¿Te enamoras muy rápido?

Estás enamorado, otra vez. No solo un poco enamorado, sino que sientes un tipo de amor que lo abarca todo: "he conocido a mi alma gemela". Esto se siente verdadero y real para ti, pero tus amigos te ven con sospecha. ¿Deberías preocuparte si te enamoras tan rápido?

Mientras que algunas personas tardan en abrir sus corazones, otras nunca retienen sus emociones. Los beneficios de la vulnerabilidad emocional son muchos, pero ¿qué pasa si no tienes muchos estándares antes de regalar tu corazón? Enamorarte rápidamente y a menudo puede ponerte en riesgo de experiencias de relación poco saludables.

Diferentes formas de enamorarse

Si piensas en ti mismo y en tus amigos, probablemente notarás diferencias en la rapidez con la que las personas se sumergen en sus relaciones.

Algunas personas se acercan al amor con reserva, pensando y sintiéndose más cerca de una nueva pareja potencial. Esto no significa que están evitando el amor o que tengan salvaguardias estrictas en su lugar, como retener intencionalmente sus emociones; simplemente significa que son más lentos para desarrollar inversiones románticas. Saben quiénes son y se aferran constantemente a ellos mismos mientras abren cuidadosamente sus conceptos de sí mismos a una nueva pareja. Enamorarse todavía es estimulante, pero solo ocurre después de un período suficiente de tiempo y conexión.

Para otros, enamorarse sucede rápida y fácilmente, y están "muy involucrados" de inmediato. Este patrón emocional y conductual es capturado por el término emofilia (Jones, 2011).

Emofilia: enamorarse demasiado rápido y con demasiada facilidad

La emofilia describe la tendencia a enamorarse fácilmente, una tendencia que solía ser capturada por el término "promiscuidad emocional". Las personas altas en emofilia están ansiosas por enamorarse y se sienten enamoradas con bastante frecuencia. Podrían respaldar firmemente declaraciones como "siento conexiones románticas de inmediato" o "tiendo a saltar rápido en relaciones " (Jones, 2019).

La emofilia es diferente de la ansiedad por el apego, aunque estos constructos a menudo están relacionados (Jones y Curtis, 2017). La ansiedad por el apego es una orientación disposicional crónica que incluye el miedo al abandono y cuestiona la propia autoestima; la emofilia es un rasgo que se desarrolla en los primeros momentos de las relaciones, definiendo la rapidez con la que las personas dan el 100% de su inversión emocional en una relación.

¿Has visto esto en acción? Las personas altas en emofilia podrían:

• Pasar cada hora despiertos con una nueva pareja romántica que acaban de conocer
• Decir "te amo" en una primera cita
• Sentir que están profundamente enamorados de varias personas al mismo tiempo
• Tener poco tiempo de recuperación entre cambiar la inversión emocional de una ex pareja a una nueva pareja.

De la misma manera que las personas altas en sociosexualidad están abiertas a participar en comportamientos sexuales fuera de una relación comprometida, las personas altas en emofilia tienen umbrales bajos para lo que necesitan antes de enamorarse (Jones, 2019).

Cómo enamorarse demasiado fácilmente puede ser dañino

Las personas altas en emofilia a menudo no ven las obvias "banderas rojas" que otros podrían notar fácilmente, y por lo que están en riesgo de enamorarse de parejas tóxicas. Esto incluye a personas más altas en el conjunto de rasgos de personalidad capturados por la tríada oscura: narcisismo, maquiavelismo y psicopatía (Lechuga y Jones, 2021). Las personas con alto nivel de emofilia muestran una atracción más romántica hacia las personas con rasgos de Tríada Oscura que las personas con bajo nivel de emofilia; con un comportamiento que guía la atracción, esto podría significar que las personas con alto nivel de emofilia se encuentran en relaciones románticas poco saludables una y otra vez.

Ya sea que te muevas rápida o lentamente, enamorarte es una experiencia estimulante. No puedes dejar de pensar en tu pareja y te sientes ansioso, feliz, emocionado y lleno de energía... estás en un subidón emocional. Sientes que tu vida diaria cambia a medida que reorientas tu mundo alrededor de tu nueva pareja. Este recentrado es una parte crítica de la construcción de un nuevo apego y la creación del "vínculo de pareja" que define las relaciones a largo plazo, pero no es una experiencia casual: enamorarte te cambia.

Debido a que enamorarte te cambia, las personas altas en emofilia pueden tener una dinámica de autoconcepto especialmente turbulenta. Los conceptos de uno mismo se expanden cuando nos enamoramos, las personas se vuelven más similares a sus parejas, pero luego los conceptos de uno mismo se constriñen cuando perdemos una relación. La gente se siente más pequeña y tiene preguntas como "¿Quién soy ahora?" (Aron et al., 1996; Slotter et al., 2010). Si nos sumergimos, y luego emergemos, una y otra vez, podemos comenzar a tener un sentido inestable de quiénes somos. Este es un área que merece una investigación más empírica.