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Verificado por Psychology Today

Relaciones

La gran importancia del tono al hablar

A veces comunicamos lo contrario de lo que queremos decir.

Hace varias semanas estaba editando algunas grabaciones para una película casera y me sorprendió descubrir lo irritado, negativo y simplemente malvado que sonaba cuando le hablaba a mi esposa. Recuerdo la mayoría de las interacciones que grabamos pero no los sentimientos que claramente estaba proyectando. En un segmento, mi esposa estaba probando un tripié y teniendo problemas para entender cómo usarla correctamente. “Lo estás sosteniendo mal”, le decía con irritación. “¡Así no se hace en absoluto!”

“A mí me está funcionando”, me respondía ella, un poco confundida.

Ver esto fue una experiencia que me dio un sentido de humildad. Como budista, busco ser tolerante, optimista y amable, así que me dolió ver lo lejos que estaba de demostrar esas cualidades. Irónicamente, me había estado preguntando por qué mi esposa y yo no parecíamos estar disfrutando de la mutua compañía últimamente. El video me dio la respuesta. La causa era yo.

Ver el video me enseñó tres cosas:

  1. Cualquiera que sea el contenido de las cosas que decimos, es nuestro tono lo que comunica lo que sentimos al decirlo. Nuestro tono dice la verdad incluso cuando nuestras palabras no lo hacen, incluso si incluso nosotros no somos conscientes de esa verdad. Y los demás responden a este tono. Podemos decir hasta “te amo” de una manera que provoque amargura y luego argumentar inocentemente que se nos está atacando injustamente cuando la persona a quien se lo dijimos responde, con razón, a nuestro tono y no a nuestras palabras. No te engañes por este tipo de negación por parte de los demás. Lo que crees que escuchas en el tono de otra persona casi siempre está presente. Y si alguien te acusa de una actitud o un sentimiento que no crees tener, a menos de que sean particularmente tontos o tengan algún plan oculto, lo que tienen que decir probablemente es algo que necesitas escuchar.
  2. Con frecuencia no somos conscientes de las tensiones y actitudes que se están cocinando bajo la superficie. Cuando otros responden negativamente a nosotros o de maneras que no esperamos o queremos, en lugar de criticarlos o atacarlos, podríamos detenernos y reflexionar sobre cómo nuestro tono (y, por lo tanto, nuestros sentimientos subyacentes en ese momento) podría haber causado la reacción que recibimos. Para mí, es mucho más fácil decir esto que hacerlo...
  3. ...debido a que mi capacidad de identificar mi humor subyacente está mucho menos afinada de lo que pensaba. Creo que muchos de nosotros tenemos dificultades para observar nuestros sentimientos cuando los estamos experimentando, especialmente si lo que estamos sintiendo contradice lo que queremos estar sintiendo o lo que creemos que deberíamos estar sintiendo.

Una razón por la que practico el budismo Nichiren es para identificar mi propia negatividad y transformarla. Y funciona, de alguna manera y poco a poco, llegan las epifanías, permitiéndome convertirme gradualmente en la persona que quiero ser. Pero algunas relaciones brindan un terreno más propicio que otras para desenmascarar las partes de nosotros que necesitan cambiar.

Un principio del budismo Nichiren enseña que la unidad de la vida y su ambiente, lo que, desde una perspectiva, significa que todas nuestras relaciones representan espejos. Si no nos gusta lo que vemos, lo que nos está llegando de otra persona, con frecuencia representa lo que les está llegando de nosotros, representado por nuestro tono. En mi experiencia, aquellos hacia los que nos sentimos más cercanos y a quienes amamos más generalmente representan nuestras mejores oportunidades de percibirnos como somos realmente (y por lo tanto también son las personas con las que tenemos más probabilidades de enojarnos).

Tuve la oportunidad de verme antes en video como estudiante de medicina cuando estaba aprendiendo a obtener historiales médicos de pacientes estandarizados y me enseñó mucho sobre cómo me presentaba ante mis pacientes. Me hizo un mejor doctor. Sin embargo, verme en video interactuando con mi esposa y amigos me ha brindado una oportunidad inesperada de convertirme en un mejor ser humano.

Resulta que he estado frustrado con una situación particular que me siento impotente de resolver y ver el video me mostró que he estado sacando esa frustración en mis allegados. Así que he decidido disculparme con ellos determinando dejar de expresar mi frustración de maneras inapropiadas y volviéndome más consciente del tono que uso cuando hablo.

Si aún no tienes la oportunidad de observarte interactuar con los demás en tu vida diaria en video cuando no estabas enfocado en ser grabado o siquiera consciente de ello, lo recomiendo ampliamente. Tal vez será una experiencia dolorosa como la mía, pero si estás dispuesto a ser honesto contigo y reconocer la verdad de lo que ves, y, más importante aún, la verdad de lo que escuchas, puedes usarlo como un trampolín para un considerable crecimiento personal.

Imagen de Facebook: fizkes/Shutterstock

A version of this article originally appeared in English.

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Acerca de
Alex Lickerman M.D.

Alex Lickerman, Médico, es internista general y fue director de Atención Primaria en la Universidad de Chicago y ha sido budista practicante desde 1989.

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