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Verificado por Psychology Today

Ansiedad

Dónde vive la ansiedad en nuestro cuerpo

Comprendiendo los sistemas físicos y sus respuestas a la ansiedad.

Los puntos clave

  • El estrés y el agobio pueden afectar las respuestas físicas del cuerpo. 
  • Las respuestas físicas al estrés a menudo pueden imitar afecciones médicas más graves. 
  • Comprender los sistemas del cuerpo puede ser útil para reconocer si tenemos una respuesta de ansiedad. 

Nuestros cuerpos están compuestos por una serie de sistemas únicos que trabajan juntos para mantenernos vivos y saludables. A veces, particularmente cuando estamos abrumados, estresados o preocupados, los cables de estos sistemas se cruzan y el resultado puede ser un aumento de la ansiedad, el pánico y la sensación de fatalidad inminente. Cuando experimentamos ansiedad por enfermedad, nuestros síntomas físicos a menudo se sienten agudos e intensos, ya que nuestro estrés y preocupación se manifiestan en los sistemas donde también podríamos experimentar una afección médica grave. Comprender estos diversos sistemas y cómo responden al estrés es útil para diferenciar entre una respuesta de ansiedad física y una verdadera emergencia médica. A continuación, exploramos algunas de las respuestas comunes del cuerpo al estrés y al agobio y dónde ocurren.

Sistema muscular

Cuando experimentamos preocupación, estrés y ansiedad, nuestros músculos a menudo se tensan. Cuando consideramos cuántos de nuestros centros de ansiedad son músculos, comprendemos mejor por qué estas áreas responden tan intensamente cuando estamos estresados. Comprender, por ejemplo, que la vejiga es un músculo puede explicar por qué muchas personas reportan micción frecuente cuando están ansiosas. Del mismo modo, algunas personas pueden reportar diarrea o falta de control intestinal cuando están nerviosas; reconocer que el recto es un tubo muscular explica este fenómeno. El corazón, por supuesto, también es un músculo, por lo que tiene sentido que se tense y trabaje más cuando experimenta estrés. Las respuestas de los sistemas musculares a la ansiedad, aunque aterradoras e intensas, no indican una emergencia médica mayor.

Órganos y cortisol

El cortisol es la hormona del estrés producida naturalmente por el cuerpo. Cuando se desencadena, sobreproduce y enfoca su distribución en la sensación estresante en lugar de en otros lugares necesarios, como el sistema inmunológico. Durante la respuesta al estrés, el cortisol se dirige hacia los órganos, específicamente el corazón, lo que provoca un aumento de la frecuencia cardíaca; los pulmones, lo que provoca una respiración acelerada; y el cerebro, lo que provoca dolores de cabeza, migrañas y confusión mental. No es de extrañar, entonces, que las personas que experimentan ansiedad a menudo informen una sensación de que no pueden recuperar el aliento, que su corazón se acelera y que están confundidas e incapaces de concentrarse. Estas respuestas físicas pueden confundirse con problemas graves como ataques cardíacos, aneurismas o accidentes cerebrovasculares.

Sistema respiratorio

Cuando respondemos al miedo, el cuerpo "cierra las escotillas", preparándose para preservarse y protegerse a sí mismo. El aumento de la presión arterial y el aumento de la respiración son la forma en que el cuerpo dirige la adrenalina hacia su respuesta de "lucha". Para la persona ansiosa, esto puede causar sensación de aturdimiento, mareos y respiración superficial o dificultad para respirar, ya que el sistema respiratorio trabaja más duro y más rápido de lo que lo haría en circunstancias normales. Estas sensaciones pueden malinterpretarse fácilmente como indicadores de una emergencia médica.

Sistema nervioso central

El sistema nervioso central, en cierto sentido, los controles del cuerpo, funciona para recibir y procesar información sensorial y para diseminar señales al cuerpo en función de esa información. Cuando se siente abrumado por la información sensorial, las señales que se envían pueden afectar negativamente el estado de ánimo y las emociones de una persona. Por ejemplo, una respuesta excesiva a la información sensorial puede hacer que el cerebro inunde el sistema nervioso con hormonas y cortisol, lo que resulta en una respuesta física como el pánico, y los sentimientos de pánico pueden imitar fácilmente problemas físicos más graves.

Cuando todos estos sistemas (los diversos sistemas orgánicos, el sistema musculoesquelético, el sistema nervioso central y el sistema respiratorio) funcionan en exceso al mismo tiempo, a menudo experimentamos ansiedad y pánico intensos a medida que el cuerpo lucha por mantenerse al día con su respuesta defensiva al miedo en todo el sistema. Comprender esta conexión es vital para nuestra capacidad de hacer frente de manera adaptativa y saludable a los sentimientos intensos y sus correspondientes respuestas físicas.

A version of this article originally appeared in English.

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Acerca de
Phil Lane MSW, LCSW

Phil Lane, Maestría en trabajo social, trabajador social clínico acreditado, es psicoterapeuta con práctica privada y el autor del libro, Understanding and Coping with Illness Anxiety.

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