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Verificado por Psychology Today

Eric M. Brown Ph.D.
Eric M. Brown PhD
Sabiduría

Los 5 atributos de las personas sabias

Las personas sabias son capaces de sacar lo mejor de la vida.

Los puntos clave

  • La sabiduría es la clave para vivir vidas plenas en un mundo cada vez más complejo. 
  • Poder identificar a los sabios en nuestros círculos sociales puede aumentar en gran medida nuestras posibilidades de éxito en todas las áreas.
  • Saber cómo se ve la sabiduría puede ayudarnos a aprovechar al máximo las situaciones menos que deseables. 
Jefferey Erhunse/Unsplash
Fuente: Jefferey Erhunse/Unsplash

Para aquellos que son lo suficientemente privilegiados, vivimos cada vez más en una sociedad en la que podemos tomar decisiones y seguir estilos de vida que nuestros abuelos no habrían considerado posibles. Hace tres generaciones, generalmente se esperaba que siguiéramos viviendo en el área en la que crecimos y que eligiéramos entre unas pocas docenas de carreras o trabajos, y nuestras perspectivas románticas se limitaban a nuestros círculos sociales inmediatos.

Ahora nos animamos mutuamente a construir nuestras vidas desde cero, siguiendo nuestros sueños a donde sea que nos lleven. Por maravillosa que sea esta nueva libertad, también supone una carga para cada uno de nosotros tomar innumerables decisiones y asumir la responsabilidad exclusiva de las vidas que hemos construido. La capacidad de tomar decisiones acertadas puede ser más crucial ahora que nunca.

Definiendo la sabiduría

Saber qué comprende la sabiduría e identificar quién es sabio puede ayudarnos a vivir nuestras vidas de una manera satisfactoria y significativa. Durante miles de años, el discurso en torno a la sabiduría se ha centrado en el estudio de la filosofía y la religión. Pero, en los últimos 20 años, los psicólogos han comenzado a investigar y definir la sabiduría de manera que proporcionen una imagen de cómo se ve una persona sabia al tiempo que proporcionan descripciones de cómo operan en el mundo.

La sabiduría a menudo se define como la capacidad de tomar decisiones acertadas y de actuar o aconsejar a otros que se comporten de maneras que tengan más probabilidades de producir los resultados deseados. Algunos académicos han descrito la sabiduría como una forma de inteligencia práctica. Me atrae la idea de que la sabiduría es saber lo que hay que hacer, de la manera correcta, en el momento adecuado, en el contexto adecuado. Si alguno de estos cuatro elementos está desactivado, entonces una decisión o acción no resultará sabia. Dada la complejidad de nuestro mundo, puede beneficiarnos enormemente poder identificar quién es sabio y cómo actuar con sabiduría. A continuación se presentan cinco atributos o habilidades de las personas sabias:

  1. Se autorregulan. Las personas sabias son capaces de regular sus emociones para pensar con claridad qué decisiones y acciones pueden provocar un resultado positivo y, sin embargo, las emociones no son enemigas de la sabiduría. Si una decisión implicará emociones fuertes, una persona sabia debe ser capaz de sentir el peso de una situación para explicar cómo una decisión en particular puede afectarse a sí misma, a otra persona o a otras partes.
  2. Son virtuosas. Desde filósofos como Aristóteles hasta los psicólogos más recientes que investigan la sabiduría, se cree firmemente que las personas sabias son personas virtuosas en el sentido de que actúan, toman decisiones y aconsejan a los demás en formas que son para el bienestar de todos los que están involucrados. Una persona que es muy inteligente puede saber cómo obtener lo que quiere, pero, si lo hace a expensas de los demás, no se le considera sabio. Las personas sabias saben que los individuos tienden a prosperar en relaciones en las que todos florecen.
  3. Ven y reconocen patrones. Los psicólogos que estudian la sabiduría tienden a estar de acuerdo en que los que son mayores no son necesariamente más sabios, pero para ser sabio uno debe tener suficiente experiencia para discernir cómo y cuándo aplicar el conocimiento y experiencias pasadas a situaciones nuevas. Se necesita un cierto grado de inteligencia para poder (a) reconocer las formas en que una situación presente puede tener elementos que se asemejan a sucesos pasados; (b) considerar la situación presente y discernir qué conocimiento o experiencias previas, si las hay, pueden aplicarse; y (c) discernir cómo se pueden aplicar los aprendizajes pasados a lo que se desconoce. Las personas sabias pueden reconocer patrones mientras aprecian la singularidad de la nueva circunstancia.
  4. Navegan bien por los entornos. Robert Sternberg, profesor de psicología en la Universidad de Cornell, ha escrito que un atributo de las personas sabias es su capacidad para decidir entre tres posibles respuestas al entorno de uno cuando una persona no está satisfecha con su situación dada. Una persona puede (a) simplemente ajustarse o adaptarse a su contexto, (b) buscar dar forma a su situación o (c) buscar un entorno completamente nuevo. La mayoría de las personas intentará hacer una combinación de las dos primeras antes de pasar a la tercera opción. Se necesita sabiduría para discernir si una persona puede ajustarse o adaptarse sin demasiado costo personal para sí misma. También se debe considerar si una persona tiene la capacidad (por ejemplo, influencia o poder) para lograr el cambio deseado. Si una persona necesita elegir un nuevo entorno, necesitará sabiduría para no pasar a otra situación igualmente insatisfactoria o peor.
  5. Sacan lo mejor de las malas situaciones. La mayoría de las personas han vivido lo suficiente como para saber que a veces no podemos acercarnos al resultado que deseamos. Hay muchos factores en el mundo sobre los que no tenemos control, por lo que hay momentos en que simplemente perdemos. Pero las personas sabias saben que la forma en que capeamos la profunda decepción tiene un impacto significativo en las personas en las que nos convertimos. Además, saben que puede haber acciones que podemos tomar, o abstenernos de tomar, que disminuirán el impacto negativo y a largo plazo de un resultado indeseable. Las personas sabias aprovechan al máximo las situaciones menos que ideales.

Conclusión

La mayoría de nosotros vivimos con la sensación predominante de que muchas cosas no son como deberían ser, que la vida no es justa, que la decepción es demasiado común para demasiados y que con demasiada frecuencia tenemos que aprovechar al máximo lo que se nos ha dado. Hasta hace poco, había personas en nuestras comunidades que eran conocidas por su capacidad para ayudarnos a tomar decisiones importantes. Actualmente podemos ser testigos de la generación con más opciones y la ayuda menos fácilmente identificable. Ser capaz de identificar quién es sabio y saber cómo tomar decisiones sabias puede proporcionarnos un camino hacia adelante a medida que buscamos aprovechar al máximo lo que la vida nos ha dado.

A version of this article originally appeared in English.

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