Memoria
Repensando los estados de flujo introduciendo 9 antecedentes
Nuevo conocimiento de cómo entrar a estados psicológicos óptimos.
13 de octubre de 2023 Revisado por Gary Drevitch
Los puntos clave
- En el flujo se pierde la noción del tiempo y de uno mismo, lo que lleva a un rendimiento óptimo.
- El flujo tiene nueve precursores que abarcan fuerzas psicológicas, ambientales y sociales.
- Las experiencias totalmente inmersivas crean recuerdos duraderos y contribuyen al desarrollo de la identidad.
- El flujo y la atención plena son incompatibles.
Mihalyi Csikszentmihalyi, inventor de la Teoría del Flujo, habría cumplido 89 años el 29 de septiembre de 2023.
Ahora, sin duda, has probado el dulce néctar del flujo. Es esa sensación mágica cuando, 37 segundos después de compartir una anécdota con amigos, balancear una paleta de pickleball, saborear una deliciosa comida o simplemente observar el tranquilo paseo de un castor por la hierba, te conviertes en uno con el momento. ¿Y el tiempo? Desacelera con gracia. ¿Tu ego y tu individualidad? Desaparecen, dejando solo la acción y la conciencia en convergencia armoniosa. ¿El resultado? Una oleada de rendimiento óptimo. ¿No me crees? Mira la fascinante Charla en Charla TED de Csikszentmihaly (en inglés).
Imagínate esto: Una pintoresca cena en Opatija, Croacia, con nada menos que el propio Csikszentmihalyi. Y cuando se le preguntó cuál es la medida por excelencia del flujo, su respuesta fue sucinta: "Estoy experimentando una alegría intensa".
Hay una sabiduría profunda en esa simplicidad. El flujo, mis amigos, no es una mera casualidad. Hay al menos 10 precursores para entrar en este estado esquivo, ya sea que lo llames "estar en la zona", alcanzar un "subidón de corredor" o encontrarte "en onda". Pero aquí está el truco: No puedes interrogar a alguien sobre estos matices mientras está atrapado en el flujo, y apenas después tampoco.
Diseccionando los 9 precursores del flujo
Tres profundizan en la psicología interna: objetivos claros, retroalimentación inmediata y una sensación de control tan importante.
Otro trío explora los factores ambientales: la alineación casi perfecta de sus habilidades con los desafíos a mano, las consecuencias significativas para su desempeño y un entorno fértil lleno de oportunidades.
Y, por último, tres más capturan la dimensión social: comunicación de alta calidad y bajo mantenimiento, participación equitativa de todos los participantes y objetivos compartidos.
Pero aquí está el enigma: No puedes simplemente tocar a alguien en el hombro y hacerle estas preguntas cuando está en medio de su actividad. ¿Por qué? Porque en ese espacio sagrado de flujo, su esencia misma se funde con la tarea en cuestión. El flujo y la atención plena son como el aceite y el agua; simplemente no se mezclan.
La atención plena se interpreta típicamente como una práctica mental que requiere autodisciplina y un compromiso para tratar de mantener la conciencia reflexiva de cada momento que pasa. Por el contrario, el flujo implica una intensa concentración en las tareas, una pérdida de la autoconciencia, un sentido alterado del tiempo y la fusión de la actividad y la conciencia.
Una perspectiva diferente del flujo
Considera el flujo como momentos en los que no te contienes. Sin máscaras, sin pretensiones. Si tienes ganas de gruñir y lucir una "cara adusta", que así sea. Sin autodiscapacitarte. Deja que el fracaso sea una posibilidad, incluso si daña tu ego. Se trata de dejar que tus habilidades y fortalezas brillen, ya sea que cumplan con las expectativas o no. Si el flujo se trata de despojarse de la autoconciencia y la autoconciencia, tomemos una decisión consciente para abrazarlo por completo.
En palabras de Khalil Gibran:
No ames a medios amantes
No te quedes con los medios amigos
No vivas media vida
y no mueras ni media muerte
Si eliges el silencio, entonces calla
Cuando hables, hazlo hasta que termines
No te silencies para decir algo
Y no hables para callar
Si aceptas, exprésalo sin rodeos
No lo enmascares
Si te niegas, sé claro al respecto
porque un rechazo ambiguo no es más que una aceptación débil
No aceptes la mitad de una solución
No creas medias verdades
No sueñes medio sueño
No fantasees con medias esperanzas
La mitad del camino te llevará a ninguna parte
La mitad de una idea no te dará resultados
Media vida es una vida que no viviste,
Una palabra que no has dicho
Una sonrisa que pospusiste
Un amor que no has tenido
Una amistad que no conocías
La mitad es un mero momento de incapacidad
pero eres capaz porque no eres la mitad de un ser
Eres un todo que existe para vivir una vida
no una media vida.
Provocación
Esta semana, embárcate en una actividad con todo tu arsenal. Elige inmersión. Deja espacio para los extremos: la posibilidad de elevarte hacia las estrellas o estrellarte contra la tierra. Déjate cautivar por tus propias palabras y las de los demás. Ya sea que se trate de un entrenamiento, una conversación, un encuentro físico, una tarea, una comida, un momento lúdico o simplemente un descanso, hazlo por completo.
¿Por qué? Porque la inmersión total da a luz esos momentos raros y preciosos que se graban en tu propio ser. Habitan en tu memoria de trabajo, residen en tu memoria a corto plazo y, finalmente, encuentran un hogar en tu memoria a largo plazo. Estos momentos se convierten en la base de quién eres y quién aspiras a ser. Por lo tanto, agrega otra capa a tu identidad al negarte a comprometerte a medias.
Deja de temer la grandeza. Desbloquea tu potencial oculto. Te espera una inmersión total: abrázala y observa cómo tu vida se transforma.
A version of this article originally appeared in English.