Castigo
Crianza positiva: disciplina vs. castigo
Explicar la diferencia y orientar a los cuidadores en la crianza positiva.
16 de enero de 2023 Revisado por Vanessa Lancaster
Los puntos clave
- La disciplina y el castigo son diferentes entre sí, y los cuidadores deben saber la diferencia.
- La disciplina es una herramienta de enseñanza para desarrollar habilidades para el éxito a largo plazo.
- El castigo no es una buena herramienta de enseñanza ni una solución a largo plazo para el comportamiento infantil no deseado.
- Los profesionales están en una buena posición para compartir recursos sobre crianza positiva y disciplina con los cuidadores.
Coescrito con Sarah MacLaughlin.
La diferencia entre el castigo y la disciplina es enorme, pero muchas personas todavía los equiparan. Para los cuidadores es enormemente beneficioso entender la diferencia y cómo fomentar esto último porque las respuestas de los cuidadores al comportamiento del niño afectan el desarrollo infantil a largo plazo (Korioth, 2018).
Una forma de transmitir la diferencia es compartir el significado de raíz de cada palabra: disciplina significa “enseñar”, mientras que castigo significa “corregir o causar dolor”. A continuación se describen algunos puntos clave adicionales para ayudar a los cuidadores a comprender las diferencias.
Disciplina:
- Tiene un impacto a largo plazo en el comportamiento.
- Enseña a través del modelado, la retroalimentación y el entrenamiento.
- Se enfoca en el desarrollo de habilidades.
- Asume una intención positiva y ve la bondad inherente del niño.
- Puede incluir consecuencias naturales o relacionadas/relevantes.
- Da como resultado que el niño aprenda nuevas habilidades para cumplir con las expectativas apropiadas de desarrollo.
Castigo:
- Tiene un efecto a corto plazo sobre el comportamiento.
- Enseña a través del miedo, las amenazas, el abandono y/o el dolor.
- Se centra en el mal.
- Supone una intención negativa y, a menudo, incluye el juicio.
- Puede incluir consecuencias negativas no relacionadas.
- El resultado suele ser la evitación y/o la vergüenza del niño.
Como se señaló, si bien el castigo puede extinguir el comportamiento no deseado en el momento, rara vez es efectivo a largo plazo (Korioth, 2018). Los cuidadores pueden necesitar comprender el impacto perjudicial del castigo, especialmente el castigo corporal (físico), para cambiar a enfoques más productivos.
Las investigaciones muestran que el castigo físico no es efectivo para lograr un cambio de comportamiento positivo duradero y, en realidad, tiene el efecto contrario: un resultado de que los niños muestren un comportamiento más negativo (Korioth, 2018). El Programa de Acción Afirmativa de Estados Unidos ha adoptado una postura firme contra las nalgadas debido a su ineficacia y potencial para causar daño (Abbasi, 2019). Sin embargo, los castigos verbales severos, en particular los que provocan vergüenza o humillación, también pueden causar daño (Abbasi, 2019).
Los enfoques de crianza positiva ayudan a los cuidadores a recordar que el castigo no es útil para la enseñanza y que la disciplina debe basarse en la comprensión del desarrollo infantil y la autorregulación de los adultos. Algunas estrategias positivas para guiar el comportamiento del niño:
- Asegúrate de que las expectativas sean apropiadas para el desarrollo.
- Modela el comportamiento deseado, incluida la regulación de las emociones.
- Observa y aprecia cuando los niños se comportan de la manera deseada (“atraparlos en el acto”).
- Deja claros los límites y las expectativas.
- Mantén límites y haz espacio para las emociones.
- Ignora el comportamiento no deseado (siempre que sea seguro hacerlo) y redirije al niño.
Los niños prosperan cuando los cuidadores tienen los recursos y las herramientas que necesitan para proporcionar una disciplina que sea proactiva y positiva. Los enfoques de crianza positiva construyen una base sólida para el aprendizaje, el crecimiento y el desarrollo de los niños.
A version of this article originally appeared in English.