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Verificado por Psychology Today

Toni Bernhard J.D.
Toni Bernhard J.D.
Perdón

4 Formas de tratarte con compasión

Una perspectiva personal: No es difícil aprender a tener autocompasión.

Los puntos clave

  • Para practicar la autocompasión, solo necesitas ser amable contigo mismo.
  • Calmar al crítico interno es un acto de autocompasión.
  • Aprende a pedir ayuda y aprende a decir "no".
 Ben_Kerckx/Pixabay
Fuente: Ben_Kerckx/Pixabay

A muchas personas les resulta fácil ser compasivas con los demás, pero luchan por ser autocompasivas. La compasión simplemente significa ser amable contigo mismo y con los demás. Para dirigirla hacia ti, piensa en cómo tratarías a un ser querido necesitado y trátate a ti mismo de esa manera.

La compasión a menudo es más que solo sentirse de buen corazón. Exige acciones destinadas a aliviar el sufrimiento emocional, una vez más, en los demás y para ti mismo.

Aquí hay cuatro formas de tratarte con compasión:

1. Pide ayuda si la necesitas.

La mayoría de nosotros estamos felices de ayudar a los demás, pero cuando nosotros mismos necesitamos ayuda, pensamos que no lo merecemos. Aprender a pedir ayuda puede requerir que deshagas años de condicionamiento que te han llevado a creer que pedir ayuda es un signo de debilidad. No lo es.

Por lo tanto, pedir ayuda es una habilidad que la mayoría de nosotros necesitamos desarrollar. Pruébalo al principio con pequeñas "preguntas", y cuando lo hagas, piensa en ello como evidencia de autocompasión. De esta manera, tu capacidad para pedir ayuda será cada vez mejor. Para más información sobre esto, ve mi publicación "Cómo pedir ayuda.”

2. Deja de intentar arreglarte.

¡No eres un proyecto de automejora! Eres un ser humano con defectos como el resto de nosotros. En palabras de la maestra zen Cheri Huber :"Te enseñan que hay algo mal contigo y que eres imperfecto. Pero no lo hay y no eres imperfecto”.

Esta búsqueda de la perfección se alimenta de los medios de comunicación, en particular de las redes sociales. Puedes verificar contigo mismo sobre esto: ¿siempre te estás comparando con los demás y decides que te quedas corto? Si es así, recuerda que las personas tienden a publicar solo buenas noticias y "fotos felices" en sitios como Facebook e Instagram. Es posible que veas una selfie de una amiga como lo que parece ser el mejor momento de su vida en vacaciones. Lo que no ves es a esta misma amiga "detrás de escena" cuya espalda tiene un dolor terrible o que está preocupada de que ya ha gastado demasiado dinero en restaurantes.

Una forma rápida de cambiar de marcha de la autocrítica a la autocompasión es recordar las palabras de Theodore Roosevelt: "La comparación es la ladrona de la alegría". Guardo estas seis palabras en la mesita de noche junto a mi cama. ¿Por qué allí? Porque es cuando estoy cansada al final del día que empiezo a pensar que necesito arreglar algo de mí: "Él siempre se ve feliz en sus fotos de Instagram; debería ser feliz todo el tiempo". (Nadie es feliz todo el tiempo). O, "mira todo lo que ella está haciendo; necesito empezar a hacer más en lugar de ser tan perezosa" (me digo estas cosas a pesar de que ya estoy demasiado ocupada).

Esta es la voz del crítico interno, ese juez interno que nos sigue, criticando cada uno de nuestros movimientos.

Un punto más sobre ser "personas en reparación": siempre compararnos con los demás y siempre quedarnos cortos. Sugiero que, cada pocas semanas, evalúes si has asumido demasiado en este esfuerzo por "arreglar" lo que no está roto (es decir, ¡tú mismo!). Esta evaluación es útil porque estar demasiado ocupado nos invade lentamente, especialmente si creemos que necesitamos hacer más y más en nuestro engañoso esfuerzo por la perfección.

3. Aprende a decir "no".

Esto siempre ha sido una lucha para mí. ¿Por qué es tan difícil decir "no"? Muchos de nosotros hemos sido condicionados desde el nacimiento para hacer más y más...y más. Parece ser un imperativo cultural. Además, es probable que hayamos sido criados para complacer siempre a los demás, por lo que podemos tener miedo de que nos juzguen negativamente si decimos "no". También podemos tener miedo de juzgarnos negativamente a nosotros mismos. Obviamente, a veces necesitamos decir "sí" cuando preferimos decir "no", por ejemplo, cuando un amigo o familiar lo necesita. Pero la mayoría de las veces, decir "no" es una forma de cuidarnos. Eso lo convierte en un acto de autocompasión.

4. No te culpes a ti mismo cuando las cosas no salgan como habías planeado.

En mi libro How to Wake Up, incluyo un poco de ejercicio. Cuando te levantes por la mañana, haz una lista de lo que planeas hacer ese día. Ponlo a un lado. Luego, al final del día, recoja su lista para ver si se parece a cómo se desarrolló su día. Habrá muchos días en los que haya poco parecido.

Esto se debe a que, como dijo John Lennon, "La vida es lo que te sucede mientras estás ocupado haciendo otros planes". El propósito de incluir este pequeño ejercicio en mi libro fue ayudar al lector a ver que controlamos mucho menos de nuestras vidas de lo que creemos, y que culparnos a nosotros mismos cuando las cosas no salen como lo planeamos no es justo para nosotros mismos.

Sean amables con ustedes mismos, queridos lectores.

A version of this article originally appeared in English.

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