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Verificado por Psychology Today

David J. Ley Ph.D.
David J. Ley Ph.D.
Pornografía

¿Ver pornografía es una forma de infidelidad? Depende

Una vasta mayoría de personas en un estudio reciente no lo ven de esa forma.

VGstockstudio/Shutterstock
Fuente: VGstockstudio/Shutterstock

La pornografía es un tema que enciende las pasiones, y cada temporada, más estados se agregan a la lista de legislaturas que han declarado que la pornografía y la pornografía en Internet son una crisis de salud pública. A menudo, estos esfuerzos legislativos identifican que la pornografía tiene efectos negativos generales en las personas, y especialmente en las parejas. Históricamente, muchos han afirmado que el uso de la pornografía es causa de divorcio y de dificultades matrimoniales, esto con base en datos e investigaciones que se han realizado con muchas fallas. Investigaciones recientes han encontrado que los efectos de la pornografía en el matrimonio varían mucho, dependiendo de algunas características del matrimonio y el uso de la pornografía. Las parejas no religiosas que ven pornografía juntas parecen estar bastante bien blindadas de experimentar cualquier efecto negativo por el uso de la pornografía.

Pero, ¿ver pornografía no es el equivalente a poner el cuerno u obtener sexo fuera del matrimonio? El Dr. Phil ha sugerido que ver pornografía "no está bien" y que probablemente abre la puerta a la infidelidad. El grupo anti-pornografía Fight the New Drug proclama que ver pornografía es como ser infiel, porque se siente así, y por la oxitocina que se produce. (Sugieren que ver pornografía libera oxitocina en el cerebro, lo que hace que te "vincules" con la pornografía, en lugar de con tu pareja real). Y la organización religiosa Covenant Eyes declara que usar pornografía es ser infiel, porque es "el compromiso con una prostituta digital a pesar del voto de abandonar a todas las demás".”

Actualmente, la investigación arroja algo de luz interesante sobre esta pregunta y ayuda a revelar que no todas las personas ven el uso de la pornografía como una infidelidad, de hecho, la mayoría no. Y más aún, las personas que ven el porno como una infidelidad tienden a pertenecer a cierto grupo de personas.

Negy, et al. publicaron recientemente una investigación donde examinaron las actitudes de las personas con respecto a la pornografía y la infidelidad. También compararon los encuestados en los EE.UU. con los encuestados de España. Primero, una larga porción de los encuestados tanto en EE.UU. (73%) y España (77%) creen que el uso de la pornografía no es ser infiel.

Las cosas se ponen realmente interesantes cuando Negy y el resto de los investigadores examinan qué características predicen que una persona percibirá la pornografía como infidelidad. Primero, ser de los Estados Unidos, en comparación con España, se asoció con ver la pornografía como infidelidad. Lo mismo era cierto para quienes estaban solteros (no en una relación en ese momento) o personas que no ven porno. Finalmente, las personas que tienen baja autoestima tienen más probabilidades de ver el uso de la pornografía como una infidelidad, pero solo si son de los EE.UU. Curiosamente, no hubo diferencias de género. Las mujeres no eran más propensas que los hombres, en general, a ver el porno como infidelidad.

Entonces, ¿qué está pasando aquí? Bien, cuando las personas no están en una relación, pueden ser más propensas a tener puntos de vista idealistas y más rígidos acerca de lo que constituye una infidelidad que quienes están actualmente en una relación y que pueden ser algo más pragmáticos, tener una mayor aceptación, y puntos de vista realistas.

Aquellos que ven pornografía tienden a tener menos preocupación y temer sobre el impacto de la pornografía que aquellos que no lo hacen. Otros investigadores han encontrado parejas en las que uno o ambos miembros miran pornografía de forma habitual y reportan no sufrir "efectos negativos" o positivos en sus relaciones.

¿Qué hay acerca de la comparación entre EE.UU. y España? Primero, que los EE.UU. tienen una visión más fuerte, rígida y negativa sobre la infidelidad, en comparación con España y muchos otros países europeos. Sin embargo, lo que fue aún más interesante en esta investigación fue el hallazgo de que entre los encuestados de los Estados Unidos, ser religioso también predijo la opinión de que la pornografía es una infidelidad, mientras que los encuestados españoles no mostraron ninguna influencia por su religiosidad. Alrededor del 70% de los españoles se identifican como católicos, pero solo alrededor del 9% de los ciudadanos asisten a la iglesia al menos mensualmente. Por el contrario, hasta el 42% de los estadounidenses asisten a la iglesia semanalmente. Múltiples estudios sobre los efectos de la pornografía encuentran que es la asistencia a los servicios de la iglesia, a diferencia de la identificación con la religiosidad, lo que parece ser la variable mediadora en el impacto de la pornografía en una persona y una relación.

En general, los europeos y los católicos españoles tienden a ser menos punitivos sobre el sexo en general, y también menos dogmáticos y vehementes sobre su religión, en comparación con muchos evangélicos estadounidenses asistentes a las iglesias. Estas diferencias probablemente son la raíz de estos hallazgos interesantes, que afectan la forma en que las personas de diferentes culturas ven su religión y sexualidad.

Entonces, ¿ver pornografía es ser infiel? Depende. Si eres de los Estados Unidos, asistes a la iglesia, no miras porno y actualmente eres soltero, entonces sí, es muy probable que juzgues ver porno como una forma de infidelidad.

Pero, ¿qué pasa si te preguntas si tu pareja relacionará ver porno con una infidelidad? ¿Deberías hacer una lista de verificación demográfica?

No: debes preguntarle a tu pareja y hablar con ella sobre sus puntos de vista con respecto a la pornografía y la infidelidad en general (lo mismo que con un comportamiento como hablar con un ex en Facebook puede ser visto como una traición). Esta es una conversación importante que muy pocas parejas tienen, por lo general porque tienen miedo de lo que podrían oír, o qué caja de pandora abrirán. La mayoría de la gente no ve el uso de la pornografía como una infidelidad, por lo que, en realidad, tus probabilidades son bastante buenas. Pero si descubren que ves porno en secreto, o has mentido al respecto, entonces hay problemas de engaño y decepción que deberás afrontar. Si hablas de tus valores sexuales y relacionales, puedes comenzar a tener una relación honesta más profunda, con más aceptación, donde incluso se pueden discutir cuestiones tales como la privacidad sexual, o cómo los dos podrían hacer frente a las tentaciones de la infidelidad. En última instancia, estos son fundamentos que construyen relaciones sólidas, ya sea que la pornografía esté involucrada o no.

A version of this article originally appeared in English.

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Acerca de
David J. Ley Ph.D.

David J. Ley, Ph.D., is a clinical psychologist and the author of Insatiable Wives, Women Who Stray and The Men Who Love Them.

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