La autoestima es una parte esencial e innegable de nuestra humanidad. Tus títulos, profesión, salario, riqueza, CV o posesiones materiales no te hacen más digno. La autoestima no se deriva de tales logros. Eres digno porque eres humano.
A menudo menciono mis raíces humildes para ilustrar este punto. Mi padre es cocinero. Mi madre es cajera en una tienda de comestibles. Con su amor y apoyo, me convertí en médico. Desde un punto de vista profesional, puede que haya logrado más que mis padres. Sin embargo, ¿esto me hace un ser humano más digno que ellos? ¡Claro que no!
Una cierta cantidad de ansiedad es saludable y útil. Puede motivarnos a alcanzar nuestras metas en la vida. El problema ocurre cuando la ansiedad se vuelve excesiva porque priorizamos la búsqueda del logro sobre nuestras relaciones y bienestar.
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A version of this article originally appeared in English.
