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Verificado por Psychology Today

Medio ambiente

Los beneficios de jugar en al aire libre

El tiempo de juego de los niños al aire libre ha disminuido a lo largo de los años. Deberíamos traerlo de vuelta.

Los puntos clave

  • Los niños no juegan al aire libre tanto como hace décadas, indica una investigación.
  • El juego al aire libre puede tener beneficios para la salud física y el desarrollo psicológico.
  • Para maximizar los beneficios, vale la pena hacer un mayor esfuerzo para brindar a los niños un tiempo de juego al aire libre seguro y accesible.

Cuando era niño, mis padres me decían constantemente que saliera a jugar. Vivía en una ciudad donde los niños llamaban a la puerta de los demás para preguntar si sus amigos podían "salir a jugar", andaban en bicicleta por la calle y se sentaban juntos en la entrada de las casas a comer conos de helado después de la cena en verano. Cuando era niño, los niños pasaban mucho tiempo jugando al aire libre.

Stocksnap/Public Domain
Source: Stocksnap/Public Domain

Pero las cosas han cambiado significativamente para los niños en los últimos 30 a 40 años. El tiempo de juego está disminuyendo, especialmente el juego al aire libre. Entre 1981 y 1997, las investigaciones sugieren que el tiempo de juego no estructurado se redujo en aproximadamente un 25 por ciento (Hofferth y Sandberg, 2001), y una encuesta más reciente de casi 9,000 familias con niños en edad preescolar en los Estados Unidos indicó que aproximadamente la mitad no salen a jugar con regularidad (Tandon, Zhou y Christakis, 2012).

Esta disminución parece estar ocurriendo por varias razones. Los niños pasan más tiempo en actividades estructuradas en escuelas y guarderías (Hofferth y Sandberg, 2001) y, como resultado, el tiempo de recreo está disminuyendo. De hecho, una encuesta de las escuelas de Estados Unidos sugiere que solo el 40 por ciento de las escuelas tienen una política designada para el juego al aire libre (Burriss y Burriss, 2011). Además de eso, los padres están trabajando más, dejando menos tiempo para monitorear a sus hijos cuando juegan afuera. Y los niños pasan más tiempo frente a las pantallas, y suelen decir que prefieren los juegos electrónicos a jugar al aire libre (Dowdell, Gray y Malone, 2011).

Por qué es importante el declive en los juegos al aire libre

Tanto los investigadores como los pediatras y los padres han expresado su preocupación por estas tendencias. De hecho, la Academia Estadounidense de Pediatría recomienda que los niños jueguen al aire libre tanto como sea posible. Esto se debe a que el juego al aire libre conlleva una serie de beneficios para los niños. En primer lugar, jugar al aire libre está relacionado con una mayor actividad física, lo que es bueno para la salud general de los niños e incluso puede ayudar a combatir la obesidad infantil y las enfermedades cardiovasculares (Tandon, Zhou y Christakis, 2012). Y si bien es cierto que los niños pueden jugar físicamente mientras están en el interior e incluso en la escuela, las investigaciones indican que jugar al aire libre donde los niños son libres de elegir su propia diversión es donde es probable que ocurra la mayor actividad física (Burdette y Whitaker, 2005) .

Además del desarrollo físico, el juego al aire libre también parece tener beneficios para el desarrollo cognitivo y el aprendizaje de los niños. Por ejemplo, cuando los niños pasan mucho tiempo en la escuela, necesitan tiempo para recuperarse de las actividades estructuradas para poder regresar al aula listos para aprender. En consecuencia, la investigación sugiere que después del recreo, los niños están más concentrados y menos inquietos (Burriss y Burriss, 2011). Además de eso, el contacto con los elementos naturales puede proporcionar un contexto para aprender sobre la ciencia y la naturaleza. De hecho, cuando los niños participan en actividades al aire libre, es más probable que expresen interés en proteger el medio ambiente (Bento y Dias, 2017).

Por último, jugar al aire libre también puede tener beneficios para el desarrollo social y emocional de los niños. Cuando los niños juegan al aire libre por su cuenta, tienen la oportunidad de organizar sus propios juegos y resolver desacuerdos, lo que implica cooperación y toma de perspectiva. Además de eso, puede ayudarlos a construir amistades, lo cual es importante para el desarrollo de la competencia social y comportamientos prosociales como ayudar y compartir. Las amistades que hacen cuando juegan al aire libre pueden ser importantes para la felicidad general a largo plazo de los niños, y la actividad física en general está relacionada con el bienestar general y puede actuar como un amortiguador contra la depresión (Burdette y Whitaker, 2005).

A version of this article originally appeared in English.

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Acerca de
Vanessa LoBue Ph.D.

La Dra. Vanessa LoBue, es profesora de psicología en la Universidad Rutgers en Newark.

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