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Tradicionalmente, hemos hablado de querer que los perros sean obedientes. Hay clases de obediencia para perros y cachorros, y un gran número de personas han hecho la pregunta (a veces con frustración): "¿cómo hago que mi perro me obedezca?” Pero, ¿y si esa es la pregunta equivocada? ¿Qué pasa si las preguntas más importantes son: "¿Mi perro es feliz?” y “¿Cómo puedo hacerlo más feliz?”
En estos días pensamos cada vez más en los perros como miembros de la familia. Pasamos mucho tiempo con ellos, nos gusta acurrucarnos en el sofá y los dejamos dormir en nuestra cama (o al menos en nuestra habitación). Y aunque hablar de obediencia podría encajar con metáforas sobre las manadas de lobos , no encaja con el pensamiento de los perros como miembros de la familia. Y tampoco encaja con los modelos de bienestar animal que se centran en nuestro deber de proporcionar a los perros lo que necesitan. Los perros son criaturas vivientes con necesidades y deseos propios, y las emociones positivas ahora se ven como una parte importante del bienestar animal.
Parte de este cambio es un cambio en la forma en que pensamos sobre el entrenamiento. Un enfoque en la obediencia descuida las cosas que los perros necesitan (como los juguetes para masticar) y expone al perro a un ejercicio en el que los perros no tienen la oportunidad de oler, cuando sabemos que el olor es tan importante para los perros. Sabemos que el uso de métodos como los collares de choque, tirones de correa y collares de punta tiene riesgos, incluidos los riesgos de miedo, ansiedad, estrés y agresión, además de una relación potencialmente peor con el propietario. Los métodos basados en recompensas funcionan sin esos riesgos. Pueden hacer que el entrenamiento sea una actividad divertida y enriquecedora para el perro. Y si nos centramos en enseñar a los perros las habilidades que necesitan para vivir en nuestra sociedad, como cómo ser manejados en el veterinario y cómo lidiar con el ruido de los fuegos artificiales, puede ayudarlos a ser más felices a lo largo de sus vidas.
Algunos problemas de comportamiento provienen directamente de la falta de satisfacción en las necesidades de los perros. Si pensamos en estos temas en términos de obediencia, estamos olvidando el objetivo. Cuando los perros no reciben suficiente ejercicio y enriquecimiento, van a encontrar otras maneras de quemar algo de energía. Cuando los perros no tienen juguetes para masticar, van a masticar algunas de nuestras cosas porque masticar es un comportamiento natural de los perros. Cuando los perros tienen miedo, necesitan que los ayudemos a encontrar formas de enfrentarlo, para eliminar lo que les asusta si es posible, o para aprender gradualmente que no es tan atemorizante aquella cosa luego de aplicar la desensibilización y el contracondicionamiento. En un hogar ocupado por muchas cosas, pueden necesitar un espacio seguro donde puedan ir a relajarse si lo encuentran difícil ahí. Y cuando hay una causa médica, como dolor o una infección del tracto urinario, se necesita hacer un viaje al veterinario.
Por supuesto, es cierto que algunas cosas que hacen felices a los perros simplemente no van a ser aceptables para nosotros: tomar pechugas de pollo que se dejaron enfriar en el mostrador de la cocina, por ejemplo, o comer caca de oso, o rodar alegremente sobre un cadáver de salmón podrido. A los perros les pueden gustar estas cosas, pero a nosotros no. Depende de nosotros el manejo y el entrenamiento para evitar que sucedan: mantener el pollo fuera del alcance o al perro fuera de la habitación, por ejemplo; o lidiar con las consecuencias con un desparasitador y un baño.
La buena noticia es que “¿Eres feliz?"Es la pregunta número 1 que la gente le haría a su perro, si pudieran hablar, seguida de "¿Cómo podría hacer tu vida más feliz?” Si deseas que tu perro sea (todavía) más feliz, hay muchas cosas que puedes hacer. La lista de verificación para un perro feliz al final de mi libro, Menear la cola: la ciencia de hacer feliz a tu perro, es un comienzo. También puedes elegir cosas que sabes que tu perro ama y hacerlas más frecuentemente: paseos, oler, jugar, entrenamiento para golosinas, y así sucesivamente. Si hay problemas de comportamiento, busca ayuda. Asegúrate de que cualquier entrenador que contrates solo use métodos de entrenamiento basados en recompensas. Y, por supuesto, encuentra maneras de lidiar con cosas que hacen que tu perro tenga miedo, ansiedad o estrés.
En términos generales, cuando proporcionamos a los perros lo que necesitan, significa que tienen bienestar y están felices. Cuando los perros tienen lo que necesitan, es menos probable que tengan problemas de comportamiento, y es más probable que tengan una buena relación con nosotros. Entonces, en lugar de pensar en la obediencia, deberíamos pensar en la felicidad. Todo el mundo ama a su perro. Y creo que todos quieren que su perro sea feliz también.
Imagen de Facebook: Pixel-Shot / Shutterstock
A version of this article originally appeared in English.
