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Verificado por Psychology Today

Relaciones

Por qué es tan difícil llevarte bien con tu suegra

Las sorprendentes razones detrás de este conflicto y consejos para restaurar la armonía.

Gladskikh Tatiana/Shutterstock
Source: Gladskikh Tatiana/Shutterstock

Mi amiga Claudia, recientemente se casó con el amor de su vida, René. Todos los amigos y familiares de Claudia aman a René, pero, desafortunadamente no se puede decir lo mismo de los amigos y familiares de René. Específicamente, Claudia no le agrada a su suegra y está lastimando al matrimonio.

Muchas mujeres reportan tensión en su relación con su suegra, un conflicto que está relacionado con un decremento en la satisfacción marital (Rittenour y Koenig Kellas, 2015). Esta triste situación me puso a pensar en el estereotipo de relación entre suegra y nuera. ¿Es verdad que no le agradamos a nuestras suegras? Y, de ser así, ¿por qué? Las razones reales para este conflicto común son un poco sorprendentes y probablemente vienen de nuestra historia evolutiva.

Probablemente no eres la pareja que tus suegros habrían elegido para su hijo

¿Por qué elegiste a tu pareja romántica? ¿Atracción física? ¿Creatividad? ¿Inteligencia? ¿Su sentido del humor? Los rasgos que valoramos en nuestras parejas no son los mismos que nuestros padres valoran en parejas para nosotros.

Mientras que valoramos rasgos como atracción física, una personalidad emocionante o un buen sentido del humor, nuestros padres tienen más probabilidades de valorar características como una buena familia, prospectos financieros estables, un trasfondo religioso o étnico similar (Apostolou, 2015a Perriloux et al., 2011). Debido a estas diferentes preferencias, podríamos elegir parejas que nuestros padres no habrían elegido para nosotros. Esto podría llevar a un desagrado inicial por parte de nuestros suegros, que puede ser difícil de superar.

Eres demasiado atractiva

Algunos de los peores conflictos en las preferencias de pareja entre los hijos adultos y sus padres ocurren por rasgos relacionados con la atractividad física (por ejemplo: buena apariencia, condición física; ver Apostolou, 2015a, Perriloux et al., 2011).

De acuerdo con la teoría evolutiva, valoramos esos rasgos en una pareja porque queremos garantizar buenos genes para nuestras crías. Sin embargo, nuestros padres podrían tener buenas razones para objetar ante parejas físicamente atractivas. Con base en la teoría evolutiva, las mujeres que son más atractivas que sus parejas hombres piensan más en dejar la relación y muestran más interés en parejas alternativas (Fugère et al., 2015) y los hombres que son más atractivos podrían sentirse menos inclinados a invertir o cuidar de crías futuras (Gangestad y Simpson, 2000).

Las madres de los hombres inconscientemente desalientan relaciones a largo plazo

Estoy segura de que si le preguntaras a la madre de René si quiere una relación estable, segura y a largo plazo para su hijo, ella diría que sí. Pero para los hombres, las relaciones monógamas a largo plazo podrían no ser deseables durante la mayor parte de su historial evolutivo. De acuerdo con la teoría evolutiva, los hombres y las mujeres tienen estrategias de apareamiento distintas para garantizar que sus genes sean perpetuados en generaciones futuras.

Hablando desde una perspectiva estrictamente evolutiva, la mejor estrategia de apareamiento de un hombre podría ser una serie de relaciones a corto plazo con distintas mujeres con el fin de garantizar que pasará sus genes (ver Buss and Schmitt, 1993). La interferencia de una suegra en la relación entre su hijo y su nuera podría reflejar el deseo inconsciente de una madre de ayudar a su hijo a “esparcir su semilla”.

Sin embargo, una suegra con un yerno podría intentar facilitar el matrimonio de su hija para que su yerno permanezca comprometido a largo plazo. De hecho, las suegras califican sus relaciones con sus yernos de maneras más favorables que con sus nueras (ver Fingerman et al., 2012). Además, alguna interferencia por parte de las suegras podría tener la intención de debilitar los matrimonios de sus hijos (Rittenour and Koenig Kellas, 2015).

Competencia directa por recursos y atención

La evidencia histórica sugiere que cuando habían múltiples mujeres en una familia reproduciéndose al mismo tiempo, sus crías tenían menos probabilidades de sobrevivir, tal vez debido a una cantidad fija de comida dividida entre más parientes (Pettay et al., 2016). El conflicto con una suegra podría haber surgido de una competencia incrementada por recursos entre las mujeres y sus nueras.

Actualmente, este tipo de conflicto es raro, pero las suegras aún pueden percibir que están compitiendo con sus nueras por el tiempo y atención de sus hijos. Algunas investigaciones sugieren que las mujeres mayores tienen más probabilidades de experimentar negligencia debido a malas relaciones con sus nueras (ver Allendorf, 2015) y las suegras podrían preocuparse de que serán excluidas por su hijo y su nueva pareja (Fingerman et al., 2012).

Cómo reducir el conflicto

Los investigadores que estudian el conflicto entre suegros también sugieren maneras de superar estas dificultades. Apostolou (2015b) dice que la mejor manera de lidiar con estos conflictos es intentar convencer a tus suegros de que eres una buena pareja para su hijo demostrando cuánto te importa tu pareja. Adicionalmente, si aún no están casados, más contacto con tus futuros suegros antes del matrimonio podría facilitar una mejor relación después de la boda (Fingerman et al., 2012).

Sin embargo, si persiste el conflicto con los suegros, debes poner a tu matrimonio primero: los individuos que se sienten apoyados por sus parejas en los conflictos con sus suegros experimentan matrimonios más satisfactorios (Rittenour yKoenig Kellas, 2015).

*Todos los nombres fueron cambiados

Para más información sobre las relaciones, consulten nuestro libro La psicología social de la tracción y las relaciones románticas.

A version of this article originally appeared in English.

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Acerca de
Madeleine A. Fugère Ph.D.

La Dra. Madeleine A. Fugère, es profesora de Psicología Social en la Universidad Estatal del Este en Connecticut, y sus áreas de experiencia incluyen atracción romántica y relaciones románticas.

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